CAPÍTULO 32

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A Gulf le empieza a dar ese nerviosismo que recorre el cuerpo, se acerca la hora de la cena, y la culpa que siente al mentirle a Mew, no lo ha dejado concentrarse. Todo el día anduvo distraído, olvidando cosas, citas. Y si no fuera por War hasta de almorzar se hubiera olvidado. Ahora faltando poco para salir y dirigirse al restaurante, Gulf se encuentra anotando en su computadora lo último, después de un par de minutos la apaga y recoge sus cosas para ir a buscar a Mew.

Obviamente saldrían por la parte de atrás, y sé irían en el coche de Mew. Le había dicho a War que estuviera listo para recogerlo, por si las cosas se ponen intensas, su amigo acepto un poco preocupado, y le deseo suerte antes de irse.

Ahora Gulf se encontraba abriendo de nuevo esas puertas dobles, y Mew se encontraba sentado en su silla detrás de su escritorio.

-Dame cinco minutos, estoy mandando el último correo.-

-Si llegamos tarde, te culpare por siempre.- advierte Gulf

Mew apresura a mandar el correo, no quería que nada ni nadie lo molestara el fin de semana, así tendría a Gulf para el solo. Olvidarse de la empresa por un fin de semana seria satisfactorio después de la semana que paso, esperaba que Saint no lo molestara o si no iba a conocerlo, ya no era ese muchacho de dieciséis años que podía manejar.

Apagando su computadora, tomando su celular y llaves, mira a Gulf que lo espera pacientemente. Le sonríe, levantándose de su silla, rodea su escritorio y le extiende la mano a Gulf, este la toma sin dudarlo.

-No sueltes mi mano.- dice Mew

-Nunca.- responde Gulf

Ambos se sonríen y se encamina hacia la puerta del departamento, que los llevará al ascensor que tiene acceso al estacionamiento. Mew desbloquea su coche y ambos se suben a el.

-Y bien, ¿A dónde vamos?- pregunta Mew, Gulf introduce la dirección del restaurante en el GPS y Mew frunce el seño.

-¿Qué pasa?- pregunta Gulf

-¿Ese es el restaurante que escogiste?-

-Si, ¿Por qué? ¿No te gusta?-

-No por nada, es solo…-

-Si quieres vamos a otro.- dice Gulf

-No, no. Solo estoy exagerando. Vamos.-

Mew enciende el coche, dejando un incomodo silencio sobre ellos.
Mientras más se acercaban al restaurante, más nervioso se ponía Gulf. Mew que estaba a su lado, iba muy callado. Su jefe era muy inteligente y no le sorprendería que a estas alturas sospechara. Y cuando Mew aparca el coche en la entrada, a Gulf no le responden las piernas. Así que cuando Mew se baja del coche, y abre su puerta para que baje, le extiende su mano, lo cual agradece y baja del coche. Ambos se quedan mirando por unos segundos y Mew le sonríe, es ahí cuando a Gulf se le cae el alma.

Quería regresar por donde llegaron, quería tomar a Mew y llevárselo lejos de estas personas. Desde que llego tenía una duda en su corazón, esa alarma estaba prendida desde que Elena salió de su departamento.
Entran al restaurante y los recibe una mujer, no mayor de los treinta. Que al verlo le brillaron los ojos.

-Buenas noches caballeros, ¿tienen reservación?- pregunta coquetamente.

-Buenas noches, si, a nombre de Gulf Kanawut.-

La chica busca en su libreta su nombre y al encontrarlo sonríe.

-Kanawut, mesa VIP, síganme por aquí.-

NO SUELTES MI MANO (MEWGULF)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora