Manada | KookV

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La ciudad estaba desierta, en los tejados innumerables flechas se encontraban incrustadas y la ceniza caía al compás de la nieve. Yoongi se encontraba de pie en un extremo de la ciudad, llevaba puesto un gran abrigo sobre sus ropas de alftext mientras que poco a poco los copos de nieve se acumulaban en sus hombros. A su alrededor los alfas bajo su mando preparaban sus armas y se vestían con prendas para la pelea.

Los del valle ya habían llegado hasta ahí.

Las líneas de la frontera no duraron más que un par de días antes de que el enorme ejército de Dakho arrasara con ellos, los alfas del norte se vieron obligados a retroceder y armar una nueva defensa en la siguiente ciudad dentro de su territorio.

Poco a poco se dieron a la tarea de ir recobrando terreno gracias a la ventaja climática que la nieve les otorgaba, pero ambos ejércitos se encontraban atrapados en el mismo campo de batalla.

—General Min —llamó uno de los alfas acercándose con vestimentas similares a las de Yoongi —mi cuadrilla está lista para avanzar, el equipo de Choi informó que encontró el campamento de Kang en lo profundo del bosque de abetos —Yoongi giró a verle pues ya sabía a que se dirigian esas palabras —deme la orden y exterminare a todos los sureños que se encuentren en el lugar

—¿Están seguros que se trata de Kang?

—Así dice el informe, general

Yoongi miró de nuevo hacía la ciudad que se había convertido en ruinas de guerra. No podía permitir que el resto de la manada se rebajara a un escenario como ese y sabía que con cada que pasaba en la línea de frente perdiendo alfas se acercaba más a ese infausto destino.

Por ahora solo le quedaba hacer un mejor trabajo.

—No salgan hasta que lo ordene —determinó el general comenzando a avanzar en otra dirección dejando al alfa con la palabra en la boca, sin embargo no emitió palabra, se limitó a obedecer.

Yoongi recorrió parte de la ciudad mientras vigilaba a su alrededor, era difícil no atraer la atención de los guerreros cuando en ese momento él era la máxima autoridad, pero aún así procuro pasar desapercibido. Porque había una realidad más desafortunada y es que Yoongi no era quien realmente daba órdenes sin cuestión alguna.

—Tendrás una oportunidad —dijo el mayor adentrándose a una casa que parecía que caería en cualquier segundo —alguien cree que ha encontrado a Kang dentro de nuestro territorio —se aseguro de que nadie se encontraba detrás de él antes de girar y encontrarse con la figura del menor.

Jimin había estado escondiéndose con la ayuda de un reducido número de alfas de confianza después de que una orden de aprehensión fuera emitida desde la Gran Casa. El motivo nunca estuvo claro, por supuesto que tampoco importaba mucho cuando se trataba del jefe Jung quien lo solicitaba, para ambos alfas aquello no fue ninguna sorpresa.

—Puedo salir esta misma noche —aseguró Jimin con energía.

—No hasta que me aseguré de que realmente es Kang —Yoongi dio un último vistazo a su alrededor asegurándose de que la zona sea segura para hablar sobre ello —Namjoon se encuentra de regreso a la Gran Casa, quiere lidiar con el tema de Seokjin

—¿Has tenido noticias de él?

—No lo pueden declarar culpable aún, no tienen pruebas de que haya sido cómplice de tu huida —intentó tranquilizar al notar la preocupación en los ojos del menor —cuando Namjoon llegue lo declarara inocente, ni siquiera Jung puede hacer algo contra la palabra del líder —el menor apartó la mirada con un poco de angustia, Yoongi sabía a qué se debía. Ninguno de los dos estaban completamente seguros de su última afirmación —por ahora solo concéntrate en tu misión