CAPÍTULO 27

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Narra Gulf

Han pasado dos semanas desde que tuvimos ese desafortunado encuentro con la hermosa mujer y del hombre misterioso. Me miento a mi mismo al decirme que no me interesa nada del pasado de Mew, pero la familiaridad con que le hablaba ella a él, me hace preguntarme que tan cercanos son. Luego de disculparme para ir al baño, me encontré que había un tercer invitado, quise acercarme de inmediato, pero al ver lo tenso y molesto que estaba Mew me hizo darme cuenta que la conversación no iba también como la dejé. Y cuando vi Mew levantarse muy enojado, decidí que era tiempo de intervenir. Inventándome una escusa tonta que ni yo mismo me la creí, y alejando a Mew lo más lejos posible de esas dos personas.

Y no me equivoque al hacerlo, Mew estaba tan enojado que me dio miedo de que pudiera romper el volante que sostenía. Se que no es fácil para él ser una perdona que muestre sus sentimientos a menudo, pero cuando lo hace siento que mi corazón quiera estallar. Me enamoro un poca más de él, me siento un poco mal, que sus planes no hayan sido como los planeo, así que cuando vi el carrito de comida rápida, vi una oportunidad de alegrarnos la noche. Y así fue, ver sonreír y disfrutar a Mew de una noche si preocupaciones, sin agenda y mucho menos gente del pasado. Me hace feliz. No necesito una cena de tres tiempos, no necesito hoteles de lujo y joyas. Estos pequeños momentos a su lado, son un recuerdo guardados muy adentro de mi corazón.

Pero esa pequeña espinita llamada curiosidad aún no se ha ido. Y no se irá hasta que sepa la verdad.
Hoy es miércoles y me encuentro en mi escritorio de la oficina, van a dar las nueve de la mañana y me sorprende que Mew, no haya llegado aún. Y después de confirmar citas, y agendar otras. Me dirijo a su oficina, abro una de las puertas de madera, pero no hay señal de él. Así que me dirijo a la habitación que tiene escondida. Puedo apostar mi salario que mi jefe se quedo hasta tarde trabajando, de nuevo. Últimamente él  ha trabajado demasiado, y aunque los proyectos y contratos Ohm los maneja, el se ha quedado con el marketing del nuevo lanzamiento, para dar a conocer su unión con empresa de Kao.

Cuando abro la puerta me encuentro con el ruido de la televisión prendida, así que la apago. Y efectivamente Mew se encuentra profundamente dormido en la cama, me acerco lo más callado que puedo, y lo observo en silencio. Me río por lo bajo, ya que tiene el seño fruncido. Pongo una mano en su mejilla y lo acaricio con suavidad, se mueve hacia mi mano buscándola y de inmediato se relaja. No quiero despertarlo, se ve tan joven y hermoso. ¿Podrá ser completamente mío algún día? Suspiro. Es mejor que me valla antes de que se despierta, le daré veinte minutos mas mientras le preparo un té.

Pero cuando voy a quitarle la mano de su mejilla, siento que tiran de mi y cuando me doy cuanta tengo unos brazos fuertes alrededor. Huele divinamente, ese olor a menta y chocolate que me vuelve loco.

-Tienes que levantarte.- digo, y él me abraza más fuerte.

-Cinco minutos más.- dice

-Ya es tarde, ¿a que horas te dormiste?- pregunto con curiosidad.

-Como a las cuatro, creo.-

Coloca su cara en mi cuello, me río porque me hace cosquillas.

-Detente.-

-Quiero quedarme así por el resto del día.- dice.

-Podemos hacerlo él fin de semana.-

Mew levanta de golpe su cabeza y está completamente despierto.

-¿En serio?- pregunta.

Yo asiento.

-Puedo quedarme desde el viernes en la noche en tu casa, y estar todo el fin de semana.-

NO SUELTES MI MANO (MEWGULF)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora