Capítulo 31: "Paraíso"

591 50 0
                                    


Capítulo 31: "Paraíso"

-¿Por qué hemos accedido a esto?- pregunté mientras miraba distraído por la ventana del coche.

Érica conducía con tranquilidad mi coche. Habíamos discutido sobre quien conduciría hasta casa, y a pesar de que íbamos a llevar mi coche Érica se había empeñado en que ella sería la conductora hoy. Cuando comprendí que no iba a ganar la discusión me senté en el asiento de copiloto.

-Porque tenemos dos días libres en la universidad.

-Sabes que no me refiero a eso- suspiré- la tradición de presentar a los padres está ya desfasada.

-Y es mucho mejor que no aparezcamos por la casa del otro- ironizó- ocultándonos como si fuéramos un herpes del resto del mundo.

-Del resto del mundo no, pero sí mi padre- hice una mueca.

Nathaniel se había vengado de la peor manera cuando Emily y yo fuimos a dar un paseo que casualmente coincidió con su visita. Se había quedado solo con papá y al parecer le dio por hablarle sobre mi vida privada, sobre la novia que al parecer tenía escondida.

Cuando llegué a casa mi padre corrió en mi dirección y comenzó a darme una charla sobre lo importante que era presentar a las novias. Emily se estuvo riendo horas en su habitación junto con el desgraciado de mi hermano. Por lo que no me quedó más remedio que decirle que iría a comer con Érica el próximo día libre que tuviéramos.

Y todo se complicó todavía más.

Érica le había contado a Jo que íbamos a ir para allá, que puede que se pasara a ver a sus padres. Así que ella decidió que lo mejor era pedirle a su padre que la sacara estos días libres de Élite para poder ver a Érica y cotillear, lo que acabó con una investigación policial llevada a cabo por la tía de Érica que dio como resultado nuestro noviazgo. Y claro, era imposible negarle nada a esa mujer (Érica misma me la pasó para que lidiara con ella) así que mi cena familiar se convirtió en una cena interfamiliar.

-Además, no tienes que ponerte así- le quitó hierro al asunto- no conoces a mis padres, solo a mis tíos.

-Que me van a hacer el tercer grado.

-La fama en el vecindario te la buscaste tú solo- se encogió de hombros- así que rinde cuentas a mis tíos.

¿Y cómo iba a saber yo que mis futuros vecinos serían los tíos de mi novia? En esa época en lo único que pensaba era en el sexo, y las chicas del barrio se mostraban más que dispuestas. Cuando se me terminaron me dediqué a ligar en el instituto, que acabó con más de un polvo en las aulas vacías, y luego en la universidad.

-Sé que es mi culpa, pero uno tiene sus necesidades.

Ella negó con la cabeza.

-Por favor no digas eso delante de ellos, que posiblemente les dé un infarto.

-¡Ellos aman al novio de su hija!- exclamé- si quieren a Luke, me adorarán a mí que soy mil veces más encantador que Don Perfecto. No hay color donde comparar.

-Precisamente porque es Don Perfecto es porque lo quieren. ¿Te puedes imaginar a Luke haciéndole daño a Jo?

Hice una mueca.

-Entiendo tu punto. Pero en nuestro caso a quien me imagino siendo maltratado es a mí.

Me lanzó una fea mirada.

Permanecí en silencio lo que quedó de viaje, sabiendo que si la seguía enfadando era posible que me dejara tirado en medio de la nada. Aproveché para pensar en la relación que Érica mantenía con su padres, cuando ella les había contado que tenía un nuevo novio la ignoraron completamente, lo único que les interesaba eran las notas de Érica y como podría ponerse a la cabeza del negocio familiar.

Y de repente... túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora