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LOVER.
—¡HE LOOKS UP GRINNING LIKE A DEVIL!
Finlay salta completamente sacada de sus cabales y toma de la mano a Harry para que la imite, provocando que el mismo ría cantando aún más fuerte la letra de Cruel Summer.
Era tan malditamente divertido, ya había olvidado que tan emocionante era estar en el público, habían bajado del VIP un rato hacia el tumulto de gente, camuflados bajo sus hoodies enormes de RED (Taylor'sVersion), cubrebocas y cada uno con sus lentes que usaban solo en casa, además del gorro de lana con el que Styles ocultaba su cabello, por supuesto no tenían la completa confianza de que saldría bien aquello de fundirse en la multitud por lo que inherentemente tuvieron que aceptar que lo acompañen dos personas del equipo de seguridad, pero por suerte mantenían su distancia.
Adoraba esta noche profundamente, ni estando borracha jamás había visto a Finlay tan fuera de sí, la clásica y contenida chica de ojos azules se volvió otra persona cuando Taylor salió al escenario, desde verla llorar mientras cantaba llorando cualquier canción de evermore, hasta ahora saltar como canguro sin cansarse mientras gritaba las letras de Lover.
Era como si hubiera liberado a la bestia interna y lo ponía algo celoso que no la había visto nunca tan pasional en los conciertos que él daba.
—Necesito ir a mear—dice ella tirando de su brazo con prisa, quería ir rápido antes de que termine Cruel Summer para no perderse la siguiente canción.
—Vamos, vamos—dice apresurado tocando el hombro del seguridad cerca para pedirle guía.
Con pasos rápidos son asistidos hasta el pasillo que llevaba al baño, al cual Finlay entra como alma que lleva el diablo, escuchando a Taylor hablar sobre cualquier cosa que no se entendía desde esta acústica, hace todo lo posible por salir rápido luego de lavarse las manos, y sale corriendo tomando la mano a su azul para juntos dirigirse a trotes hacia su lugar nuevamente.
Wallace no se esperaba que a mitad de camino ya las cuerdas rasguen al ritmo de su canción favorita en el amor, ni que al oírla Harry atrape su cintura para detenerla con suavidad, lo cual la pierde.
—Es nuestra canción, azul, vamos—pide tratando de tirar de él, pero el mismo se niega quitándose la mascarilla y la retiene mientras se balancea con una sonrisa.
—Exactamente, es nuestra canción—le baja el cubrebocas a la chica y la besa múltiples veces para que no proteste, mientras con lentitud la convence de bailar con él.
Había sentido tantos nervios de estar en pleno pasillo fuera del palco para el público, de estar en pleno lugar en el que no debían estar, pero al recordar que era Harry Styles quien rompía las reglas le da sentido al por qué nadie los detenía y solo los observaban con ternura.
