Y de repente... tú

Capítulo 19: "Primera Cita"

Capítulo 19: "Primera Cita"

-No me puedo creer que le hayas pedido una cita a Laila- declaró Emily mientras se sentaba en uno de los puff de mi habitación- ¿es que estás mal de la cabeza?

Fruncí el ceño.

-No es para tanto, tan solo vamos a dar una paseo por el parque y comer un helado- me encogí de hombros.

-Pensé que habíamos quedado en que ibas a esperar que te lo propusiera ella, que serías paciente porque te gustaba y querías una relación. Esto no es como lo planeamos.

Suspiré.

-Lo sé, pero me estaba poniendo nervioso.

-¿Por qué?

-Puede que se arrepintiera cuando le dije que no podía quedar con ella la primera vez. Así que decidí tomar las riendas.

Emily negó con la cabeza.

-Supongo que como ella ya te lo pidió no puede contarse como que rompiste el plan.

Sonreí algo más animado.

-Exacto. Ahora me tienes que ayudar con algo muy importante.

Alzó una ceja curiosa.

-¿El qué?

-Lo que voy a ponerme para la cita- dije mientras abría la puerta que daba a la habitación donde guardaba la ropa- no tengo la menor idea de lo que ponerme.

Era tan complicado, porque quería ir arreglado pero no muy formal para que no pensara que era demasiado intenso. Ir desarreglado tampoco funcionaria, era como decirle que no me importaba como acabáramos. El lenguaje de la ropa era sumamente importante.

Emily rodó los ojos.

-Con cualquier cosa estarás guapo.

-Lo sé- sonreí- pero necesito el atuendo perfecto.

Como si alguien la hubiera invocado Annie abrió la puerta y con cara de profesional se puso a mirar detenidamente la ropa que tenía en mi armario.

Emily y yo intercambiamos una mirada.

Ahora que lo recordaba hace menos de dos minutos se encontraba en el cuarto de Nathaniel haciendo a saber qué, le había mandado un mensaje sobre mi próxima cita y no había tardado en venir a preguntarme.

Por eso era mi mejor amiga.

Sonreí al imaginarme a mi hermano acostado en la cama cabreado pensando que le había jodido otro de sus encuentros.

Si es que hasta cuando no me lo proponía le molestaba.

Era un genio.

Después de examinar toda la ropa que tenía se decidió por cogerme una camiseta azul oscuro, unos pantalones vaqueros negros y mis zapatillas también negras. Me los colocó en la cama y me ofreció el peine.

-¿Eso has decidido? Oh gurú de la moda- pregunté.

-Es una cita entre jóvenes adultos, así que vístete como uno- asintió conforme- pero tienes que peinarte.

Miré mi pelo en el espejo.

Estaba un poco revuelto, nada que un buen cepillado no pudiera arreglar.

-Hazle acaso- Emily señaló a su hermana- es la experta.

Sonreí divertido.

Nunca me atrevería a llevarle a la niña la contraria en esta clase de temas. Era todavía más entendida que yo, y eso que a mí me gustaba ir a la moda.