Con un fuerte dolor de cabeza causado por aquellas raíces del árbol que lo llevo hasta lo más profundo de ese escondido lugar, Kardia despertaba llevándose sus manos a su sien.
Aunque no se había percatado que se encontraba sobre lo que parecía ser una cama de piedra.- Que fastidio de lugar - Se quejó intentando que su vista se acostumbrara a la poca luz que entraba en ese sitio.
- El joven rey de Caristeas está presente con nosotros... Debe ser un honor tenerlo aquí.
Aquella voz tan sutil hizo que Kardia rápidamente se incorporara de aquella piedra para buscar de dónde provenía esa voz.
- ¿Quienes son? ¡Y lo más importante quiero saber dónde está Dégel! - Exclamó mientras buscaba con la mirada a alguien más en ese lúgubre y solitario lugar.
- Dos seres que se aman... Dos seres capaces de tomar el corazón escarlata.
Cuando escuchó la palabra "Corazón Escarlata" Kardia sintió un fuerte dolor en su pecho, justamente en el lado izquierdo.
Se llevó sus manos para intentar que ese mal momento se calmara un poco sin embargo no fue así.- ¿Que... Qué me está pasando? - Se cuestionó dejándose caer de rodillas al suelo mientras inútilmente trataba de calmar ese dolor.
Aquella molestía disminuyó un poco pero ahora sentía un fuerte calor quemando su interior, esto le recordó de aquellas veces cuando a Calvera y a él de manera repentina sufrían de ese malestar causado por el hechizo que les fue lanzado.
- El hielo y el fuego... Una combinación perfecta.
Un aura demasiado fría comenzó a rodear el cuerpo de Kardia, no sabía si era su vista borrosa o estaba alucinando pero podía ver unos copos de nieve cayendo a su alrededor.
Frente a él una hermosa dama de cabellos rubios, usando un vestido largo y elegante con incrustaciones de diamantes en los olanes se hizo presente en frente de Kardia.
- No es una casualidad... Es el destino joven de Caristeas - Habló la mujer acercándose lentamente - Yo soy quien resguarda la ubicación del corazón escarlata.
Kardia levantó su mirada ante aquella extraña mujer, a simple vista parecía ser una persona agradable, alguien en quien confiar.
El calor de su cuerpo cesaba poco a poco, aquellos anillos de hielo desaparecían hasta no dejar rastro alguno.- Usted... Usted calmó esa molestia de mi cuerpo ¿Verdad?
- Era necesario joven Kardia, de lo contrario su cuerpo no soportaría las terribles temperaturas.
Aquella mujer le hizo una señal a Kardia para que siguiera sus pasos mientras seguían hablando.
- Aún no entiendo por qué no me he convertido en escorpión... Dégel lo hizo para protegerme de mis guardias, aunque debo admitir que desde que lo hizo jamás volví a sufrir de esos ataques de temperatura.
- Eso es porqué estamos en un sitio que la reliquia ha creado para esconderse de aquellos curiosos con malas intenciones.
Los ojos de Kardia se sobresaltaron al escuchar esto, entonces quería decir que el corazón escarlata era capaz de protegerse a si mismo, como si tuviera vida propia.
- Entonces... ¿Esto no es real?
- Momentáneamente, por eso nadie es capaz de encontrarlo hasta que un digno portador la use.
El silencio inundó esos momentos mientras seguían caminando, Kardia desde que conoció a Dégel siempre se le había hecho alguien fascinante y lleno de misterios, es por ello que no toleraba que Deuteros estuviera a su lado sabiendo de sus intenciones con él.
No estaba ciego para no notarlo que el gemelo menor tenía toda la intención de ser pareja de su amado hechicero.Rápidamente movió su cabeza negando esos pensientos, eso ya no podía ser real puesto que desde que salieron del castillo la única prioridad de Dégel ha Sido protegerlo.
- Es mejor que despejes tus dudas antes de dar el siguiente paso joven de Caristeas.
- Yo... Debo decir que desde que mis padres murieron y cuando perdí a mi hermana yo... - Se quedó callado unos momentos, aún en el fondo esa parte le dolía en lo más profundo de su corazón.
- Kardia... - Interrumpió la guardiana del corazón escarlata.
- ¿Si?
La mujer se colocó frente a él, deteniendo su andar, necesitaba terminar con su misión antes de que Saori quisiera darles alcance para robar aquella joya codiciada por muchos.
- ¿Crees en la resurrección?
- ¿Que? - Cuestionó el joven rey con asombro, eso era algo imposible. Aunque con la hechicera del campamento de Dégel lo había visto. Sasha logró regresar a todos los suyos del borde de la muerte, entonces no hay imposibles para ello ¿O si?
- Si tuvieras la oportunidad de ver una vez más alguien de tu vida ¿Quién sería aquella persona especial? Cabe mencionar que debe ser una persona que no viva en este mundo terrenal.
"Especial en su vida" esa frase resonaba en su mente una y otra vez. No negaba que ese sentimiento de amor era para Dégel, pero también muy en el fondo el amor fraternal que tenía para su hermana aún quedaba en su corazón.
- Mi hermana, sin duda mi hermana es la persona que quisiera volver a ver en mi vida.
La mujer alzó sus brazos, recitó unas oraciones en una lengua desconocida para Kardia y en ese momento de la boca de la dama salió una pequeña piedra del tamaño quizá de una uva pero esta era de color blanco, parecía una pequeña perla.
- Guarda muy bien esta pequeña reliquia, la necesitarás.
- ¿Esto es el corazón escarlata? - Cuestionó Kardia mirando aquella perla con curiosidad, por qué de escarlata no tenía nada.
- Recuerda que te pregunté si creías en la resurrección... Esta es la reliquia de la vida. Cuando todo esto acabe ve a la tumba de tu hermana y verás la sorpresa que te tiene listo aquella perla.
Kardia no pudo evitar acercarse a la mujer y envolverla en un cálido abrazo, algo muy raro en el por qué no solía ser muy afectuoso.
- Mi trabajo está hecho.
La mujer lentamente se fue liberando de los brazos de Kardia, comenzó a retroceder esbozando una cálida sonrisa por última vez.
- ¡E... Espera! No te vayas - Grito Kardia intentando alcanzar a la mujer - ¡Aún no sé dónde está ese corazón que resguardabas!
- El corazón escarlata está mucho más cerca de lo que piensan... Tiene la capacidad de protegerse a si mismo y también de esconderse de los seres que no lo merecen.
- ¡No entiendo nada!
La mujer movía sus manos en el aire a manera de despedida mientras desaparecía poco a poco de ese lugar, volviéndose un ser traslúcido.
- La reliquia ya ha encontrado un anfitrión.
Esas fueron las últimas palabras de la mujer, después desapareció en su totalidad frente a la mirada atónita de Kardia quien se quedó con demasiadas dudas.
- El mundo de Dégel es fascinante.
Se dijo a su mismo mientras guardaba aquella perla entre sus prendas, debía ser muy cuidadoso para no perderla.
Aún le faltaba por encontrar a Dégel y de una vez por todas salir de ese lugar.❄️💖❄️💖❄️💖❄️💖❄️💖❄️💖❄️💖❄️💖❄️💖
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Corazón Escarlata
FanfictionKardia es un príncipe que perdió a sus seres que más quería en esta vida. Degel es un hechicero que tiene que esconder sus habilidades tras perder injustamente a sus padres por un crimen que no cometieron. Un amor inesperado entre ambos surgirá para...