Capítulo 30: Just the way you are
Nunca había sentido nada parecido antes.
Es decir, ya había tenido pareja en dos ocasiones pero siempre me pareció que me estaba ahogando. No sabría decir si el motivo era porque ellas requerían mucho de mi tiempo o yo no me encontraba a gusto con la situación, pero al final acababa harto de tener que compartir tanto tiempo con ellas así que lo cortaba por lo sano.
Este no era el caso.
Creo que podría pasarme días en la compañía de Érica y no importarme en absoluto. Puede que el motivo estuviera en que antes de que empezáramos a salir ambos éramos amigos y ya pasábamos una considerable cantidad de tiempo juntos.
Lo único que sabía a ciencia cierta es que era la primera vez que experimentaba todo ello con tanta profundidad.
Y a Érica le pasaba lo mismo, aunque no lo demostraba de la misma manera. Seguía en su línea, evitando todo lo posible mostrarse vulnerable, pero la quería por ello.
Me sentía mucho más feliz de lo que alguna vez pensé, y mi necesidad de coquetear con cada chica había desaparecido. A ver, una parte de mí siempre se mostraría encantadora pero porque ya no sabía ser de otra manera, aunque mi objetivo ya no era deslumbrarlas. Tenía que gastar toda mi energía con una rubia dura de roer, que parecía inmune a la mayoría de lo que hacía.
¿De verdad tenía que enamorarme de alguien inmune a mis encantos?
Era el jodido karma, me estaba devolviendo todas las veces que acabé engatusando a alguna chica.
-Hola Sean- me saludó ¿Tiffany?- hacía mucho que no te veía por una fiesta- sonrió con coquetería- ¿qué te trae por aquí?
Me encogí de hombros.
-¿No puedo venir por el placer de beber?- alcé una ceja divertida.
Ella soltó una risita.
-Puedes, pero te conozco. La última vez que viniste a una fiesta de la hermandad dijiste que no volverías.
Alcé las manos inocente.
-Eso es porque uno de los organizadores me acusó de intentar ligar con su novia- me defendí- y se vio perfectamente como era ella la que me tiraba a mí los trastos. Así que para mantener la paz, y a la vista de lo irresistible que soy, decidí que no volvería.
-Pero aquí estás.
-Efectivamente- le di un trago a mi cerveza.
Ahora que tenía novia no veía la necesidad de cumplir la prohibición, después de todo no acabaría ligando con alguna que tuviera novio sin saberlo.
-Quiero que sepas que estoy muy feliz de verte- me guiñó un ojo- ahora que estás aquí podremos pasarlo bien.
Me aparté de ella al ver como se me acercaba, eso logró que frunciera el ceño. No era precisamente famoso por rechazar a las chicas, es más, creo que en mi vida había dicho que no a alguna.
-Lo siento- forcé una sonrisa- he venido con alguien
Como si la estuviera invocando Érica apareció donde estábamos. Llevaba un vestido negro de fiesta que se había comprado cuando estábamos en Élite con unos zapatos de tacón plateados, se había planchado el pelo rubio y le caía como una cascada por la espalda.
Estaba preciosa, y estuve tentado a pedirle que se quedara en el apartamento conmigo para disfrutar de una fiesta privada.
Varios chicos no paraban de mirarla mientras caminaba pero no se le acercaban, si yo era famoso por no decir no Érica era todo lo contrario. Rechazaba a todos los hombres sin un mínimo de piedad.
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Y de repente... tú
Ficção AdolescenteSean Clarke nunca pensó en enamorarse. Él tenía claro sus preferencias: Su mejor amiga Emily, su familia, amigos, la bebida... y en último lugar el amor. Hasta que un día la conoció, una chica que no parecía caer rendida a sus encantos. Sean nunca h...