Capítulo 18: "Coming Home"

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Capítulo 18: "Coming Home"

Emily me había echado enfadada de su cuarto.

Había estado toda la mañana intentando preparase el examen que tenía a la vuelta de las vacaciones, y yo me colé en su habitación para hablar con ella y molestarla un poco. El resultado era que me había echado de malas maneras, mandándome a buscar a Annie.

Creo que me había ordenado salir de la casa para que no existiera el riesgo de que volviera a distraerla mientras estaba estudiando.

Lo primero que hice fue mirar en el cuarto de la pequeña, pero como había supuesto no se encontraba allí. Mi mejor amiga no me habría mandado a ir por ella si hubiera estado en casa.

Así que no me quedó más remedio que preguntarle a la única persona que no me echaría a patadas.

-Papá- dije entrando en su despacho- ¿Qué haces?

Dereck Clarke, con más canas de las que recordaba, levantó la cabeza para poder mirarme. Estaba sentado en su escritorio intentando leer el montón de papeles que tenía delante.

-Estaba arreglando un par de cosas- dijo quitándose las gafas- ¿qué es lo quieres?

Hacía un par de meses el oculista le había dicho que debería llevarlas, porque tenía presbicia. Eran esos momentos en los que me acordaba que mi padre se estaba haciendo mayor, y que debería intentar no meterme en tantos líos para que no se enfadara en exceso.

-Estaba buscando a Annie- expliqué- Emily me ha pedido que la busque. ¿Sabes dónde está?

Asintió.

-Está en la casa del vecino- se rascó la cabeza- jugando en la piscina. ¿Te apetece comer hamburguesas?

Sonreí feliz.

-Yo estoy bien con eso. El problema será tu otro hijo, últimamente está muy sano.

Papá rodó los ojos.

-A veces me gustaría que te parecieras algo a él.

Le enseñé la lengua.

-Yo soy perfecto tal y como soy- me señalé- además ser un obseso del deporte no es bueno. Tenías que tener un hijo guapísimo y otro deportista.

-Los dos sois muy guapos.

Me reí.

-Eres su padre, claro que vas a decir eso- me burlé.

-También soy el tuyo- dijo señalándome con el dedo.

Le guiñé un ojo divertido para luego darme la vuelta para que se centrara en su trabajo, estaba intentando acabarlo todo ahora para pasar toda la tarde con nosotros.

Salí de la casa, no sin escuchar como Nathaniel ponía la música a todo volumen lo que le costaría una regañina de Emily que intentaba estudiar.

Caminé por el vecindario tranquilamente.

Varias de nuestras vecinas salieron de su casa para saludarme con una enorme sonrisa. Muchas de ellas habían acabado liándose en algún rincón conmigo a lo largo de los distintos veranos, mientras que sus madres intentaban organizarme toda clase de citas para intentar "cazarme". Una lástima que no pudieran.

Cuando finalmente aceptaron su derrota centraron toda su atención en Luke, el soltero de oro. Sin embargo, ahora que tenía novia volvían a mí.

Tiempo perdido.

Y mucho más ahora que estaba en la universidad y había decidido que no me besaría con ninguna otra vecina, ya que había aprendido por las malas lo pesadas que podían llegar a ser cuando se sabían tu dirección.

Y de repente... túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora