Manada | KookV

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Jungkook pensaba que tenía un buen instinto para conocer las intenciones de las personas. Siempre lo pensó. Pero ahora comenzaba a pensar que no había tomado muy bien sus propias decisiones.

O que se precipitó demasiado con el tal Yook Sungjae.

Porque definitivamente algo había cambiado desde el momento en que vio a Taehyung.

Había pensado que era una buena idea acercarse a él para conseguir la información que les hacía falta sobre el lugar, sobre la persona que buscaban, incluso sobre el camino que debían tomar. Luego, comenzó a sospechar del sujeto que había cambiado de personalidad de un segundo a otro, era extraño y no le gustaba la excesiva atención que le estaba prestando a Taehyung, se dejó llevar por el principio de que los del río no tenían a betas entre ellos y confió a ciegas. Pero finalmente comprendió la realidad de la situación.

Sungjae solo era un idiota.

Se movió de nuevo en cuanto noto como el beta intentaba acercarse a Taehyung otra vez, ahora le parecían tan asquerosamente evidentes los corazones que brotaban de sus ojos en cuanto giraba a ver al rubio que por un momento considero seriamente dejarlo atrás y buscar a alguien más que les diera información.

Pero ya era demasiado tarde, había pocas cosas que hacer cuando era Taehyung quien había tomado las riendas de la situación. Ni siquiera le hacía falta interrogarlo, solo bastaba con que Taehyung lanzara al aire una duda y el idiota de Sungjae ya estaría dándole el contexto histórico para responder su pregunta.

En un principio sabía que no debía molestarle lo cooperador que estaba siendo, pero le molestaba de igual forma. Le molestaba pensar que el beta estaba actuando como lo hace él mismo cuando Taehyung le pregunta sobre algo. Para ese punto ya podía sentirse como un idiota a través de Sungjae.

Apenas estaban alejándose del lugar en donde habían dejado a dos alfas inconscientes, Sungjae había dicho que no era buena idea ir hasta el pueblo que se encontraba a los pies de la montaña ya que sería el primer lugar que esos dos buscarían después de despertar. En ese punto Jungkook estuvo totalmente de acuerdo, entonces no les quedó más que seguir al beta que cojeaba a cada paso que daba.

Jungkook solo pensaba que podría cojear un poco menos si tan solo no se inclinara tanto hacia adelante para ver a Taehyung.

Después de sus claros primeros intentos para caminar junto al omega, Jungkook decidió que lo más sano para todos sería que él caminara en medio, logró ver una expresión de agradecimiento de parte de Taehyung y una de fastidio por parte de Sungjae, le importaba menos que nada la insatisfacción del beta en ese momento, pero aun así se guardó cualquier reproche para sí mismo. Al menos hasta que llegaran a un lugar más seguro y le preguntaran a Sungjae todo lo que querían saber.

Sin embargo, Taehyung no dejó que el tiempo se les escapara de las manos tan fácilmente.

—Entonces ellos te persiguen porque perdiste una apuesta —recapituló Taehyung la parte más importante obviando los datos innecesarios que Sungjae había dicho de sí mismo.

Jungkook le habría gustado interrumpir al menos unas cinco veces cuando el beta comenzaba a divagar sobre lo bien que le va en un negocio, sobre las apuestas que ha ganado, sobre su buena apariencia, sobre todas las pertenencias que tenía y sobre su buen puesto entre los betas. El alfa tuvo que evitar remarcarle en la cara que si no fuera por él seguramente estaría inconsciente en alguna parte del bosque. Porque en una situación como esa, ni las pertenencias, ni el título valían como para salvarle la vida. Las habilidades de Jungkook lo hacían.

—Sí, casi —dijo Sungjae, inclinándose de nuevo hacia adelante para poder ver al omega, caminaban en una fila horizontal y era sorprendente lo bien que el cuerpo de Jungkook podía ocultar al rubio —las ganancias en las apuestas son muy buenas, pero se necesita de ser muy analítico para ello, muchos pierden todo lo que tienen por una mala jugada