Y de repente... tú

Capítulo 27: "Perdona si te llamo amor"

Capítulo 27: "Perdona si te llamo amor"

Al abrir la puerta de la casa un pequeño cuerpecito se abalanzó sobre mí, por suerte pude recuperar el equilibrio a tiempo antes de que Annie y yo hubiéramos acabado en el suelo.

-¡Sean!- chilló emocionada la niña- ¡vi tu coche! ¿Dónde estabas?

Me miró con esos ojos enormes y no pude evitar sonreír. Yo nunca había sido una persona que le gustaran los niños, sin embargo, Annie podía conmigo.

-Estaba dando un paseo- le revolví el pelo- ¿qué tal estás?

-¡Mal!- exclamó contrariada- Nathaniel me prometió llevarme a la playa pero no puede venir- hizo un puchero- pero tú me vas a llevar ¿a qué sí? Y así pensaremos en maneras de hacer pagar mi decepción a Nathanial.

Sonreí divertido por sus ocurrencias.

La había enseñado bien, era una digna heredera mía. Estaba deseando que creciera un poco más para poder mostrarle las artes de la seducción, así sería ella quien rompiera los corazones de los chicos y no al revés.

-Me encantaría ir contigo enana- dije mirándola a los ojos- pero no puedo.

-¿Por qué?- me volvió a mirar con ojos de cachorrito.

-Tengo que volver a la ciudad.

Ella frunció el ceño.

-¡Pero si acabas de venir!- se quejó- ¡no puede irte ahora!

Tengo que admitir que se me rompió un poco el corazón al dejarla así, pero a pesar de ello tenía que volver, tenía que ir a ver a Érica y confesarle que la quería para que no volviera a ver a ese idiota ni a ningún otro.

Quería ser su único idiota.

-Sean tiene cosas que hacer- intervino Emily mientras bajaba las escaleras- te llevaremos Nathaniel y yo mañana- prometió a la niña.

Annie no parecía muy convencida por el cambio, pero sabiendo que si se quejaba Emily la regañaría y posiblemente se quedaría sin ir a la playa no le quedó más remedio que aceptar.

Suspiró.

-¿Mañana vendrás con nosotros?- preguntó esperanzada.

-Pues no lo sé- sonreí algo nervioso.

Era la primera vez que no me sentía seguro con una chica, esa seguridad que me caracterizaba con el sexo femenino desaparecía en estos momentos. ¿Siempre era así cuándo ibas a confesarte?

Esperaba no tener que pasar nunca más por esta experiencia.

-¿Por qué no vas arriba?- sugirió Emily- estoy segura que cuando Sean vuelva nos llevará a un sitio súper chulo dejando de lado a Nathaniel para que se vuelva loco.

Sonaba como algo que yo haría.

Annie sonrió contenta ante la idea y tras darme un beso de despedida corrió escaleras arriba, o eso nos hizo creer porque se quedó agachada escuchando nuestra conversación en el piso de arriba.

Emily rodó los ojos.

-Tenías razón- dije después de unos segundo- la quiero.

Ella amplió su sonrisa.

-Ya era hora. Tenía ganas de cobrar el premio de la apuesta.

-¿Habéis apostado conmigo?- pregunté indignado.

Emily asintió.

-Lo lleva todo Olivia, ella ganó con Érica y yo contigo- sonrió divertida- por un día le gané a tu hermano.