Blood & You [Jookyun]

Veintidos

💅🏻🐰

A veces la soledad le jugaba chueco. Normalmente estaba bien sola, era demasiado independiente y trataba de no pensar demasiado en la opinión de los demás. Pero había días en donde un pequeño vacío en su interior le susurraba cosas, cosas que ella no tenía permitido sentir o desear.

Ella era inteligente, fuerte y en su humilde opinión era la mejor de sus primos. Su tío estaba orgulloso de ella, su abuela estaba orgullosa de ella. Lee Dodo era la representación de la perfección en su familia, la cazadora perfecta. A diferencia de los demás ella siempre pensaba cuidadosamente antes de hablar y actuar. Hwasa le había enseñado a ser fría y calculadora. No se dejaba controlar por sus emociones, su abuela le había enseñado que una mujer fuerte era aquella que controlaba a la perfección cada emoción, si ella perdía el control aunque fuera por un segundo, estaría muerta. Y Hwasa le había dejado claro que jamás debía perder la cabeza por un hombre. Por eso es que Dodo no entendía a Jooheon, era un idiota. Era el más afortunado de los Lee. Tenía todo, sería el líder del clan y podía tener a cualquier chica como Luda y crear una familia, sin que nadie lo juzgará, la vida resuelta. Pero claro, él se estaba dejando controlar por su polla, debía admitir que los Son tenían cierto encanto y eran un poco agradables incluso desde niños pero ahora las cosas eran diferentes, ahora ellos tenían un deber. Su destino, toda su vida, había sido elegida por ellos desde antes de nacer, eran Lee. Tenían un propósito: limpiar el mal de la humanidad. Y ella estaba bien con eso, hacer del mundo un mejor lugar sonaba bien pero era agotador. Se sabía de memoria la historia de su familia, Lee Minho había sido el primer cazador en exponer al mundo las monstruosidades que eran los hombres lobo. En aquella época, los lobos aterrorizaban las aldeas y los pueblos pequeños y mataban a todo lo que se cruzaba en su camino. Minho había dejado un diario con los descubrimientos que había hecho durante su vida. Él descubrió que la plata podía matarlos y que una especie de flores azules también tenía un efecto negativo en los lobos, pero por desgracia Lee Minho murió antes de terminar su investigación. Fue mordido por un alfa y desde ese momento estableció un código de vida para los cazadores: si alguna vez eran mordidos por un lobo alfa durante la luna llena, debían quitarse la vida antes de convertirse. Eso tenía sentido, de que servía cazar monstruos si al final terminabas convertido en uno. Pero su antepasado había convertido a los Lee en leyenda, la familia se había encargado de aniquilar a los lobos de todo el occidente, pero con el tiempo entendieron que era mejor mantener la existencia de los lobos en secreto, el mundo moderno no estaba listo para tal cosa, perdería su equilibrio. Era mejor que los humanos no lo supieran.

Dodo habría deseado ser un chico, porque ser mujer en el clan y además un Lee era difícil. Su abuela le dijo que pronto tendría que elegir a un marido, del clan por supuesto. Alguien que compartiera sus creencias y su forma de vida. Pero no había un solo tipo que valiera la pena. Había chicos lindos y durante la universidad se enredó con algunos, nada serio. Pero la presión de su abuela y de su tío empezaban a estresarla.

Mientras caminaba, vio a Minhyuk y a Dasom. Ella iba tomada de su guante y reía y se sonrojada como colegiala. Patético, ella llevaba la palabra follame en toda la frente. Minhyuk también tenía suerte, podía follar a medio clan y no pasaría nada, nadie le pediría que se casara, estaba en el medio junto a Kibyun. Hyunbin por otro lado, bueno él esperaba en vano que su abuela recapacitara y lo nombrara a él líder. Era justo porque era el mayor de sus nietos pero su abuela le dejó en claro que él no era el adecuado para el puesto, eso era correcto. Hyunbin no era muy inteligente y su carácter era como el de alguien que trae un palo atorado en el culo, sería como darle un arma a un niño. Luego estaba él pequeño Minho, era un tanto parecido a Jooheon, demasiado tierno. Esperaba verlo pronto, aún no tenía su primera cacería.