Capítulo 17

361 56 22
                                    

Kardia comenzaba a dar unos ligeros pasos atrás, esta noticia le había caído como un gran balde de agua fría.
¿Porqué justo en el momento cuando Degel y él comenzaban a llevarse mejor.

- Esto es una maldita broma ¿Verdad?

- Te aseguro que no lo es, no hay nada que puedas hacer al respecto... Está estipulado - Respondió Pandora esbozando una sonrisa de lado.

- Debe de haber otra forma de arreglarnos... No pienso casarme contigo, primero muerto.

Pandora estaba por responderle pero entró uno de sus súbditos a interrumpir la plática.
- Señorita Pandora - Hizo una leve reverencia frente a la dama - Es de suma urgencia que se presente el joven Kardia con Deuteros, está provocando un disturbio con el resto de los guardias.

La joven levantó su mirada para ver con desaprobación a Kardia - Ve antes de que tú caballero me haga destrozos en mi castillo.

De manera inmediata, Kardia lo hizo. Solía ser el tipo de personas que detestaba obedecer una orden, pero... Agradecía que ese fuera un buen pretexto para librarse de la joven desquiciada del reino del sur. Cuando salió de ese lugar, a los pocos minutos entró Radamanthys aprovechando el momento.

- Su majestad - Hizo una reverencia mostrando respeto.

- Eres uno de los guardias de Kardia... ¿Qué quieres - Preguntó con despreció la joven.

- Lamento meter mis asuntos en donde no debo pero... Tengo algo que quizá le sea de mucha ayuda para tener a Kardia - Esbozó una sonrisa malévola al decir esto.

- Veo que odias mucho a Kardia ¿No es así? - Cuestionó la joven aprovechando la oportunidad.

- Así es, además... Si usted me lo permite bella dama, tengo algo que sin duda hará que Kardia caiga en sus brazos.

- Dime - Pandora se fué acercando hasta donde se encontraba el guardia del reino de  Caristeas.



Kardia  corrió hasta donde estaba Deuteros, en cierta parte fué de gran ayuda que comenzara algún pleito para que así pudiera salir corriendo de ese espantoso lugar.
No dejaría que por nada del mundo se interpusiera en el amor que comienza a nacer en su ardiente corazón por Degel.

Pudo notar que Deuteros estaba alegando  con los guardias de la señorita Pandora.

- ¿Deuteros que haces? - Cuestionó Kardia jalando al moreno lejos del disturbio que había provocado.

- Salvándote la vida ¿Es obvio no? Más que nada quiero saber que rayos has hablado con esa mujer - Susurró el gemelo menor tratando de disimular para no ser escuchado por aquellos guardias molestos.

- Quizá tengas razón... Pero ahora estoy en un gran  problema. Mi reino depende de ello - Dijo Kardia en un tono audible para ambos mientras colocaba sus manos frente a los guardias tratando de darles a entender que se calmaran.

- Aquí no es un buen momento para hablar... Pero si realmente no quieres casarte con Pandora hay que idear alguna estrategia. Ella está invitada a tu fiesta que será el día de mañana. Te sugiero que le sigas el juego, dile que todo esto lo arreglarán y que te casarás con ella... Cuando lleguemos a Caristeas no pierdas más el tiempo y compromete a Degel contigo, es precipitado pero no puedo pensar en otro plan - Respondió Deuteros sacando su espada del costado para tratar de imponer respeto frente a los guardias que querían seguirlo atacando.

- Ahora me doy cuenta que Degel no se equivocó contigo... Eres realmente un gran amigo, uno que quizá jamás había tenido - Después de decir esto Kardia se dio la media vuelta para despedirse de la joven doncella y hacer de cuentas que no pasaba nada malo - No tardo Deuteros.

El gemelo menor se quedó asombrado ante las palabras que le dijo, él tampoco era muy social, incluso llegaba a ser un poco tímido pero... Esa parte cuando le dijo "Amigo" fué algo que le alegró sin duda.

Muchas veces la gente del Reino, e incluso él, se dejaban llevar por las apariencias de lo que oía a espaldas de los demás.
Criticaban a Kardia por su mal humor y por su prepotencia y egocentrismo, pero ahora que se había dado el tiempo de conocerlo era todo lo contrario a lo que escuchó... También tiene sentimientos.








Radamanthys le entregó a Pandora una botella con una poción, le explicó que aquella noche cuando perseguían a los hechiceros pudo robarles varias de sus pertenencias, e incluso también los despojó de varias pociones y reliquias.
Tenía que usarlo a su favor... Quizá colocar unas gotas en las bebidas que llegue a tomar Kardia en su cumpleaños sería más que suficiente.

- Gracias Radamanthys, te prometo que la usaré muy bien... Ya después me encargaré de Kardia y cuando lo tenga rendido a mis pies, tendré ambos reinos... Sobre todo porqué Caristeas cuenta con varias minas para extraer diamantes. Espero sea cierto, fueron las palabras de mis padres antes de morir.

Radamanthys al escuchar aquella confesión no dudó en replantear nuevamente sus ideas... Al parecer aliarse con esa mujer era su mayor lotería, si bien lograba que Kardia y ella se comprometieran, acabaría con los dos de manera sigilosa y tendría toda la riqueza de ambos reinos. Tal cual lo había pensado.

- Descuide Lady Pandora - Hizo una reverencia ante ella - Yo la ayudaré en todo.

La joven estaba por decir algo cuando llegó Kardia corriendo nuevamente con ellos.

- Disculpa Pandora por dejarte sola, pero no podía permitir que Deuteros te causara destrozos en tu castillo.

- No te preocupes Kardia, estuve acompañada de tu más leal guardia... Es todo un caballero, deberías de ascenderlo a un puesto de mayor jerarquía - Respondió Pandora tratando de seguirle el juego a Radamanthys, ambos eran cómplices.

-  ¡Claro, es un gran guerrero! Más adelante lo haré, ahora cambiando de tema, siento no poder quedarme pero me necesitan en mi reino, sin falta la  veré en mi castillo mañana en mi cumpleaños - Al decir esto tomó la mano de la joven y depositó un beso en su dorso, hizo lo que Deuteros le había pedido.

- Eres muy extraño Kardia, tienes grandes problemas con tu comportamiento pero veo que ahora eres más dócil y tranquilo, mañana estaré en tu reino - Respondió la joven esbozando una sonrisa forzada - ¡Hypnos, Thánatos...! Escolten a su majetad y a su más leal guerrero por favor -  Después de decir esto se dio la vuelta y nuevamente tomó asiento frente a su arpa para seguir tocando sus melodías sin interrupciones.

- ¿Qué le dijiste para calmar a la loca de Pandora? - Preguntó Kardia en un susurro para  no ser escuchado por Hypnos y Thánatos quienes iban custodiando a ellos dos.

- Solamente maravillas de usted majestad... Nada de que preocuparse.

- De acuerdo, vamos por Deuteros y salgamos de este horrible lugar.

Radamanthys esbozó una sonrisa con malicia, todo su plan se acomodaba a la perfección, tal y como lo quería...

❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖

Corazón Escarlata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora