10.- Conviviré con los pingüinos hasta que la vergüenza desaparezca.

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❤゜゜・* 10 *・゜゜*❤

―Estoy bien, tranquila Chloe ―le dije a través del teléfono.

―¿Estas segura? ―volvio a preguntar Chloe por... ni si quiera recuerdo cuantas veces me pregunto eso.

―Sí, lo estoy ¡diviértanse!

―No creo que nos divertimos pero veremos qué pasa. Te llamo mañana ―dijo Chloe más tranquila, y luego colgamos.

Justo el día de hoy era el dichoso baile de graduación, "todo bajo el mismo amor".

Colocar un nombre más ridículo a l baile seria todo un reto.

Yo no iré ¿por qué? Simple, a un principio si quería ir pero las ganas acabaron en cuanto fuimos al centro comercial con mi madre y vestido que me gustaba, vestido que me quedaba terrible, sin incluir que no tenía una cita para ir, aunque Lindy y Chloe tampoco, pero en su caso de ambas es pro que rechazaron a los chicos que las invitaron, así que Chloe iría con el hermano de Lindy y Lindy con el mejor amigo de su hermano. Quisieron amenazar a su otro mejor amigo para que me lleve pero realmente ya no tenía ganas de extorsionar a un pobre chico que no tiene la culpa de nada.

Me deje caer en mi cama cerrando los ojos y abrazando una almohada. El baile para mí ya no era un tema de importancia, había otro más que me preocupaba, o bueno, no sé si esa sea la palabra adecuada, me sentía ¿asustada? ¿triste? No lo sé, tal vez sea una mezcla de todo, porque recién ayer me di cuenta que Adam se iría en menos de dos semanas, su cumpleaños seria dos días antes de que se vaya y quien sabe cuándo volvería.

Esperen, la carta, la explicación, el matrimonio...

Debería hablar con Adam sobre eso.

Me pare de mi cama y me pare en frente de la puerta de Adam, trague un poco de saliva y sentía mis manos un poco sudorosas. Toque un par de veces y no hubo respuesta ¿habrá salido?

En cuanto comenzaba a alejarme lo escuche cantar, me acerque un poco más y pegue mi oreja en la puerta, escuchaba su voz cantando una canción que se me hacía muy conocida. Abrí la puerta lentamente y vi a Adam echado sobre su cama con los ojos cerrados, su cabello despeinado, una camiseta blanca y sus jeans, tenía sus audífonos en sus oídos y sus brazos sobre su cabeza.

Esa canción, es ¡Thinking out loud de Ed Sheeran!

Aunque nadie podría competir con la voz de Ed Sheeran, Adam no lo hacía para nada mal, su voz era algo rasposa, pero al mismo tiempo tan dulce, es difícil de explicar, pero tan solo escucharlo provoco un cierto cosquilleo en mi espalda. Cuando vine estaba algo tensa pero todo eso había desaparecido.

Me apoye en la pared y cerré mis ojos como si hubiera entrado a uno de esos trances hipnóticos... podría escucharlo todo el día.

Estoy segura que ni las papitas fritas o el chocolate provocaron una sensación si quiera similar a esta.

Pero ¿Qué era lo que estaba sintiendo?

―Lilly ―escuche y abrí rápidamente mis ojos para encontrarme con Adam mirándome bastante confundido sentado sobre su cama, sus audífonos estaban sobre su cama ¿en qué momento paro de cantar?

―A-a-Adam ―respondí tratando mostrar naturalidad, cosa que por su puesto me salió mal.

―¡Esta niña! ―Refunfuño Albert a mis espaldas, haciéndome dar un saltito y girarme hacia el―No espíes en la gente -me regaño.

―Bueno, ella dice que me observa como un águila a un pescado ―dijo Adam y me acorde de la ridícula carta. Albert soltó una risita, yo abrí mi boca para reclamar por las palabras de Adam pero Albert se me adelanto y como si ignoraran mi presencia le respondió.

Stupid Love LetterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora