NO SUELTES MI MANO (MEWGULF)

CAPÍTULO 26

Narra Mew

¿Qué está haciendo aquí Elena? Mi subconsciente pregunta, y de inmediato miro alrededor del restaurante buscando a Saint, la mano derecha de mi padre. Ambos hermanos van a todos lados juntos, y que Elena este aquí parada frente a mí, quiere decir que su hermano debe de estar muy cerca.

-Me alegra verte de nuevo Mew. - ronronea Elena.

Ella es una mujer hermosa, aún está en sus treinta, es divorciada y con un hijo que ahora debería ser mayor. Hace mucho que no veía a nadie relacionado con mis padres, solo esos estúpidos correos que Saint me mandan.

- ¿No vas a presentarme? - Elena mira a la dirección de Gulf que se encuentra callado

Demonios, no quiero a Gulf relacionado con mi pasado. Y mucho menos cerca de Elena. Doy un paso hacia atrás, enfrentando a mi chico. Pero como soy un hijo de puta maleducado, lo hago muy rápido.

-Elena, Gulf. - digo y señaló al hombre que se pone de pie. - Gulf, Elena. Pero ella ya se va. -

Gulf me regaña con la mirada y yo me encojo de hombros. Elena me mira y quiere decirme algo, pero la ignoro. Solo me importa mi chico.

-Gulf Kanawut, un placer. -

-Elena Johnson, mucho gusto. –

Gulf hace señal de respeto, pero Elena le tiende la mano y mi chico la estrecha. Estoy tan molesto, porque había planeado algo romántico para Gulf. No estaba en mi naturaleza planificar cenas o capturar el momento con alguien más. Pero ahora quiero serlo, por un adorable castaño que invadió mi vida y la mayoría de mis pensamientos.
Trato de calmarme cuando veo a Elena sacar una silla de la mesa y sentarse, Gulf hace lo mismo, y yo pongo los ojos en blanco y también me siento.

-Dime Gulf, ¿cómo conoces a Mew?- pregunta Elena.

Mi chico me mira, yo quiero decirle que no tiene por qué contestarle, e intento decírselo con la mirada. Pero solo me sonríe y decide contestarle a Elena.

-Trabajo para él.- contesta Gulf.

-¿Son socios?-

-No, soy su asistente.-

Elena me mira y me sonríe. Es una mujer astuta, por algo se acercó cuando me vio. Y estoy cien por cierto seguro que esto lo sabrá mi padre.

-¿Jugando con tu asistente Mew?-

-Elena.- digo en modo de advertencia, esto es demasiado. Pero cuando voy a decirle que se está pasando de la raya, escucho a Gulf hablar.

-Si esta jugando conmigo o no, eso a usted no le incumbe señorita.-

Escondo una sonrisa. Ese es mi chico.
Elena lo mira con cara de sorpresa.

-Yo no…- empieza Elena a decir, pero Gulf vuelve hablar.

-Si me disculpan, iré al baño.- Gulf se pone de pie, me mira y asiente. Y no necesito más para decirle a Elena que se valla.

-Mew, yo no quería…-

-Ese siempre ha sido tu problema, dices las cosas y al final nunca es tu intención.- respondo enojado.- No se que estas haciendo aquí, y a decir verdad no me interesa. Pero te lo pido de la manera más amable que puedo, es que te vallas fuera de mi vista.-

Elena me mira con sorpresa, jamás le había hablado así. Pero ya no soy el muchacho de dieciséis años, admito que a esa edad tenía un enamoramiento por ella. Pero desde que descubrí que se metía con mi padre, los sentimientos murieron.