Manada | KookV

~ 18 ~

La marcha en caballo resultó mucho más factible que la de ir a pie, después de la primera vez Taehyung ya no se notaba tan reacio a subir, de hecho, ahora le gustaba mucho ir sobre el corcel. A Jungkook, por su parte, se le hacía mucho más fácil no tener que estar pensando en los lapsos de descanso para no sobreexigir a Taehyung, y ya que no llevaban muchas cosas entonces los descansos del animal podía ser entre intervalos de tiempos más grandes.

Justo como ese.

—Mira esta —dijo Taehyung señalando una flor de pétalos extendidos color rosa pálido, el rubio estaba agachado no muy cerca del pequeño estanque que habían encontrado, Jungkook estaba junto al caballo que bebía un poco de agua antes de seguir con el camino —es una Malva, mira —seguía diciendo emocionado inclinándose hacia adelante para tomar la flor desde el tallo.

Jungkook observó como hacía el esfuerzo para cortarla con cuidado pues el tallo se resistía y Taehyung no tenía ninguna intención de sacar la planta completa del suelo, el rubio dio un pequeño gruñido justo antes de que la flor por fin se encontrara en su mano. Su ceño fruncido cambió rápidamente a una sonrisa cuando se puso de pie y fue de regreso a donde Jungkook se encontraba tomando las riendas.

—¡Mira! —repitió extendiendo la flor a Jungkook quien, complaciéndolo, la tomo —es linda ¿verdad?

El alfa inspeccionó por un momento la delicada planta, siendo sincero no le encontraba nada muy especial, puede que la haya visto en algunas ocasiones anteriores o puede que simplemente jamás lo haya hecho ¿por qué todas las flores tenían que parecerse tanto? Y aunque no le despertara un verdadero interés podía ver el rostro emocionado de Taehyung por lo que simplemente contestó.

—Sí, claro, es linda

—Nunca había visto una en persona —continuó Taehyung acercándose a Jungkook para mirar la flor que seguía en las manos del azabache —la había visto en uno de los libros que leía para entretenerme, era uno lleno de dibujos y datos de flores —usó sus dedos para hacer la forma de un rectángulo en el aire como si aquello hiciera material el recuerdo que tenía de aquel libro —incluso llegué a pedirle a Dakho que me permitiera tener unas macetas en mi habitación

—Así que eras jardinero

—No en realidad —le sonrió el omega tomando por fin la flor de las manos contrarias —las macetas nunca llegaron —se alejó un paso del alfa mirando por el suelo por si llegaba a ver otra —le pidieron a una de las omegas que me cuidaba que inspeccionara el libro —siguió con su relato —encontró que algunas de las plantas que había ahí eran venenosas así que me lo prohibieron

Jungkook alzó ambas cejas, Taehyung no sabía si ese gesto era porque estaba sorprendido o tan solo era que no podía creer en lo que escuchaba, comprobó que se trataba de la segunda cuando el alfa siguió hablando.

—¿Te prohibieron tener plantas? —su tono incrédulo también resaltaba la desaprobación que sentía en ese momento —¿Por qué? ¿Creían que envenenarías a alguien?

—No exactamente, pero... —se interrumpió a sí mismo pensando un segundo en la clase de respuesta que daría —era complicado

—¿Qué puede tener de complicado tener unas cuantas flores? —Jungkook frunció el ceño.

—Solo era una forma de asegurarse de que no tuviera segundas intenciones —dijo el rubio apretando el tallo de la flor con más fuerza que antes.

—Entonces si lo creían —determinó Jungkook bufando con cierta frustración —vaya, realmente ni siquiera puedo imaginarte envenenando a alguien

—No, ellos no tenían miedo de que envenenara a alguien más, Jungkook —dijo por fin apartando la mirada del alfa, el cual se tensó entrando la misma tensión que cada vez se estaba volviendo más común junto a Taehyung —no importa, de todas maneras seguramente habría sido pésimo cuidándolas