GANAS NO INDICADAS +18

33

Draco's pov

Un pequeño rayo de luz golpeó mi cara por lo que me desperté, iba a moverme cuando siento un cuerpo encima mío, t/n... Nunca en mi vida me he quedado dormido con una chica, es solo sexo y me largo pero con ella es todo tan ¿diferente? Ni he follado con ella, le pedí que me abrazara y no sé por qué esta chica se está volviendo como mi debilidad.

Me quedé observando su preciosa cara, su piel cálida conjuntada con esas hermosas mejillas rosaditas igual que sus labios gorditos. Siento que esta chica ha sido creada por los dioses porque todo en ella es perfecto y no podría encontrarle ningún fallo.

Empezó a despertarse poco a poco aunque seguía acostada sobre mí, comenzó a abrir sus ojos lentamente, esos ojos verdes que me hipnotizan.

- Buenos días, Malfoy - dijo con voz baja - ¿¡Malfoy!? ¿Qué haces aquí? ¿¡Por qué no tienes camiseta!? - se levantó de mi pecho con los ojos bien abiertos como platos. 

- Buenos días - apoyé mi cabeza sobre mis brazos - Me pediste que durmiera contigo y tu virginidad sigue viva, tranquila, podrás pensar muchas cosas de mí pero hay que ser miserable para aprovecharse de esa situación.

Noté que se sonrojó - ¿Por qué no llevas camiseta? - no paraba de observar mi abdomen.

- Siempre duermo así, aún no hace frío para ir tan abrigado y además, das calor mientras me abrazas - cada vez estaba más roja y no pude evitar soltar una risita.

- ¿Qué demonios te hace gracia? - entrecerró sus ojos, minutos más tarde me fijé que apoyaba su mano en su cabeza.

- En general todo, acuérdate que hoy tienes la segunda prueba del Torneo, para no tener dolor de cabeza te voy a traer una medicina, me la dejaron un día enfrente de mi cuarto - me levanté para ir a por ella.

Cuando volví, ella estaba en el baño, con la puerta abierta ya que se estaba lavando la cara. Nunca olvidaré esta escena, puede que nunca se vaya a repetir así que la guardaré en mi mente.

- Con esto no te dolerá - agarré la cuchara y deposité el líquido cuando observé que una sonrisa se formaba en su rostro - ¿qué te hace tanta gracia? - levanté una ceja en forma de burla.

- Se me hace raro que me estés cuidando, y no sé, me estás dando mucha ternura - rió, ¿por qué me encanta hasta escucharla reír? - ¿aún no sabes quién te regaló esto?

- La verdad es que no, abre la boca - me hizo caso y al tragar la cucharada de medicina puso una cara de asco muy graciosa, por lo que sonreí inconscientemente.

- Joder, no sabía que iba a saber tan mal, mira que intenté añadir sabor de manzana verde - comentó cuando sin querer abrió los ojos.

- ¿Fuiste tú? - la miré incrédulo - ¿cómo lo sabías?

- Te ví una vez en la biblioteca mirando libros para pociones de medicina para la cabeza y te largaste cuando me viste porque nos peleamos... Y tampoco quería que te encuentres mal ni nada - miraba hacia el suelo.

Agarré su mentón y mi movimiento fue involuntario, pasé un mechón rebelde por detrás de su oreja, estaba sonrosada igual que yo. Mis labios se juntaron con los suyos, solo fue un pico y me cuesta aceptar que algo en mí se removió, nos separamos y notaba mis mejillas arder.