SUGAR BABIES (Completa).

CAPITULO 90

En cuanto cerró la puerta comenzó a tranquilizarse.

Nunca le había gustado alterarse de esa manera como en esta ocasión lo había hecho. Pero de otro modo no habría conseguido echar a Teresa de su casa.

Rápidamente cogió el teléfono y comenzó a llamar a Lucía.

- Pasa algo? Porqué me llamas a estas horas? - le preguntó ésta en cuanto descolgó.

- No...no te preocupes...

- Me has asustado... tu nunca me llamas tan tarde...

- Lo sé... pero no me ha quedado otra. Lucía, verás, solo quería decirte que he decidido salir en un rato hacia la cabaña. Y como allí no hay cobertura...he pensado que lo mejor sería avisarte que no me vas a poder localizar por unos días...

- Pero, estas bien?.

- Claro, mi amor. Solo que he estado pensando que me apetece un poco de tranquilidad y despejarme durante unos días del estrés del trabajo...y en que momento mejor que en este para hacerlo!!!...ya que tampoco nos podemos ver...

- Y no sería mejor que salieras mañana por la mañana temprano?.

- No, la verdad es que no. Si salgo ahora me ahorraré mucho tráfico. No te preocupes. He dormido una buena siesta. No tengo nada de sueño.

- Ok. Si así lo prefieres..

- Es lo mejor, créeme.

- Pero, por favor, te pido que no se te olvide ir al pueblo y llamarme para que me quede tranquila - le pidió la chica.

- Lo haré. Mañana por la tarde te llamo para no molestarte en clases. Un beso mi amor.

- Otro para ti. Te quiero, mi vida...

- Y yo - respondió Nicolás con cariño.

Colgó el teléfono y comenzó a preparar el equipaje que se llevaría. Tan solo constaba de un par de pantalones, tres chalecos, dos camisetas y un pijama de manga larga pero de algodón fino. Lo metió todo rápidamente en una pequeña maleta y sin perder tiempo salió de allí.

Mientras conducía no dejaba de pensar que era lo mejor que podía hacer. Estaba seguro de que no solo aquel día, sería el único en que  Teresa se iba a presentar de improvisto en su casa. Conociéndola, como la conocía, tenía más que claro que aquella mujer no se  mantendría al margen durante mucho tiempo.

Siempre había sido caprichosa y consentida. Y tenía la costumbre de salirse con la suya cuando se proponía algo.

De alguna manera tendría que poner fin a esa situación. Por el momento no le había comentado nada a Lucía del acoso que estaba sufriendo por parte de su ex. Quería evitar que la chica se preocupase y terminara por perjudicarla con sus estudios.

Pero si Teresa no dejaba de actuar de esa manera al final lo le iba a quedar otra, que buscar alguna solución que posiblemente le causaría más de un dolor de cabeza....

Por mucho que se repetía que aquella mujer no podría hacerle más daño y que ya, no tenía nada más con lo que le pudiera chantajear.... estaba convencido que desde el momento en que la había echado de su casa, ella comenzaría a estudiar su próximo plan el cual seguir con el fin de romper su relación.

No dudaba de lo mala que aquella mujer podía llegar a ser... Y para colmo, tenía un celebro privilegiado para calcular diversas estrategias para conseguir lo que quisiera en esos momento. Era muy posible que terminara por perjudicarle.

La cabeza le iba a estallar!!! Tanto pensar y pensar...se estaba volviendo loco...

Y sin apenas darse cuenta,  llegó a su destino en un abrir y cerrar de boca.

Nicolás salió del coche y se sentó durante un buen rato en un pequeño banco que tenía en el porche de la cabaña.

Sin duda, el silencio del campo y la tranquilidad que se respiraba en aquel lugar  consiguió que se pudiera relajar lo suficientemente como para ordenar un poco sus pensamientos.

Por el momento, iba a refugiarse allí por un tiempo hasta que la cosa se calmara un poco...

Tenía que estar preparado para cualquier ataque que recibiera por parte de su ex mujer. Lo mejor sería, que en cuanto Lucía acabara con los exámenes, hablar con ella y le contarle todo lo que había pasado... de esta manera conseguirían estar prevenidos ante cualquier jugarreta que les pudiera hacer Teresa.

No estaba dispuesto a permitir que creara ni la más mínima pizca de desconfianza entre ellos.... por lo tanto, necesitaba ser totalmente sincero y contarle todo a Lucía.

Estaba convencido de que ella lo entendería.