Capítulo 13: "Consejo de Amor"

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Capítulo 13: "Consejo de Amor"

Érica me miraba con el ceño fruncido.

-Dime otra vez, ¿qué estoy haciendo un miércoles a las once de la noche en tu casa?- se cruzó de brazos.

-Porque tengo una emergencia- declaré- y eres mi amiga.

-Me estoy arrepintiendo seriamente de eso- murmuró mientras ahogaba un bostezo.

La verdad es que me sentía un poco culpable. Habíamos tenido un examen justamente hoy a primera hora y Érica se había pasado toda la noche estudiando, por mi parte estaba muy calentito en mi cama, y su plan había sido acostarse temprano para recuperar todas las horas de sueño. Sin embargo, aparecí yo con mi crisis.

-Ahora no puedes retractarte- indiqué serio- es mi política de amigos.

Rodó los ojos.

-Es que no entiendo por qué haces tanto drama- suspiró- no te ha llamado, ya lo hará.

-¡Pero le di mi teléfono el domingo!- me quejé- y no he recibido ni un mísero mensaje por su parte. Esto no es algo normal, usualmente han dado señales de vida mucho antes de las dos horas.

-Las chicas descaradas que solo te quieren para tener sexo.

Asentí.

-No es mi culpa ser tan irresistible.

Érica me ignoró.

-No puedes comparar a esa panda de desesperadas con la chica esta, según tú es bastante tímida puede que le dé vergüenza llamarte o que no le intereses. A veces pasa- me colocó una mano en el hombro- no todas las chicas quieren estar contigo.

-Claro que lo sé, lista- le enseñé la lengua- pero créeme cuando te digo que le gusté, tengo un sexto sentido para eso.

-Relájate, ya te llamará entonces. ¿Ahora puedo irme a dormir?

Cuando se fue a levantar para irse a su casa le cogí de la muñeca y la tiré hacia atrás haciendo que se sentara de nuevo en el sofá a mi lado.

-¿Y qué hago cuando llame?

-Ya veo que me quedaré aquí a pasar la noche- suspiró.

-¿Qué hago?- repetí.

-¿Contestarle?- rodó los ojos.

-Que graciosa- ironicé- te estoy hablando en serio Érica, esta chica me gusta y creo que podría tener una larga relación con ella y no quiero fastidiarla.

-No entiendo por qué no puedes hablarle normal. Eres Sean.

-Sí, pero a veces puedo resultar demasiado- me llevé una mano al pecho- y no creo que lo mejor sea actuar así con ella.

-Pero eres tú- declaró confundida- no tienes que cambiar tu manera de ser por nadie, ni por el supuesto amor de tu vida. Si no le gustas tal y como eres tiene un grave problema.

No pude evitar sonreír contento.

Érica en el fondo era muy dulce, pero había que conocerla bien para que se dignara a mostrar una pequeña parte de todo el amor que guardaba.

-Eso es lindo.

-No te lo creas tanto- bufó algo molesta- solo digo lo que pienso.

Asentí.

-De todos modos quiero rebajar un poco la intensidad de mis coqueteos- admití- Emily piensa que pueden resultar muy abrumadores para Laila.

-Ella es quien la conoce- alzó las manos- así que deberías hacerle caso.

Y de repente... túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora