Capítulo 48

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Una tremenda carcajada comenzó a resonar por todo el lugar, tal pareciera que a Kardia le habían contado un chiste muy bueno, pasó su dedo índice bajo sus párpados limpiando las lágrimas que dejó escapar por aquella orden que Saori les había dado.

- Dime qué es tan gracioso joven de Caristeas.

Dégel lo miraba de reojo, no se estaba tomando en serio la situación por la cual ambos deberían luchar juntos, estuvo a punto de reclamarle cuando esté les respondió.

- Solo que me mates para poder sacarlo... Por qué está dentro de mi.

- ¡Kardia! - Exclamó molesto Dégel quien seguía ante la expectativa de sostener su varita frente a Saori.

- Vaya - Se llevó una mano a su mentón aquella mujer - Entonces primero te mataré.

Se abalanzó sobre el cuerpo de Kardia dispuesta a tomar el corazón a como diera lugar pero en ese momento cuando logró rozar sus manos con la piel del joven rey, estás de inmediato comenzaron a quemarse.
Saori rápidamente retiró sus manos, habían en mal estado, como si hubiera metido las manos al fuego momentáneamente.

- Ya entiendo - Susurró molesta mirando al par de jóvenes - Algo me dice que cada uno de ellos guarda una parte de la reliquia.

Comenzó a reír de una forma maliciosa, se elevó un poco en el aire junto con sus seres queridos convertidos en piedra, movió su báculo en el aire conjurando un hechizo esperando que este resultara de una vez.

- ¡Kardia, se nos va!

- ¡Vamos tras ella Dégel!

Cuando aquel hechizo terminó, Saori nuevamente dió un movimiento más haciendo que el sitio se cubriera de una espesa capa de neblina.
Ambos jóvenes terminaron atrapados sin poder mirar en que lugar se encontraba el contrario.

Con sus brazos extendidos intentaban encontrarse pero solo movían sus manos tocando a la nada de ese lugar.
Kardia decidió dar unos pasos al frente, por más que en vano llamaba a Dégel no lograba ver rastro alguno de él.

- ¡Dégel!

Lo llamaba sin éxito alguno, sin embargo al seguir caminando sintió como logró dar un paso en falso resbalando en lo que parecía ser una enorme barranca, rápidamente se sostuvo de la orilla de aquellas rocas, la neblina poco a poco fue desapareciendo.
Unos pasos se fueron acercando hasta donde se encontraba Kardia luchando por mantenerse en aquel lugar gritando por la ayuda de Dégel.

- Ahí está...

Lo que miraba Kardia en esos momentos lo dejó sin palabras, Dégel era quien caminaba al frente liderando a los demás y detrás de él se encontraba Saori quien parecía que le daba órdenes a su amado hechicero.

- ¡Dégel despierta!

Pero el joven no lo escuchaba, Kardia intentó subir su otra mano a la orilla de las rocas para evitar caer, pero entre más se acercaba Dégel fue donde se dió cuenta que Saori lo mantenía bajo sus órdenes, su miraba había cambiado a un color rojizo en sus iris.

- Es hora Degel...

- Si él muere, todos seremos felices...

Las voces provenientes detrás de Dégel pertenecían a Aspros, a Deuteros, Asmita también gritaba que le dieran muerte, incluso hasta Albafica... Ya no eran de piedra, al parecer Saori los usaba a su favor como si los hubiera hechizado a todos para que ataquen a Kardia.

- Mátalo Dégel - Susurró con malicia Defteros tomando la mano del joven hechicero - Solo así seremos felices los dos.

Cuando Kardia escuchó esto, de inmediato intentó escalar por su cuenta para poder subir completamente antes de caer al barranco sin fin.
No sabía que estaba sucediendo, si era realidad lo que veía o solo una simple ilusión de Saori.

- Vamos - Susurró Saori con una voz seductora al acercarse a Kardia, le entregó una daga en sus manos al joven rey - Sé muy en el fondo que no quieres este final donde tú amado esté con aquel hombre.

La tomó con nerviosismo, era de color dorado, incluso podía ver reflejado su rostro en aquella daga, tenía un terminado muy afilado y en el centro poseía un diminuto cristal que cambiaba constantemente a color negro.
La decisión definitiva le estaba causando dolores de cabeza al ver que Dégel y Deuteros estaban juntos y eso no es lo que quería, siempre intentó ganarse el corazón de Dégel, quizá fue muy loco e impulsivo al principio pero las últimas veces que logró confesarle su sentir sabía que ambos compartían el mismo sentimiento y así mismo ambos se prometieron acabar de una vez por todas con Saori.

Kardia tomó aquella daga y con pasos firmes se fue acercando hasta donde se encontraba Dégel y Defteros, los demás presentes observaban con desprecio a Kardia pero no le importó.

Saori quien miraba aquella escena con satisfacción esperando que su plan funcionara, cerró sus ojos por unos cuantos segundos, tiempo perfecto para que Kardia aprovechara esta ligera distracción, con aquella misma daga atravesó justamente en el lado izquierdo de Saori.

- Creiste que me dejaría llevar para que acabará con la vida de mi Dégel ¡Estás muy equivocada!

Una fuerte ráfaga envolvió el cuerpo de Saori y aquel escenario que había creado con su magia terminó rompiéndose en mil pedazos como si de un enorme espejo se tratara.

- Con una sola daga no podrás matarme Kardia... Necesitarás mucho más que eso para vencerme.

- Vieja loca - Masculló mirando a esa mujer nuevamente colocarse sobre una de las enormes rocas que había enfrente.

- Para ser un simple hombre de la realeza tienes muchas agallas para hacerme frente Kardia.

El joven rey sacó nuevamente la varita que sus mismas habilidades le otorgaron y apuntó a Saori de nuevo.

- Algo que le aprendí demasiado bien a Dégel es que jamás se rendía y siempre estuvo ahí para protegerme... ¡Es hora de que yo haga lo mismo, aún a costa de mi vida!

Un resplandor color escarlata se hizo notar en el lado izquierdo de su pecho al decir esto, Saori sobresaltó la mirada al ver que ahí es donde se resguardaba el corazón escarlata; tenía que acabar con Kardia de una vez por todas para poder tomarla y ser aquella hechicera que tanto había soñado ser.

Nuevamente dió unos movimientos en el aire con su báculo y comenzó a conjurar de nuevo otro hechizo, un destello salió disparado directo a Kardia quien también lanzó un ataque pero por fuerza la de Saori era mucho mayor.

Esto provocó que llegara el momento en el que Kardia dejó caer su varita por tanta fuerza que recibía por parte de ese ataque, Saori nuevamente recitó otras palabras en una lengua desconocida y justo antes de que Kardia lograra tomar su varita, alguien más recibió el ataque en su cuerpo impidiendo que llegara hasta él.

- ¡No! - Gritó con desesperación Kardia al ver que había pasado.

- Kardia... - Susurró Dégel sin fuerzas al sentir como su amado lo tomaba entre sus brazos llorando desconsoladamente... Dégel había recibido el impacto completamente en su cuerpo.

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