Corazón Escarlata

Capítulo 26

Degel nuevamente se sentó sobre una de las piedras, mientras esperaba que los guardias se fueran.
También ya tenía hambre pero lo que menos quería en esos momentos era encontrarse con alguno de ellos y comenzaran a interrogarlo.

- Te soy sincero Kardia - Dejó escapar un suspiro mientras miraba al pequeño escorpión en su mano como se acomodaba - No se ni por donde empezar a buscar. Si mis padres están vivos seguramente me matarían al ver que conmigo estás tu.

Tal pareciera que aquel pequeño bichito le prestaba atención ya que se colocó en una posición como si estuviera mirando de frente a Degel aún sosteniéndolo en su mano.

- Por lo tanto sería mala idea buscarlos ahora... Aunque muy en el fondo si quiero verlos - Esto último lo susurró en un tono con tristeza.

Mientras tanto en el castillo, Radamanthys y sus hombres habían dado la noticia de la desaparición de Kardia.
Cualquier aldeano que tuviera información sobre su paradero tenían que darle aviso a él, además de darles una buena recompensa, unas quince monedas de oro era el pago por aquel que revelara su ubicación.

- ¡Tenemos que buscar urgentemente a Degel! - Exclamó Albafica muy impaciente. Desde que Deuteros les mencionó todo lo que pasaba y el peligro que Kardia corría si se presentaba al castillo, ha estado muy preocupado por su joven aprendiz.
Si los guardias se enteraban de la verdadera identidad de Degel también acabarían con él.

- No podemos ir al bosque detrás de él... Lo delataríamos con nuestras acciones. Ambos corren peligro - Susurró Asmita mirando en todo su alrededor esperando que no lo escuchara alguien ajeno a la plática.

- ¿Les parece si nosotros vamos en su búsqueda? - Se acercó también a esa plática Aspros junto a lado de Manigoldo.
Ellos aún seguían en el castillo, después de todo el disturbio ocasionado en la noche seguían apoyando en lo que pudieran.

- Quizá eso pueda servir... Además ustedes no trabajan aquí. Eso es una ventaja a nuestro favor - Respondió el gemelo menor cruzando los brazos - Aquí estaremos al pendiente de cualquier movimiento que hagan los guardias y ustedes podrán ir a buscarlo para ayudarlos por cualquier situación que pueda pasar.

- ¿Para donde tomó rumbo Degel? - Cuestionó el gemelo mayor mirando a su hermano.

- Hacia el este... Dijo que necesitaba buscar a sus padres ó por lo menos una reliquia, una que guarda un poder extraordinario para aquel que lo tome. Si lo llega a encontrar, con ese poder Degel puede regresar a Kardia a la normalidad.

- De acuerdo, entonces en marcha... No podemos dejar pasar más tiempo de lo contrario Radamanthys se saldría con la suya. Aquí nosotros haremos de cuenta que no pasa nada.

Aspros y Manigoldo tomaron sus pertenencias y Asmita les entregó a cada uno una pequeña bolsa de cuero donde llevaba algunos alimentos y agua para que puedan tomar su camino.

- Espero que esto sea suficiente.

- Con esto está bien, ahora hay que irnos... Ustedes también cuídense de ellos.

Entre todos ellos se despidieron con un amistoso abrazo a excepción de Manigoldo quien besó el dorso de la mano de Albafica y también con un guiño coqueto.

Degel tuvo que esperar alrededor de una hora para salir de esa cueva donde se resguardaba, ahora nuevamente se encontraba caminando entre el inmenso bosque que no tenía fin.

Unos pasos más adelante y llegó hasta un pequeño arroyo, a lado de ese lugar estaba un árbol de manzanas.
Rápidamente el pequeño bichito que Degel llevaba sobre su hombro saltó al suelo y comenzó a caminar con sus pequeñas patitas hasta el frondoso árbol donde se encontraba su fruto favorito.