Inhalé reteniendo el aire en mis pulmones por unos segundos antes dejarlos ir junto a un suspiro cargado de frustración, intentando buscar la paciencia y la claridad que me faltaba para poder entender y ver la situación desde otra perspectiva, con más calma mientras Bruno se esforzaba para explicarme lo que yo había visto en ese artículo, quería hacerme entender que no me estaba mintiendo y quise darle el beneficio de la duda, pero no podía sacarme esas imágenes de la cabeza y lo real que se veía.
—Es que en realidad no me debes ninguna explicación — le recordé por enésima vez.
—Ya sé que no te la debo y que no tengo esa obligación con vos, pero quiero dártela porque te dije hace días que me gustabas muchísimo y que quiero dejar de jugar a ser amigos como venimos haciendo — me dijo acelerando los latidos de mi corazón al escuchar esa dos palabras volver a salir de su boca
—De acuerdo.
—Lo que viste fue una mentira, un favor que le hice a Breana. Nada más que eso.
Apreté los labios y negué con la cabeza, sin importar que él no me estuviera viendo. Vi las fotos, eso no parecía un favor, se veía muy real lo que estaba pasando entre ellos...y la foto del beso.
¿Qué carajos se supone que estaba haciendo?
—Está bien, Bruno.
—Me gustas muchísimo, en serio te lo digo Sabrina. Desde que te conocí no te puedo sacar de la cabeza ¿Entendés? No voy a arruinarlo y menos cuando te diste cuenta lo lindo que soy y que podés tener una oportunidad conmigo — dijo sacándome una sonrisa enseguida.
—¿Yo tengo una oportunidad con vos? Me parece que es al revés, lindo.
—¿Entonces si tenemos una oportunidad? — me preguntó con tono serio.
—Puede ser.
—¿Te gusto?
—Un poco, cuando no sos un tarado.
—Creo que te gusto un montón — dijo siendo muy él.
Todo un creído.
—Tampoco para que te la creas tanto.
—Vos me encantas ¿Te lo había dicho?
Siento como mi pulso se acelera y mi sonrisa crece.
—No, pero admito que me gusta escucharlo.
Bruno se ríe y puedo imaginarme su sonrisa del otro lado de la línea.
—¿Qué va a pasar cuando nos veamos? —pregunté esperando una respuesta que me tranquilicé.
—Todo lo que quieras que pase — fue su respuesta.
—Me refiero a qué pasaría si todo sale mal.
—¿Por qué crees eso?
—Seguro tenés expectativas de cómo soy o una idea sobre eso... Y puede que no te agrade la realidad y que incluso me odies.
—Te conozco Sabrina, nos vimos las caras muchas veces, no es como si fuéramos dos extraños.
—Es que es lo que somos, Bruno. Somos dos extraños que van a verse por primera ¿No tenés miedo de que te terminé odiando?
—No, soy un encanto. Nadie puede odiarme — dijo con autosuficiencia — además no sería la primera vez que nos viéramos y sé que vernos cara a cara no va a sentirse raro. No se siente así cuando estamos juntos y tengo fe de que eso va a seguir igual, que va a traspasar la pantalla y de que nos vamos a sentir cómodos, como si nos conociéramos de toda la vida.Levanto la vista notando que estaba a un par de cuadras de donde mi mejor amigo vivía.
—Tengo que bajar —le aviso.
—Te llamo más tarde cuando termine las prácticas ¿Está bien?
—Sí, chau, Bruno.
—Chau hermosa.
Finalicé la llamada y guardé el teléfono mientras me ponía de pie rápidamente para bajar en la parada que debía y no pasarme de largo como tantas otras veces me había pasado. Tenía que caminar media cuadra para llegar al edificio donde vivía mi mejor amigo, no era mucho, pero me tome mi tiempo antes de llegar a él y sacar la llave para poder entrar. Quería tener la mente clara y minimizar lo que acababa de pasar, la idea era no darla tanta importancia al asunto, sobre todo, pero a la vez quería analizar lo que acaba de pasar porque en dos segundos Bruno me dio vuelta la conversación logrando su cometido. No entendía como pasamos de casi discutir a reírnos y decirnos nuevamente lo que sentíamos.Esto era raro, era una completa locura.
Una locura que no quería alejar. Quería dejarme llevar y llegar hasta donde quisiéramos con esto porque, mientras hablábamos me di cuenta de algo: no iba a seguir siendo esa persona que duda, soy del tipo que vive y disfruta sin importar las consecuencias y ¿Qué tan malo podía ser tenernos todo un mes y ver si nos toleramos? ¿Ver si nos gustábamos fuera de una pantalla, si había química o algo más?
Perdía más al no intentarlo que al hacerlo.
—Esto está buenísimo —alagué las medialunas caceras que había preparado para mí y que lo obligué a traer para seguir comiendo mientras comprábamos —¿No pensaste dedicarte a esto?Lionel se encogió de hombros terminado de masticar la suya.
—Ya tengo un trabajo seguro y que, para mi salud mental, no odio. Además, entre eso y ustedes no me queda tiempo para algo nuevo — me respondió.
—¿Somos una carga para vos? — Cuestioné. Nunca se me cruzó por la cabeza que podíamos llegar a ser eso para él.
—No quise dar a entender eso, no son una carga para mí sino la familia que nunca tuve y la que ahora necesito más que nunca.
Busque su mirada intentando descifrar a qué se refería con esas palabras, pero él desvío la vista hacia una de las vidrieras de un local de ropa.
—¿Qué pasa Lionel? ¿Estás bien? — le pregunté preocupada— sabes que podés contarme todo. Estoy acá para vos.
—No sé, es difícil. Cuando estoy con ustedes me siento bien, pero cuando estoy solo no me gusta lo que siento — manifestó — se me cruzan muchas cosas en la cabeza y me hace mal. Es como si me dijera a mí mismo que voy a estar así, solo, eternamente hasta que muera y no quiero eso Sabrina. Tengo veintiséis años y siento la necesidad de avanzar en mi vida, no quiero quedarme estancado acá para siempre.
—No vas a hacerlo, Lio. Te la vas a rebuscar para conseguir lo que querés porque sos así, está en vos. Siempre conseguís lo que querés.
—No es lo mismo, Sabrina. No se trata de algo material o superficial sino de alguien —me dijo y noté las frustración en sus palabras. —¿Qué pasa si no encuentro a nadie?
—Me vas a tener a mí — le dije sin dudar ni un segundo en lo que decía.
—Te vas a enamorar Sabrina, no estas lejos de eso, y te vas a ir para hacer tu vida. Y no digo que eso esté mal, sino que quiero lo mismo. Quiero enamorarme perdidamente de alguien y que me amen de la misma forma, formar una familia y todo lo que eso conlleva.
—Y vas a tenerlo, Lionel porque sos una persona hermosa y mereces el romance que quieras y una persona que te ame tanto como sea posible. Algún chico o chica va a verlo y no va a tardar en enamorarse de todo lo que sos.
—No todos recibimos lo que merecemos. Sea bueno o malo, no es tan sencillo.
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El chico de Instagram
RomanceElla no lo recordaba en lo absoluto. Él no podía sacársela de la cabeza. Un comentario y un mensaje en Instagram fue lo que le dio lugar a que algo entre ellos comenzara, una buena amistad que poco a poco fue evolucionando, volviéndose lo que ello...