La primera noche en casa de Liam fue... extraña.
Era inusual para él que un par de brazos fuertes lo rodearan mientras dormía, que las sábanas fueran cálidas, que el colchón se sintiera firme, que sus pijamas no tuvieran agujeros, que alguien más cuidara su sueño hasta la mañana siguiente.
También fue inhabitual despertar con el primer soplo de brisa fresca del día y que al dirigirse a la cocina un montón de platillos humeantes esperaran por él ya servidos en la mesa... o que unos labios dulces lo llenaran de besos y le desearan los buenos días.
Muchas cosas cambiaron tras mudarse con Liam; su salud mejoró notoriamente cuando comenzó a alimentarse mejor y dormir ocho horas diarias en lugar de saltarse las comidas e imponerse un horario de sueño fatal.
En ocasiones se preguntaba si había tomado la decisión correcta, si en algún momento se arrepentiría de depositar un nivel de confianza tan alto en él... Curiosamente y como por arte de magia, Louis siempre lo interrumpía, bombardeándolo de mensajes en los que lo invitaba a salir un rato porque "extrañaba lo que era picarle el culo a diario".
A tan solo un par de meses de haberse mudado junto a Harry, su amigo ya había perdido toda vergüenza en cuanto a dinero y gastos se tratara. A pesar de no saber conducir, el hombre de ojos verdes le regaló un deportivo negro por el que a cualquiera se le saldría la baba, con chofer incluido; un par de veces llegó a ver el gigantesco armario que tenía en casa, repleto de prendas de marca de las que aún colgaban etiquetas, al igual que cajas, cajas y más cajas de zapatos.
Mientras, por otro lado, a Zayn lo mataba el remordimiento de tan solo saber que Liam trabajaba todo el día y él solo era un gasto más... Se sentía como un gran desconsiderado.
Esa tarde fueron a dar un paseo por el centro comercial de la ciudad. Louis no vaciló en arrastrarlo a una de esas tiendas donde se pagaba en tarjeta o en riñones, alegando haber visto una chaqueta idéntica a él.
Lo que le pareció más que absurdo fue que agarrara dos prendas completamente iguales.
" A Harry no le importa" comentó sin un mínimo de interés, dejándolas caer dentro del carrito para continuar viendo los demás artículos.
El moreno lo siguió de cerca, renegando ante su respuesta.
"¿No te da vergüenza?" le inquirió, en busca de hacerlo entrar en razón, mas a él no pudo afectarle menos. En su lugar, agarró una camiseta de la que colgaba una etiqueta con más de tres dígitos impresos en ella.
"¿Que mi novio sea asquerosamente rico y me consienta?" bufó "¿Qué hay de vergonzoso en eso?"
"Te has convertido en un mañoso..."
Una risa cargada de sarcasmo escapó de su boca, interrumpiendo la tanda de regaños que estaba formulando para él.
"Deja de hacerte el modesto y usa esa jodida tarjeta de crédito, sé que lo estás deseando."
Zayn tensó la mandíbula, tirándole del brazo en busca de tenerlo de frente.
"¿Dónde quedó eso de ser orgulloso con el dinero?"
"En mis calzoncillos Gucci, justo al lado de mis huevos."
El castaño se soltó suavemente de su agarre, continuando su recorrido alrededor de la tienda. Una brillante chaqueta de cuero atrajo su atención y no dudó en quitarla del perchero.
"Mira, esto te quedaría bien" le aseguró, mostrándosela.
Zayn reaccionó de forma casi inmediata, aturdiéndose.
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Daisy flowers [ZIAM]
FanfictionEl amor no está en los lujos, la fama o la belleza... está en aquellos corazones que tienen la potestad de ver almas nobles y latir por ellas. ¿Cómo un joven adinerado terminó cayendo fuerte por un insignificante muchacho que vendía flores en la ca...