CAPITULO 89

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4 de abril del 2017.

Aquel sábado Lucía estaba disfrutando con Nicolás más que nunca. Comenzaron desayunado en una pequeña venta de un pueblo del que ni siquiera conseguían recordar su nombre y no tenían ni la más mínima idea de dónde pasarían la noche.

La verdad era, que aquello resultó ser una buena idea. El no haber planeado nada con anterioridad y desconocer por completo el dónde, el cuándo y el cómo de sus próximos movimientos les había creado una incertidumbre que tanto, al uno como al otro, les parecía verdaderamente apasionadamente.

Lucía habló con Nicolás, y muy a su pesar, le había comentado que aquel fin de semana sería el último que podrían estar juntos en los próximos quince días. De ahí, que ambos decidieran alejarse un poco de la ciudad.

Por mucho que ella quisiera pasar tiempo junto a su chico, no le quedaba otra que dedicarle las siguientes semanas exclusivamente a sus estudios. Sabía que si no lo hacía de esa manera, difícilmente conseguiría aprobar los últimos exámenes que le quedaban, con la calificaciones con las que contaba. Confiaba en sacar unas notas altas con el fin de graduarse entre las primeras de su promoción.

En cuanto Lucía se lo explicó, Nicolás estuvo de acuerdo con ella completamente, aún sabiendo que la iba a echar mucho de menos. Pero comprendía el porqué la chica actuaba de ese modo y le satisfacía, a decir verdad,  la responsabilidad y la madurez que siempre demostraba. En ningún momento tuvo dudas del futuro tan prometedor que a Lucía se le presentaba.

6 de abril del 2017.

Nicolás se levantó del sofá al escuchar el timbre de la puerta.

Quién sería a aquella horas??? - pensó por un momento justo antes de abrir.

Su ira aumentó notablemente al comprobar que la persona que tenía justo delante de sus ojos era, nada más y nada menos, que Teresa.

- Creo que te había dejado bastante claro que no quería volver a verte nunca más en mi vida!! - le dijo tajante a su ex mujer demostrándole la desconformidad con su visita.

- Por favor, te ruego que escuches lo que he venido a decirte antes de sacar alguna conclusión.

- No me interesa nada de lo que tengas que decir..

- Nicolás... por dios...

- Está bien, habla de una maldita vez y luego lárgate.

- Puedo entrar? - le preguntó ésta casi suplicando.

Nico abrió la puerta y con un gesto de la mano le indicó que pasara al salón.

Teresa, completamente nerviosa, se dirigió hacia el salón y tomó asiento en una  silla junto a la enorme mesa que había a la izquierda de la habitación. Miró a su ex, que aún permanecía en pie, con verdadera pena en sus ojos...

- En primer lugar, quiero darte las gracias por darme la oportunidad de poder hablar contigo...en segundo lugar quiero decirte que el motivo de mi visita únicamente se debe a que me gustaría pedirte perdón por lo que hice. No sé lo que me pasó por la cabeza para actuar de esa manera.

- Yo tampoco lo entiendo... la verdad...

- Por favor, déjame hablar!!. Sé que no tengo disculpa alguna.. que lo que te hice sufrir no merece perdón de Dios.... pero solo quiero que tengas claro que bajo ningún concepto pensé llevar a cabo mi plan. Tan solo fue una amenaza tonta que nunca pretendí cumplir.

- Eso quiero pensar...

- Te lo juro!!! Que no me dé tiempo a salir de esta casa que lo que te estoy diciendo es la pura verdad!!.

- No sé si puedo confiar en tí de nuevo...

- Nicolás, acaso crees que me he vuelto loca? - le preguntó ella ofendida.

- La verdad....es...

Teresa se echó las manos a la cara tapándose los ojos y comenzó a llorar desconsoladamente.

Nicolás se agachó justo delante de ella.

- Está bien...te creo...no llores más...

Teresa levantó la cabeza y lo miró en silencio.

- De verdad? - le preguntó.

- De verdad - contestó éste.

Y sin ni siquiera darle tiempo a reaccionar se lanzó hacia él y comenzó a besarle apasionadamente.

Nicolás se incorporó de un salto y se alejó de ella.

- De este modo piensas que vas a arreglar las cosas?.

Teresa se levantó rápidamente de la silla y le agarró por el cuello con sus brazos y intentó de nuevo volver a besarlo.

- Por favor, Tere!!! Quiero que te vayas!! - le gritó éste a la vez que intentaba liberarse de ella.

- Pero, es que no te has cuenta que estamos hechos el uno para el otro? De verdad piensas que con esa mujer vas a ser tan feliz como lo fuistes conmigo?.

- Quiero que te vayas... - repitió él nuevamente.

- Pero..

- Por favor, no me obligues a llamar a la policía.

La mujer se alejó de él un par de pasos.

En aquel momento, Nicolás no supo distinguir si era pena o más ira con lo que  respondió Teresa en su mirada.

- Esto no va a quedar así - le dijo justo antes de salir.

SUGAR BABIES (Completa).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora