GANAS NO INDICADAS +18

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Era sábado, así que hoy no teníamos clase y no hacía falta llevar el uniforme, ahora mismo me estaba poniendo una camiseta ancha negra con un dibujo de una cara sonriente derritiéndose, junto a unos vaqueros rotos y unas zapatillas rosa con más minicaritas sonrientes multicolores. 

Salí a los pasillos abarrotados de gente ya que eran como las dos de la tarde y todo el mundo se dirigía al comedor, me rasqué la cabeza y me dí cuenta de que se me olvidó peinarme, por suerte tenía una goma así que me hice un moño del que colgaban pequeños mechones rubios. Abrí las puertas del Gran Comedor y me dirigí con el Trío de oro que, casualmente, estaban con Hestia.

- ¿A alguien le pillaron ayer? - todos negaron con la cabeza - lo siento, pensaba que iba a salir mejor - apoyé mi cabeza sobre mis manos.

- No te preocupes, lo que importa es que Ojoloco no robaba cosas de clase de Snape - afirmó Harry - pero, sinceramente, no me creo que Flora haya hecho caso a las órdenes de Draco.

Un puto flashback se vino a mi mente sobre sus carnosos labios, nuestras lenguas chocando y...¡basta! Tiene razón el ojiazul, la gemela de Hes ha mentido ya que la Barbie de Slytherin estaba en los baños llorando y dudo mucho que ella le haya visto con ese aspecto.

- Yo tampoco me lo creo - replicó Hestia - conozco a mi hermana y ella es demasiado dormilona, sus horas de sueño no se las quita nadie.

Cada uno se fue a la mesa de su casa debido a que apareció la comida, me senté muy cerca de los profesores debido a que los demás sitios estaban ocupados. Sentí una mirada punzante sobre mí, y estaba en lo corrector, Alastor no me quitaba su mirada de encima mía.

- ¡Ha llegado el día de conocer a nuestros elegidos! - anunció Dumbledore, se acercó al enorme Cáliz de Fuego.

Se puso al lado de este, las llamas se volvieron rojas, y de repente, salió un papel azul, ese debería dictar quien de las chicas de la otra escuela era elegida para representarla en este torneo tan peligroso.

- Y la elegida de Beauxbatons es ¡Fleur Delacour! - anunció y aplaudieran.

Se acercó al director y le estrechó la mano y se fue hacia una puerta que dirigía a la sala donde los participantes se verían las caras. Salieron llamas rojas y apareció un papel de cuero.

- El siguiente participante de Durmstrang será ¡Viktor Krum! - los chicos aplaudieron, y aquel chico repitió los mismos pasos que la chica de antes. Volvieron a salir llamas rojas y se escapó un papelito con un toque de amarillo claro.

- Y, por último, el estudiante que representará a Hogwarts es ¡Cedric Diggory! - la mesa de Slytherin y Hufflepuff están al lado, por lo que me salió del alma abrazarlo mientras los demás aplaudían.

- Bien hecho, señorito - le felicité.

- Que sepas que no me olvido nuestro tema sobre el paseo, chica torpe - me susurró al oído.

Se alejó dejándome con su sonrisa de oreja a oreja donde se veían esos dientes blancos, me volví a sentar y no sé por qué, miré a Draco, parecía un poco molesto, tenía la mandíbula tensada pero no tanto como la última vez. 

Todo el mundo estaba comiendo, hablando de sus cosas, todo era normal. Hasta que las llamas de Cáliz volvieron a ser rojas, ya eran tres participantes, ¿o me he equivocado al contar? No, aparecieron dos papeles: uno era normal y en el otro parecían unas escamas de algunas serpiente. Nadie sabía lo que estaba pasando, y mucho menos yo.

- ¡Harry Potter y t/n t/a! - gritó, me quedé en shock y miré al chico con gafas que estaba igual de pasmado que yo.

Volvió a repetir nuestros nombres y nos levantamos, nos sacudió la cabeza a un lado para que nos fuéramos a juntar con los otros participantes del Torneo. Nunca olvidaré la sensación de haber caminado por allí ; cuchicheaban, me juzgaban... Claro, yo no he puesto mi papel, ¡y mucho menos con piel de serpiente! Había estado saliendo de noche para obtener respuestas, había entrado a la Sección Prohibida de la biblioteca, pero si decía lo que había estado haciendo esta semana, me da a mí que me castigan por meses o me expulsan.

- ¿Has metido el papel? - me preguntó Harry.

- Que va, lo sabes perfectamente de que he estado liada muchas cosas para, justo, inscribirme en un estúpido torneo - exclamé.

Llegamos a una pequeña pero acogedora sala en la que estaban los participantes, alrededor habían un montón de trofeos de Hogwarts que había ganado. Al vernos los demás se sorprendieron, su rostro lo decía todo, y el del nuestro también. De repente, Dumbledore, agarró al ojiazul y lo zarandeó.

- ¿¡Has metido tú el papel o se lo has pedido a alguien!? - exclamó.

- No, señor - le respondió un poco nervioso.

Dejó a Harry a un lado mientras los demás adultos nos miraban con desprecio, seguramente pensaban que estábamos mintiendo sobre lo del cáliz, pero no podíamos hacer nada, sin ninguna razón ha pasado y punto, espero que haya sido una broma esto.

- ¿Y tú t/n? ¿Se lo has pedido a alguien? - me agarró Albus por los hombros, iba a contestar pero Snape se adelantó.

- Señor director, no creo que la señorita t/a haya conseguido escribir sobre piel de serpiente... En cambio, no podría decir lo mismo de Potter.

- ¡Son críos! ¡No pueden participar! - se metió McGonagall.

- No se puede hacer nada, las normas se tienen que cumplir y es obligatorio - sentenció el proveedor del torneo.

Los adultos seguían discutiendo sobre que nosotros participáramos en esto. Yo solamente observaba, estaba quieta en mi sitio hasta que Cedric movió mi cara con su delicada mano para que le mirara.

- ¿Estás bien? - parecía preocupado.

- Estaría mejor si no hubiera salido mi nombre en la copa esa - me abrazó para tranquilizarme, así que se lo acepté.

- Pueden retirarse todos los participantes, necesitamos aclarar este tema a solas - bufó el director de Durmstrang.

Todos salimos y el Gran Comedor estaba desierto, seguramente los alumnos estén en el patio. Llegamos, localizamos a Ginny, Ron, Hermione y Hestia, fuí con Harry y Cedric, quien rodeaba mis hombros con su brazo. Nos dirigimos a su dirección hasta que alguien que estaba encima de un árbol nos llamó.

- Las noticias corren rápido Potter y t/n - se burló - he hecho una apuesta con mi padre a que no aguantáis ni la primera prueba.

- ¡Vete a la mierda Draco! - le solté.

Lo ignoramos hasta que con el rabillo del ojo sacaba su varita, ¿de verdad iba a lanzarnos un hechizo? Estaba sacando yo la mía por si acaso, hasta que alguien se adelantó haciendo que el rubio desapareciera. La gente empezó a reírse y nos giramos, le habían convertido en hurón.

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¡Muy buenas! Vengo a avisar de que entre semana no sé si podré subir dos capítulos al día, estoy liada porque ponen más exámenes  trabajos.

Pero lo intentaré xd

Byee!! <3