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- T/n - Hestia me estaba levantando - ¿has escuchado ese ruido?

- ¿Qué ruido? - dije intentando abrir mis ojos - si quieres vamos a investigar.

- ¿Y si nos pilla Argus? - estaba preocupada.

- Pues decimos de que hay un ruido que no nos deja dormir y se lo queríamos comentar a Dumbledore - insistí.

- Esta bien... - me ayudó a levantarme - pero tu vas delante.

Cumplió lo que dijo y se puso detrás de mi espalda mientras abría abría la puerta, por si acaso cogimos nuestras varitas. Esta primera semana en Hogwarts ha sido muy movida, no me extrañaría de que pasara algo más. El ruido venía de los baños, el de las chicas, entramos silenciosamente y nos asustamos.

- ¿¡Qué cojones es eso Hestia!? - susurré casi sin voz.

- Creo que es un troll, son muy tontos pero tienen mucha fuerza - y esa horrible criatura se dió la vuelta y nos miró - creo que será mejor que empecemos a correr t/n.

- Estabas tardando en decirlo - salimos de allí disparadas pero esa cosa nos seguía - ¿a dónde lo llevamos? Es posible que destroce todo Hogwarts.

- ¡Vamos al "Sauce Boxeador"! - gritó - no lo conoces pero sígueme, ahora verás lo que hace.

Tomó la delantera mientras iba detrás suya intentando que el maldito troll no me diera con su mazo, estábamos agotadas y sin quererlo cada vez íbamos más lenta. Hasta que me acordé de una de las maldiciones, no iba a pasarme ya que es un troll y tampoco quería matarlo, solamente le llevaría al sauce boxeador.

- ¡IMPERIO! - se le pusieron ojos blancos con tonos azules y paró en seco - Hes, dime dónde está ese árbol porque no sé si aguantaré mucho más...

Ella solo asintió y llegamos, parecía un árbol viejo, ¿y por qué boxeador? ¿Te da ostias o qué? Estaba en lo correcto, quité el conjuro sobre la criatura y se puso a pelear con la planta, yo simplemente me caí al suelo, estaba exhausta.

- ¿¡Qué ha pasado!? - apareció nuestro director.

- Gracias a t/n no hemos muerto - dijo Hes mientras intentaba levantarme.

- Ella ha tenido la brillante idea de venir aquí - susurré sin fuerzas - como la primera vez que nos conocimos Dumbledore...

Desperté con un dolor de piernas increíble en la enfermería, me dí cuenta de que en la mesita que estaba al lado mía habían chucherías y tarjetas que ponían de que me recuperara, algunos de alumnos más pequeños que yo y de otros más grandes.

- ¿Cómo te sientes? - entró el director - veo que tienes admiradores.

- Me duelen las piernas pero estoy bien, yo tampoco sabía que tenía gente que me admiraba - sonreí.

- Es tu primer año y solo llevas una semana, déjame decirte que no cualquiera es capaz de derrotar un troll y ya sabes que las noticias vuelan - sonrió.

- ¿Y Hestia? ¿Está bien? - pregunté al acordarme de ella.

- La señorita Jones está en la biblioteca - propio de ella - tuve la mala suerte de comer uno que sabía a huevo podrido, perdí el gusto - cogiendo unas chuches de mi mesita y reí.

- ¿Puedo irme ya de aquí, director? - pregunté.

- Por supuesto, nos vemos luego t/n - y se retiró.

Ví en un reloj de los pasillos que eran como las cinco de la tarde... ¡Hoy venía Draco a por mí! Obviamente me voy a cambiar, entré en mi cuarto y me puse unas mayas junto a una camiseta verde pastel y zapatillas blancas, me dejé mi pelo suelto, no tenía más tiempo porque tocaron la puerta.

- Me han contado que te has desmayado anoche, ¿por qué no sigues en enfermería? - exclamó.

- Porque estoy bien y me han dado permiso para salir - respondí - y, ¿qué vamos a hacer?

- Te voy a enseñar un lugar - extendió su mano - vamos, que no muerdo

- Muy gracioso Draco - y posé la mía sobre la suya.

Salimos de la sala común y me preguntaba en mi mente, ¿qué me quiere mostrar este rubio? Como se ponga chulo como siempre, le voy a tener que dar otro tortazo. Subimos un montón de escaleras, hasta que llegamos a un pequeño lugar.

- Esta, es la "Torre de Astronomía" - me tapó los ojos porque se puso detrás mía - te voy a enseñar una cosa, pero tienes que confiar en mí.

- Solo te advierto de que más te vale no matarme - rió y quitó sus manos de mi vista - ¡Es hermoso Draco!

Estaba delante de una pequeña y única ventana en la que se veía el precioso atardecer cayendo sobre los árboles y el lago donde fui con Diggory, el hurón albino se puso a mi lado, nos miramos a la vez...

- ¿Y por qué me has traído aquí? - pregunté mientras volvía a admirar el paisaje.

- Soy el único que pasa tiempo en este sitio - empezó a explicar, él seguía mirándome - y creo que tu tienes que estar más estresada que yo, así que, te mereces conocerlo.

- Cuando quieres eres increíble Draco - le miré a los ojos.

- A veces, ¿piensas que soy increíble? - repitió sonriendo y asentí - vamos avanzando t/n.

- Pero no te emociones eh - reímos.

- ¿Por qué ha salido tu nombre para el torneo? - dijo sin más.

- No lo sé, yo ni quería participar y pues lo más lógico, es que haya sido alguien para hacer la gracia - respondí y nos quedamos en silencio mirándonos.

- T/n, ¿por qué eres así? - preguntó apartando un mechón de mi pelo detrás de la oreja.

- ¿Cómo soy según tú? - reí.

- Tan bella, señorita t/a - me sonrojé y él lo noto - adoro cuando te pones roja por mí y no por Diggory.

- ¿Por qué metes a Cedric? - pregunté.

- Hay rumores de que os gustáis - respondió acercándose a mi cara.

- Solo nos estamos conociendo pero es muy lindo conmigo - su expresión paso de ser coqueto a enfadado.

- Sinceramente, creo que te quiere en su cama - soltó sin más.

- Ya estabas tardando en joder la situación Draco - me fuí hacia la puerta - y ni te atrevas a agarrarme porque te lanzaré un Crucio.

Bajé todas las asquerosas escaleras y fuí a reunirme con Oliver, no iba a ser muy difícil de encontrarlo que digamos. Siempre estaba jugando al Quidditch, creo que está drogado con ese deporte.

- ¡Oliver! - levanté mis brazos para que me localice.

- ¿Qué te trae por aquí t/n? - preguntó colocándose enfrente mía - ¿quieres colarte otra vez en la sala de Gryffindor?

- No - reímos - una vez te ofreciste a enseñarme el deporte de Hogwarts si mal no recuerdo.

- En ese caso, te presto las escobas que hay para entrenar - sonrió.

Aunque acababa de salir de la enfermería, me sentía libre cuando le pillé el tranquillo a volar con escoba, cada vez iba más rápido y el capitán me enseñaba trucos. Me ayudó a desconectar de todo, y así pasaron las horas hasta que me fuí a acostar.

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Ahora si que dudo bastante de subir dos capítulos al día, lo siento pero voy a estar como dos semanas ocupada, pero siempre intentaré en mis ratos libres seguir con la historia.

No tengo mucho más que decir y gracias por votar en partes de la historia jusjus os quiero :)

Byee!! <3

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