Capítulo 32

322 48 43
                                    

Degel no podía creer lo que estaba pasando, jamás se hubiera imaginado que Kardia hiciera todo lo posible con tal de rescatarlo.
Rápidamente rompieron ese beso, Kardia tomó de la mano a Degel y corrieron lo más lejos que pudieron de esa cueva.

- ¡Kardia... No podemos dejar a los demás con Fafner! - Gritó el joven hechicero.

- No hay tiempo Degel, antes de entrar a la cueva pude hablar con ese sujeto despreciable - Respondió Kardia con la voz agitada corriendo entre inmenso bosque donde la luz de la luna aún iluminaba.

A los pocos minutos ambos se quedaron frente a un pequeño arroyo, Degel intentaba regular su respiración, Kardia tomó asiento en el suelo para poder descansar.

- Creo que ya nos alejamos lo suficiente - Contestó Kardia mirando a sus alrededores.

Degel se agachó al pequeño arroyo y con sus manos tomó un poco de agua para calmar su sed.

- Degel - Kardia se acercó a Degel, no tenía mucho tiempo dentro de pocos minutos amanecerá y Kardia nuevamente volverá a ser ese pequeño bichito que necesita de los cuidados de su amado hechicero.

Degel se levantó poco a poco después haber calmado su sed y se acercó para poder escuchar a Kardia.

- No tengo mucho tiempo Degel pero Fafner me dijo que nos quiere capturar para poder sacar la reliquia que tanto mencionas.

- ¿Nosotros? - Cuestionó Degel incrédulo ante lo que oía. Tenía una remota idea sobre aquella reliquia pero no del todo.

- ¡Así es! Dijo que se llamaba corazón escarlata y que solo pueden sacarlo dos personas que en verdad se profesen amor verdadero.

- Corazón escarlata... Amor verdadero - El joven hechicero se llevó una mano a su mentón para tratar de entender aquella pista.

- ¡Esto es confuso... No sé ni donde esté! - Gritó con desesperación tirando levemente de sus mechones verdes.

Kardia notó su preocupación y colocó su mano sobre el hombro de su adoración.

- Degel, sé que nos conocimos en un mal momento, que fui un patán y manipulador contigo pero... - En ese momento agachó la mirada.

El joven hechicero se dio cuenta que le trataba de decir algo, con una sonrisa radiante tomó la mano de Kardia y entrelazó sus dedos con los de él.
Ambos se miraban fijamente y sentían como una corriente recorría sus cuerpos.

- No te guardo el más mínimo rencor Kardia, si estoy haciendo lo posible por ayudarte es porqué realmente me importas y no quiero que te pase nada.

- En todo este corto tiempo me he dado cuenta lo que realmente significas para mi Degel. Hechicero o no... Yo te amo tal y como eres.

En ese momento solamente Degel pudo tocar su rostro con dulzura, ya que el amanecer estaba llegando y Kardia volvió a su forma de escorpión.

Degel lo tomó entre sus manos y lo colocó en su hombro para poder seguir en su arduo camino y llegar de una vez por todas al corazón escarlata.








Fafner buscó por todos los alrededores sin éxito a Degel y Kardia, esos insolentes chicos se le escaparon de las manos en un solo momento.
Logró salir del hechizo que Degel conjuró y se dio cuenta que no era lo suficientemente fuerte para hacerle frente.

- Faure... Si en verdad quieres salvar al rey de Caristeas tendrás que luchar contra mi. Evidentemente te ganaré - Sonrió de manera maliciosa, tomó unos extraños polvos que guardaba en una bolsa y conjuró un portal.
El lugar se llenó de una extraña neblina verde y en tan solo unos instantes desapareció.










Degel se sentía muy agotado, en la noche no pudo descansar ni un solo instante.
Envidiaba a Kardia porqué a pesar de ser un pequeño escorpión él podía dormir tranquilamente sobre su hombro.
A su cansancio se le sumaba el hecho que no pudo probar ni un alimento desde que fue capturado por el lich.

Dio unos cuantos pasos más, estuvo a punto de caer al suelo sin muchas fuerzas pero de pronto alguien logró tomarlo de la cintura evitando que cayera.

- ¡Degel!

Este grito hizo que una mujer de cabellos ondulados y obscuros se acercara corriendo mientras guardaba su varita en sus prendas.

- ¡No puede ser Krest!... ¡Es nuestro Degel! - la dama se llevó sus manos asombrada, habían encontrado a su hijo después de todo lo malo que habían pasado.

- Hay que llevarlo al campamento, se ve muy agotado - Krest tomó a su hijo en sus brazos y lo llevaron hasta el lugar donde se estaban refugiando.

- ¿Porqué nuestro hijo tiene un bicho sobre su hombro? - Cuestionó Garnet retirándole ese escorpión, estaba dispuesta a tirarlo pero Krest no la dejó.

- No lo tires... Quizá Degel lo tenga como mascota... Ya ves que nuestro hijo tiene gustos muy extraños.

Garnet tomó al pequeño escorpión que seguía profundamente dormido, aunque le daba un poco de pavor llevarlo pero no tenía opción, si resultaba ser un animalito muy querido para Degel, se pondría muy molesto si lo pierden.


No tardaron mucho tiempo en llegar al campamento donde se estaban refugiando los demás hechiceros y ellos.
Llegaron a la carpa donde descansaban y Krest se llevó a su hijo hasta donde se encontraban las frazadas que usaban para cubrirse.

- Mientras despierta, iré a ver a Sasha para avisarle que nuestro hijo ya está con nosotros - Respondió Krest acostando con sumo cuidado a Degel tratando de no despertarlo.

- Yo prepararé algo para que nuestro hijo coma, se ve muy agotado - Garnet dejó al pequeño escorpión a lado de su hijo.

El padre de Degel salió de esa carpa mientras que Garnet tomaba algunos alimentos de las distintas canastas.
Lo que tenía en grandes cantidades eran manzanas que recolectaban de sus alrededores.
Tomó algunas y se acercó a su hijo para cerciorarse que seguía profundamente dormido.

- Mientras duermes iré a la carpa de a lado... Prepararé pay de manzana, sé que te gusta.

Con una sonrisa en su rostro Garnet salió de la carpa dejando a Degel solo en compañía de su pequeño escorpión.





Después de un largo tiempo el aroma a pay de manzana llegó hasta el pequeño bichito, amaba ese postre. Rápidamente despertó y corrió sobre el brazo de Degel dando pequeños saltitos intentando despertarlo.
Luego le dio un vistazo rápido a su alrededor, ese lugar no era el bosque, estaban en lo que parecía una carpa.

Aún con mayor razón necesitaba que Degel despertara, no quería esta nuevamente en peligro...

❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖

Corazón Escarlata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora