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TÓMALO COMO UN CUMPLIDO.
—¿Quieres comprar pizza e ir cerca de la playa a seguir? El día está muy hermoso—ofrece Harry y ella asiente inmediatamente ya que había pensado en Zuma Beach toda la mañana.
—¿Nos podremos meter al agua o quieres mantenerte lejos de la gente?—pregunta ella en dudas de si debía ir a buscar algún bikini.
—Ambas, debe haber algún lugar donde podamos hacer ambas a la vez—dice despreocupado mientras entra a la app de Uber eats para ordenar una pizza de champiñones e ir a buscarla en diez minutos—¿Domino's o pizza hut?—pregunta con dudas y ella lo piensa un poco.
—Pizza hut—decide ya que el queso de ahí era más asquerosamente grasoso en el buen sentido.
—Entonces deja que me cambio y vamos a tu casa a buscar tu ropa, luego de ahí buscamos la pizza y ya estamos listos para la playa—el da un trote al pasillo para meterse a su cuarto.
Finlay no puede pensar en otra cosa más que no sea lo rara y adorable que era su forma de correr, aunque también trataba de pensar en cuál bikini podría llevar, a la vez que agradecía haber ido a depilarse completa con cera a pesar de que lo odiaba cada vez más.
"Luego te acostumbras al dolor" No, nunca te acostumbras, es una jodida mentira.
—¡Andando!—Harry pasa frente a ella en el mismo trote mientras vestía unos shorts de playa y una camisa veraniega junto a unas chanclas.
—Tus lentes son los lentes más geniales que haya visto—admite viendo aquellos lentes de marco blanco y el se los quita.
—¿Estos? Los tengo como desde hace cuatro años o más, ¿Quieres ver más y elegir uno así ambos somos igual de geniales?—propone divertido y ella sonríe encantada asintiendo—Ven conmigo—la invita volviendo al pasillo con Finlay detrás.
Se siente rara al entrar al cuarto se Harry, pero olía mucho a él y al perfume que usaba así que el encanto la hizo ignorar los nervios que sentía por estar ahí—Wow—se sorprende al ver el closet organizado y lleno de hermosas cosas, no es que no supiese que Harry no era exactamente "tradicional" con su ropa pero ver aquellos trajes que lo estaban haciendo furor era algo inexplicable.
—¿Cuál quieres?—pregunta con una sonrisa emocionada abriendo el cajón que tenía perfectamente ordenados como treinta pares de lentes.
La vista de Finlay instantáneamente para en unos lentes rojos de forma de corazón, sin saber que en un año Harry eligiría esos mismos lentes para el video de su futuro éxito.
