Manada | KookV

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Salir de ese lugar había sido una pesadilla para Taehyung.

Desde que la gente comenzó a gritar sus nuevas apuestas el caos tomó el mando de la situación. Empujones, jalones, insultos, golpes, todo era un torbellino del cual el rubio no quería formar parte. No sabía cuándo había perdido de vista a Hina, lo único que logró concentrarse por los siguientes minutos de que el beta terminará de dar sus anuncios fue seguir al guía hasta una zona más segura mientras que prácticamente arrastraba a Jungkook con él.

Porque el alfa parecía por completo ajeno a cualquier escándalo.

Taehyung se había dado por vencido en hacerlo reaccionar, por más que gritara su nombre el ruido de su alrededor simplemente sofocaban sus palabras, cualquier tirón que diera de su brazo no hacía más que obligarlo a avanzar mientras él seguía con la mirada fija en el palco ahora vacío. De nuevo todo estaba siendo un desastre, pero a diferencias de las ocasiones anteriores él parecía ser el único consciente de ello, el único capaz de hacer algo.

Pero realmente no sabía qué era lo que debía hacer ¿Debería ir en búsqueda de Hina? ¿Debería intentarlo un poco más con Jungkook? El beta delgado le dijo que lo llevaría hasta donde Sungjae le había indicado ¿debería esperar hasta tener la ayuda de Sungjae? Definitivamente el beta sabría qué hacer y tendría un mejor plan que él, pero ¿y si algo ocurría?

Comenzó a sentirse mareado cuando sus pensamientos se aglomeraron tanto como los aromas de su alrededor, su mirada se volvía cada vez más borrosa con cada segundo que pasaba y Taehyung era consciente de que se trataban de lágrimas acumulándose gracias a la impotencia.

Él, quien se jactaba de haber aprendido tanto durante su viaje, se encontraba como un cachorro perdido a la primera ocasión en que las cosas comenzaban a torcerse. Había confiado demasiado en Jungkook, había hecho lo mismo con Sungjae tiempo después.

Simplemente las cosas parecían mucho más fáciles cuando eran ellos quienes se encargaban del problema.

Taehyung dejó salir un jadeo cuando un empujón lo golpeó en su costado, la herida volvía a palpitar cómo días atrás y el dolor se extendía por todo su torso. No podía seguir así, había perdido a las dos omegas y si no hacía algo pronto no sabía que podía pasar con él y con Jungkook también. Con un movimiento brusco pasó su antebrazo libre por su rostro alejando cualquier rastro de impotencia de éste, en algún punto se había convertido en lo suficientemente complaciente como para pensar que otros tendrían la respuesta por él, pero no podía permitirlo más.

Antes se las había arreglado por cuenta propia, y aunque no eran sus mejores recuerdos le daban un poco de esperanza. Podía hacerlo.

—¡Hey! —gritó hacia el frente en donde se encontraba su guía, el beta giró un poco confundido pero Taehyung no le dio tiempo para pronunciar ninguna palabra —tienes que ir a buscar a Hina y Akina —le indicó dándole un nuevo tirón a Jungkook para que no se quedará atrás.

—Sungjae me dijo que los llevara...

—Podemos encontrar a Sungjae por nuestra cuenta —interrumpió con seguridad —ve a buscar a Hina

El hombre no se vio muy convencido ante sus palabras, le dio una mirada a Jungkook quien parecía estar en un lugar completamente diferente al que se encontraban en ese momento para luego regresar su mirada a la de Taehyung con una mueca. El omega no flanqueó en su expresión ni un segundo, necesitaba transmitir aunque sea un poco de seguridad, cualquier cosa que ayudará a que el beta fuera en busca de las dos omegas.

—¿Estás seguro de esto? —preguntó por fin.

—Podemos arreglárnoslas —confirmó acompañado de un asentimiento rápido —pero debes encontrarlas cuanto antes