CAPÍTULO 18

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Narra Mew

Después de que Gulf se fue el sábado por la mañana de mi departamento, me quedé un no se cuánto tiempo mirando la puerta, ¿en busca de que? Sabía perfectamente que Gulf no regresaría, y estaba muy seguro yo no iba a ir a buscarlo. Me siento frustrado la mañana iba tan bien, pero solo una llamada lo arruinó todo.

-Maldita sea.- suspiro y en mi mente maldigo a Art por llamar en un mal momento.

¿Pero que más puedo hacer? Pienso en lo sucedió hace veinte minutos, admito que fui grosero y cortante con mis respuestas, pero no me gusta dar explicaciones, y aunque no le he dicho a Gulf sobre nuestra relación, creí que ambos estábamos en la misma página, divertirnos mutuamente y no involucrar sentimientos. Nunca he tenido una relación, siempre he sido del tipo de una sola noche, a excepción de Gulf y Art.
Pero con Art es muy diferente cuando estoy con Gulf, eso debo admitir. Hay algo que aún no puedo describir, tengo sentimientos encontrados y eso me hace poner incómodo. Pensar todo lo sucedido me empieza dar dolor de cabeza, así que decidió dejar de mirar la puerta y ocuparme de no pensar en nada.

Me dispongo a trabajar todo el sábado, contestando correos y revisando pendientes de la última semana, ya aburrido de trabajar me dispongo a ir a cenar y después ir a un club de los cuales frecuento, un trago no me vendría nada mal. Normalmente vengo con Ohm o Yin, ellos son los que me insisten en venir, pero hoy no tengo ganas de hablar con alguien, así que me encuentro solo, me dirijo al bar y pido mi trago, el lugar está lleno a pesar que es temprano, realmente no se que hago aquí, en casa tengo unos de los mejores Brandys, veo a una chica dirigirse a mi mesa. Me mira de los pies a la cabeza y se lame los labios, sonrío porque sabe lo que quiere y no lo disimula.

-¿Por qué tan solo?.- ronronea, pero yo no contesto, solo sonrió y tomo un trago de mi bebida.- Un hombre guapo como tú, no debe de estar solo. ¿Quieres compañía?.

Sigo sin hablar, si estuviera de humor me la llevaría a mi departamento y la tendría gritando mi nombre, pero hoy no lo estoy y solo quiero irme. Así que me terminó mi copa, y le sonrió a la señorita.

-Esta noche no.- respondo sin mirarla, le pago al barman.- Sírvele otra copa a la señorita, yo invito.- digo y asiento hacia ambos y me dispongo a salir del club.

Llegando a mi departamento voy directamente a mi habitación, no me apetece nada solo quiero dormir. Pongo mi reloj, cartera y teléfono en la mesita de noche y me meto en el cuarto de baño, me lavo la cara y miro mi reflejo en el espejo, la persona que me mira no la reconozco, tiene un rostro serio acompañado de ¿Tristeza? Mi mente responde por mi. Es ridículo, así que descarto la idea y salgo. Voy por una botella de agua a la cocina y regreso a mi habitación, tomo un par de pastillas para dormir, que no había tomado desde hace mucho tiempo, solo no quiero pensar en nada.

La mañana del domingo llega y me quedo en la cama un rato más, ya pasando las nueve me levanto y pido algo para desayunar. Cuando llega la comida desayuno en la sala, prendo la televisión en las noticias y mientras desayunado sigo contestando correos. Me llevo toda la mañana y parte de la tarde contestando y mandando contratos. Me quedo inmóvil cuando mis ojos ven un correo de una persona que no esperaba, habían pasado más de tres años que se había detenido de mandarme mensajes, ya que no había respuesta de parte mía. De la persona que estaba hablando era Saint la mano derecha de mi padre, hace más de diez años que no sabía de ellos, desde que me fui de mi casa a los dieciocho, pero en sus mensajes me decía el estado en qué se encontraban, pero jamás respondí, y después de eso cambie de número y ahora me manda correos electrónicos. Cerrando la laptop furioso, me levanto del sillón y miro el reloj son las siete, ya de mal humor solo decido comer algo instantáneo, necesito un baño, para quitarme los pensamientos de mi familia.

NO SUELTES MI MANO (MEWGULF)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora