Manada | KookV

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Jungkook respiraba con dificultad mientras veía hacia el frente, sus brazos sostenían su cuerpo, pero temblaban débilmente ante el dolor de las heridas sangrantes. Se sentía ligeramente aturdido, sabía que a su alrededor gritos de todo tipo eran proferidos por los espectadores del duelo, sin embargo él los escuchaba zumbando, como si su cabeza se encontrara dentro del agua.

Frente suyo, solo tenía la vista de la alfa inconsciente. El rostro de Jong tenía una mezcla de sudor y sangre que brillaban sobre su piel, no sabía si se trataba de la sangre de ella o simplemente la de sus puños. Bajo su cuerpo lentamente la arena se oscurecía invadida por el color carmín.

Se veía bastante jodida. Se preguntaba si él se veía de la misma forma.

Porque se sentía sumamente jodido.

—Levántate —escuchó que le decían antes de que alguien le tomara por el brazo para ayudarle —¡necesita agua! —gritó el beta que lo sostenía. Jungkook no lo reconocía, frunció el ceño mientras que otro desconocido se acercaba para ayudarle del otro lado y todos avanzaban hacia la puerta por donde había salido más temprano —no puedo creer que realmente lo logro.

Jungkook levantó la mirada por encima de la puerta, hacia el palco en donde había visto a Taehyung con anterioridad encontrando únicamente rostros que no reconocía, sin ningún tipo de rastro del omega.

—Te dije que era buena idea —contestó el otro beta que le llevaba —pocas veces Yook hace públicas las apuestas que hace y nunca pierde, aun si apostó en contra de su hermana.

Los tres entraron de nuevo a los pasillos de piedra haciendo el recorrido de regreso a la habitación en donde Jungkook se preparó antes del duelo. Entre más avanzaban el alfa sentía recobrar un poco de sus fuerzas, igualmente mareándose al desaparecer la adrenalina de su sangre. Su lobo, aunque herido, gruñía y aullaba proclamando la victoria.

—Siéntalo ahí, Kyo trae un poco de agua limpia —dijo esta vez una voz femenina una vez llegaron al lugar, el alfa tomó asiento y un segundo después facciones femeninas tomaron su campo de visión —¿te sientes mareado? —preguntó mirándole con fijos ojos avellana bastante claros.

Tan claros que le recordaron a las pupilas color miel con las que había conocido a Taehyung, ahora invadidas completamente de color zafiro.

—Necesitamos detener el sangrado de su brazo, dame esa manta —Jungkook miró hacia la puerta en ese momento. No había visto a Taehyung, se supone que debía estar cerca de la puerta —¡hey! —se sorprendió cuando su rostro fue tomado por las manos de la chica haciendo su atención regresar a ella —concéntrate un segundo ¿te sientes mareado?.

Por supuesto que se sentía mareado, había agotado todas sus energías, estaba perdiendo sangre y Taehyung estaba desaparecido. Suficiente para hacerlo sentir mareado, pero poco le ayudaría compartirlo, al menos así lo creía su instinto.

—Estoy bien —contestó junto con un rudo manotazo apartando las manos de su rostro para ponerse de pie —¿alguien sabe dónde se encuentra Sungjae?

—¿Qué crees que haces? —reclamó la beta haciéndose a un lado cuando el pelinegro avanzó hacia la puerta —regresa aquí, si tu brazo sigue sangrando de esa forma vas a desmayarte ¡hey! —volvió a chillar yendo detrás de Jungkook después de ser completamente ignorada —¿a dónde mierda vas? Afuera es un desastre y estoy segura de que más de uno no dudara en golpearte —se apresuró rebasando a Jungkook para interponerse entre el alfa y la puerta.

—Chinhwa —llamó otro de los betas presentes, preocupado ante las acciones de su compañera —quítate de ahí.

—No —contestó de inmediato la beta cruzándose de brazos y ganándose un levantamiento de ceja por parte del azabache —ahora regresa y siéntate.