Y de repente... tú

Capítulo 16: "Sleeping Beauty"

Capítulo 16: "Sleeping Beauty"

Por el rabillo del ojo vi como Annie y Emily estaban jugando juntas en el parque y no pude evitar soltar una pequeña sonrisita. Annie estaba persiguiendo a su hermana mayor que se escondía detrás del tobogán en un intento de que no la pillara.

Me recordaban a mí y a Nath cuando éramos pequeños. Aunque al contrario que Emily yo me dedicaba a molestar a mi hermano hasta el punto que él se lanzaba sobre mí para pegarme, en ese momento era mamá quien tenía que ir a separarnos. Al final cada uno acababa sentando en una esquina mirando a la pared, Nathaniel por pegarme y yo por molestarlo.

Lindos tiempos.

Érica me pellizcó suavemente el brazo, haciendo que le lanzara una mala mirada.

Con su gesto me estaba ordenando que prestara atención a la mujer que teníamos delante, que nos estaba respondiendo pacientemente a todas nuestras preguntas para el trabajo.

Menos mal que era la última a la que preguntaríamos.

Con una enorme sonrisa, que desconocía que tenía, Érica despidió a la mujer para luego empezar a trastear en su tablet. Me coloqué a su lado para ver lo que estaba haciendo.

-¿Alguna orden más?- alcé una ceja.

-Estoy viendo cómo podemos repartirnos todas estas preguntas para hacer el texto del trabajo- murmuró- lo que me preocupa es la conclusión de todas.

-Podemos dividirlo y quedar el domingo por la noche para la conclusión- sugerí- así también corregimos errores.

Érica asintió complacida.

-Un buen plan. Así tenemos el domingo entero para prepararlo.

-¿Cuán hay que entregarlo?

-El miércoles.

Asentí conforme. Nos daba bastante tiempo, sino lo podíamos acabar el domingo todavía podíamos reunirnos el lunes o el martes. Pero con lo meticulosa que era mi compañera estaba seguro que de su casa no saldría hasta que trabajo estuviera listo.

No me importaba mucho, me gustaba estar con ella aunque fuese haciendo algo de clase.

-Perfecto entonces- me coloqué las manos detrás de la nuca- ¿alguna sugerencia sobre lo que deberíamos hacer ahora?

-Tú deberías contestarle a Laila- murmuró sin apartar la mirada de la tablet.

Fruncí el ceño.

-¿Cómo sabes que ella me mandó el mensaje en la comida?

-Casi te atragantas cuando lo viste- contestó con simpleza- además, ella era una de las camareras y no dejaba de mirarte sonrojada para después echarle una mirada al móvil.

Me mordí el labio algo nervioso.

-Me pidió una cita.

-¿No es lo qué querías?- alzó una ceja confusa- llevas toda la semana refunfuñando porque no te ha escrito.

Sonreí nervioso.

-Lo sé, lo sé pero...- suspiré- es que me pidió ir a pasear esta noche.

-No le veo el problema. ¿O no es de tu estilo?

Me crucé de brazos.

-Para que sepa señorita no todo lo que me gusta tiene que ver con fiestas, estar rodeado de alcohol y multitudes.

-No, tiene que ver con comida basura, chicas y alabarte a ti mismo- apuntó.

Hice una mueca.

Me conocía demasiado bien.