2.- Hola... ¿Adam?

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❤゜゜・* 2 *・゜゜*❤

Desperté por la mañana con una llamada telefónica de parte de Chloe, una desesperada llamada de Chloe, estaba tan nerviosa que parecía gritar a través del teléfono pidiendo ayuda, incluso Albert la escucho.
Sus primos Cami y Kyle vinieron con su tía por el cumpleaños de la madre de Chloe, aparentemente su madre y su tía se fueron de compras dejando a Chloe con dos monstruos que la estaban volviendo loca.

Una cosa sobre Chloe es que no sabe nada de niños, es hija única y esos primos eran los únicos niños que conocía.

Obviamente tuve que ir a ayudarla junto con Lindy...

Mala idea.

Apenas llegue a casa a casa de Chloe y antes de tocar el timbre escuche como se rompían las cosas, en cuanto Chloe abrió quede sorprendida.

Chloe es una de esas chicas que hasta cuando se levanta por las mañanas luce perfecta, su cabello era largo, liso y rubio, tenía los ojos azules, era un poco más alta que yo y siempre lucia fantástica. Pero ahora Chloe no lucia como Chloe.

Tenía un ojo maquillado en azul y el otro en amarillo, junto con un labial fucsia que estaba esparcida más allá de sus labios.

―¿Chloe? ¿Qué te paso? ―pregunte sin poder disimular mi asombro.

―Fue Cami ―respondió Chloe poniendo los ojos en blanco y mirando en dirección a su prima.

Poco después llego Lindy haciendo la misma pregunta que yo pero con un asombro más remarcado.

Al entrar a su casa vimos un par de platos rotos, papel higiénico esparcido por las escaleras y la cocina. Los niños tenían entre cinco y seis, Kyle, el menor perseguía a Cami con un huevo en la mano para lanzárselo, mientras Cami corría por la casa para ocultarse detrás de Lindy a quien le llego el huevo.

―¿Qué les diste en el desayuno? ―pregunto Lindy quitándose la clara de huevo de su jean.

―No lo sé, que yo sepa mi tía les prohibió comer azúcar.

―¿Enserió? Porque parece que a cada uno les hubieran dado unas diez tazas de café con donuts.

―Lo sé y lo peor es que no me hacen caso. Los mande a dormir como unas cuatro veces ―se quejó Chloe.

―¿Los mandas a dormir a las siete de la mañana? ―pregunto Lindy con una ceja arqueada.

―No sabía que más hacer ―contesto Chloe.

Después de pasar toda la mañana con esos monstruos finalmente se quedaron dormidos, pero a cambio de que Cami me destrozara la cara con maquillaje, más específicamente con sombras moradas que hacían que mis ojos se vieran moreteados y labial rojo con el que se le fue la mano por un momento. Cuando me vi, parecía una prostituta salida de una pelea callejera, porque Kyle quiso "ayudar" y me hizo un peinado, si es que así lo podemos llamar, yo solo veía que mi cabello estaba completamente enmarañado.

Lindy no se salvó, ella fue la siguiente víctima. Cami decidió usar ese labial fucsia como sombras, labial y rubor en ella, lo bueno fue que esta vez Kyle ya no quiso ayudar y se fue a su cuarto, luego Cami y finalmente se quedaron dormidos.

Lindy, Chloe y yo nos dejamos caer en el sillón, con un sándwich de queso cada una. Ninguna sabía cocinar por lo que el sándwich era el almuerzo.

―Me olvide decirles que Cami vacío la crema desmaquillaste en el inodoro ―dijo Chloe.

Lindy y yo la miramos con cara de terror. Habiendo escuchado aquello intentamos lavar nuestros rostros, pero esos labiales eran a prueba de agua y las sombras que Cami me puso, tampoco salían, lo único que pudimos lograr fue disminuir la intensidad de los colores, pero eso no hacía que nos veamos mejor.

Stupid Love LetterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora