CAPITULO 1

8.8K 637 28
                                    

El capitulo 1 ya esta editado. cambie algunas cositas, agregue también y corregí algunas falta de ortografía que tenia. 

CAPÍTULO 1

En el palacio hay una parte del castillo donde el príncipe doncel del reino. Nadie tiene permitido el paso en esa parte del castillo por decreto del Rey y por la protección de su único hijo. Solo una sirvienta de mucha confianza tiene permitido de estar con el príncipe.

(Narra Izumi)

-príncipe tiene que ir a ver a su padre en los jardines real.-dijo la sirvienta.

-¿para qué?.-dijo el príncipe con molestia.

-lo siento majestad, no me dijeron para qué.-dijo la pobre sirvienta.-pero podrá salir de sus aposentos. No está feliz, hace mucho que no sale.-la sirvienta tenía una gran sonrisa mientras abría las cortinas y entrara algo de luz.- Usted ha esperado con muchas ansias este momentos de salir.

-tienes razón, pero..-Tenía dudas de salir.-Realmente ya no quiero salir de aquí. Sé que si salgo ya no estaré aquí más y ya no nos veremos más.

-príncipe.-dijo algo triste la sirvienta que era su única amiga hay dentro de ese gran castillo después de la muerte de su madre.- Más que nadie sabe que esto lo hacen por su bien.

-no te preocupes.-dijo el príncipe con una gran nostalgia.-Ya me resigne que es lo que me tocó vivir. No te mentiré me da miedo enfrentar lo desconocido.

-mi príncipe, tan lindo y con un gran corazón. Como me gustaría cambiar su destino..-la sirvienta se me acerco hasta estar a mi lado.-Pero no es momento. Tienen poco tiempo para estar arreglado e ir a ver a su padre.

Pasó el tiempo. Mi sirvienta me iba guiando por los pasillos cuando fue el momento de Salí. Trataba de no detenerme y llegar rápido con mi padre pero no lo podía evitar, había tantos recuerdos en cada pasillo con mi madre. Me imagine que todo seguiría igual a como lo dejo mi madre pero para mi sorpresa fue que no. Todo está cambiado. Por cada pasillo los sirvientes y los guardias se hacían a un lado del asombro de que yo estuviera afuera de mis aposentos, escuchaba como murmuraban cosas de mi.

Llegamos a la sala de tronos, anunciaron mi llegada y pase hasta estar enfrente de mi padre. Hice una reverencia de saludo y de respeto. En la sala estaban los guardias, algunos sirvientes sirviendo te a los del consejo. Mi padre con estos siente años ha envejecido bastante ya no es aquel hombre que recordaba de niño y escapaba de sus deberes para jugar conmigo por los jardines en aquel tiempo cuando era libre.

Mi padre dio por finalizado la reunión con el consejo y se paró de su trono para acercarse a mí. Y señalarme para que lo siguiera. Me guio al jardín principal del castillo. Los guardias y algunas sirvientas nos seguían a una cierta distancia.

-déjenos solos.-dijo el rey. Todos los sirvientes y guardias hicieron una reverencia y partieron, pero no muy lejos por si su rey los necesitaba.-mi pequeño.-dijo el rey al ver a su hijo que en estos años. Puso su mano en mi mejilla para luego poner una sonrisa triste.-Has crecido bien, mi pequeño.

-padre, si crecido bien.-dije con una gran nostalgia.

-Izumi tenemos que hablar, pero a que sentarnos ya que tu padre ya no es tan joven que hace 7 años.-dijo mi padre para sentarse debajo de un árbol de cerezo, donde había una banca de cemento.-Izumi con tu 21 años, ya puedes casarte con aquel hombre con el que te comprometí. Y darme el heredero de este reino que tanto quieren los del consejo. No me gustaría que esto pasara, pero es por el bien del reino y la corona.

-sí padre. Lo entiendo.-dijo algo triste.-Me han preparado desde hace siete años para este momento y ser un buen consorte.

-sé que no he sido el padre que debí y te encerré en tus aposentos por 7 años. Por la razón de que nadie te lastimara y sabes bien que cada hombre de la corte quería contraer matrimonio contigo y tener el reino para ellos.

-Nadie del exterior me ha lastimado padre. Nomás una persona y esa has sido tú en verme alejado de tu lado, pero no hay forma de cambiar las cosas.

-No te mande a hablar para que me recalques todo lo mal que he hecho, pero todo lo que hice y sigo haciendo es por ti y para que estés bien.-había hecho enojar a mi padre, pero tenía que sacar lo que tenía adentro.- ¿tienes alguna pregunta.

-¿cuándo será la boda?.-ya tenía ganas de volver a mis aposentos y no volver salir jamás.

-mañana en el atardecer.-dijo sin dudar.-ve a tu cuarto a prepararte para mañana.-mi padre se puso de pie y salió de ahí sin voltear a verme y decirme un adiós.

-sí padre.-dije, pero sabía que no lo había escuchado para salir casi corriendo de ahí no quería que nadie viera mis lágrimas, atrás de mí venia mi sirvienta tratando de alcanzarme. No quería mañana casarse pero lo aria. No tenía de otra.

En otro lugar afuera del reino........

-mi señor ya habló con sus hijos.- dijo un señora mayor de unos 45 años. Quien es la que se encarga de los deberes de la casa.

-ah....sí..-dijo el hombre sentándose en la silla de su escritorio y viendo los papeles que tenía en él.

-¿cómo lo han tomado?.-dijo la señora mientras serbia un poco de té para su señor.

-no muy bien principalmente Rui y Akira, Mei. Sé que ellos darán un poco de molestia pero con el tiempo se les pasara.

-lose mi señor. Yo también estuviera igual que ellos.-dijo resignada la señora Mei.-es un doncel casi de la edad de Rui. La gente pensara que envés de ser su pareja pensaran que es de Rui. Pero que le puedo decir.- Mei camino hasta la salida.-¿Cuándo partirá?

-antes del amanecer.

-vaya con cuidado.-dijo Mei.

(Narra Izumi)

A la mañana siguiente Hikari me levanto temprano para el baño ya que era el día de mi boda. Cuando salí del baño Hikari me ayudó a poner un kimono blanco con flores doradas muy sutiles muy hermoso. Con mi cabello decidí llevarlo suelto nomas con una tiara de flores de colores blancas solo me veía en espejo sin ninguna emoción. Salí de mis aposentos para dirigirme a donde sería la ceremonia. Hikari venia atrás de mi con una sonrisa triste.

CONTINUARA........

Espero y le allá gustado, dejen sus comentarios sobre si les gusto...gracias por leer..





LIBRE, NO CREODonde viven las historias. Descúbrelo ahora