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CELOS PATÉTICOS.
—¿Con quién hablas?—pregunta Harry divertido cuando ella ríe viendo a la pantalla y teclea una respuesta.
—Es un chico del colegio, nos tocó hacer un proyecto de álgebra juntos y me manda memes nerds y horribles a cada momento, es genial—sonríe y deja su teléfono a su costado para ver a su castaño chico, notando que su semblante habia cambiado un poco por uno lleno de recelo—¿En qué canción estás trabajando ahora?—pregunta aclarando su garganta y acercándose un poco para ver que el estaba en los versos de “Adore You”—Creí que habías dicho que ya estaba terminada—frunce el ceño ella y el no la mira.
Harry estaba celoso.
—Si...pero estas últimas semanas se me ocurrieron mejores cosas—se encoge de hombros e intenta tapar pero ella le roba el cuaderno leyendo que había cambiado versos enteros.
“Camino en tu paraíso de arcoiris En mi mente está ese labial de fresas Me pierdo demasiado en tus ojos ¿Podrías creerlo?
Ta ra ra ra ra ra ra, No hace falta que digas nada, No hace falta que digas que eres mía.”
Finlay se sonroja inevitablemente y lo mira con una pequeña sonrisa, sentía ya como su pulso se aceleraba aún si el chico estuviese cruzado de brazos con la mirada perdida en la ventana pensando tan solo las cosas más tontas de un celoso empedernido.
—Me encanta—dice sentándose a su lado y tomando su lápiz con la frase perfecta que le nacía en la cabeza.
“No hace falta que digas que me quieres. Solo quiero decirte algo, últimamente no sales de mi mente."
Harry observa como ella escribe bajo lo creado por él y por un fugaz segundo se emociona pensando que se lo escribía a él... antes de que su traicionero lado inmaduro note la sonrisa en ella y le haga recordar la que le dedicaba a la conversación con ese chico de álgebra.
—Vaya, eso fué rápido, estás especialmente inspirada hoy, ¿No es así?—su tono es sarcástico y ella lentamente pierde su sonrisa.
—¿De qué hablas?—pregunta perdida y el le quita el cuaderno de nuevo.
—Nada, sería mejor hablar de nada y seguir trabajando, no te vendría mal ¿No te parece?—se mueve en el sillón para hacerse bolita en la esquina y escribir en privacidad.
Finlay está molesta. No entendía a qué venía ese cambio de tratos.
Si en verdad este no fuese su trabajo seguramente le hubiese pedido explicaciones y le daría la discusión más difícil de ganar a su jefe por aquel comentario, pero como era tal debía guardarse sus pensamientos sobre esa actitud tan estúpida. En realidad Harry no se siente mejor cuando se aleja de ella, pero eso nunca lo había hecho reflexionar en ningún ataque de celos, de hecho quería que se vaya y lo deje solo.
—Ya hice lo de hoy, creo que iré a casa a hacer mi tarea y sigo con el concepto de Falling allí—aclara su garganta tomando su cuaderno para guardarlo en su mochila y se levanta del sillón siendo seguida por los ojos de Harry.
Irónicamente se molesta porque se vaya y lo deje solo.
—¿Es eso o quieres seguir con tu teléfono?—insinúa y ella se vuelve a él totalmente atónita, ofendida e incrédula.
—¿Disculpa? ¿Se puede saber qué intentas decir con eso?—odia que insinúe que ella no estaba cumpliendo su trabajo porque si había una ley para Finlay era la de hacer el trabajo y hacerlo con la mayor excelencia que podía ofrecer—¿No eres tú quien no para de decirme que estoy literalmente salvando su álbum y que lo ayudo a terminar canciones en las que se pasó estancado por meses?—le saca en cara y el odia que tenga razón, pero no puede evitar seguir dando su discusión.
—Oh, no lo sé, quizás no puedo recordarlo porque hoy apenas hablaste por estar conversando con ese compañerito de los memes todo el día—espeta apretando el lápiz en sus dedos y ella iba a responder con aún más rivalidad porque eso era una completa exageración... hasta que la inteligencia que la dotaba le hace darse cuenta de lo que estaba pasando.
Esto definitivamente no se trataba del trabajo ni de canciones.
—Woah, woah... Whoa—se lleva las manos a la cabeza completamente atónita a lo que estaba descifrando.
...¿En verdad podía llegar a comportarse como un niño tan solo por sentirse amenazado?.
—Tenías razón, en verdad puedes ponerte patético cuando estás celoso, Harold—es lo último que dice antes de dirigirse a la puerta con cero energías para entretener este tipo de actitudes.
Harry se queda helado en su lugar, despertándose de su pésimo episodio y dándose cuenta de que lo había hecho de nuevo, había delatado sus sentimientos en un lamentable actuar, y se siente mal inmediatamente por haberse comportado así...pero solo por unos segundos, porque aún seguía siendo un bebé llorón cuando no podía conseguir lo que quería.
Definitivamente no podía conseguir a Finlay, asique estaba de malas, molesto con la vida y hasta con ella.
Esa noche duerme con una sensación muy desagradable, ya que quería hablarle, quería que estén bien para llevarla de paseo y sentarse a verla escribir con ese talento que tenía, pero tampoco quería dar su brazo a torcer y admitir que era un tonto por sentir celos cuando era obvio que ella era libre de hablar con que quiera y ni siquiera tenía la excusa de ser su novio para opinar.
Al levantarse no esperaba pasar todo el día tan horriblemente, pero ni ir a cenar con Camille le sacaba de la cabeza cuánto extrañaba a Finlay y a sus ojos azules. Hasta logra escribir lo que sentía en unos versos, encontrando esta como la única manera de decir lo que sentía sin sonar como un jugador a dos puntas.
Asique le manda esas estrofas en la noche luego de haberla pensado todo el día, para que ella lea los que luego de semanas terminarían siendo los versos que conformaban a la séptima canción de su segundo álbum.
Esa en la que confesaba que era un hijo de puta arrogante.
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🤎Yayyyy amo imaginar a Harry celoso🤎 See you soon🤎🤎🤎
