CAPITULO 82

27 3 3
                                    

El día estaba resultando una maravilla. La verdad era, que tanto Nicolás como Lucía disfrutaban al máximo del tiempo que pasaban juntos. Con lo que en esa ocasión, no sería menos...

Se sentaron en unos de los veladores del restaurante que estaban en el exterior como solían hacer siempre que iban allí, para disfrutar de un buen almuerzo...

Después de una estupenda comida y mientras tomaban un café, Nico acercó su silla a la de la muchacha y cogiendo con cariño sus manos entre las suyas le dijo..

- Lucía, quiero contarte una cosa muy importante para mí...

- Te pasa algo malo? - preguntó ella asustada.

- No... para nada... no te preocupes.

- Por favor!! Cada vez que me hablas con una expresión tan seria me pongo en lo peor!! Ya lo sabes!!!.

- No era esa mi intención... perdón si te he dado esa impresión. La verdad es que solo es una tontería... pero me gustaría que supieras lo que siento en estos momentos.

- Ya lo sé, mi amor. No hace falta que me lo digas. Confío plenamente en ti y en lo que sientes, nunca he dudado de tu amor, créeme.

- Me alegra saber que piensas así. No es exactamente así...no solo me he dado cuenta de lo enamorado que estoy de tí, sino que también estoy completamente seguro de que eres el gran amor de mi vida.

- Tú también..

- Cuantas más veces permanezco a tu lado más me convenzo de que eres perfecta. Eres todo lo que siempre he buscado en una mujer. Has superado con creces mis expectativas... jamás lo habría pensado!!! Sin duda, estamos hechos el uno para el otro!!.

- Estoy totalmente de acuerdo - respondió Lucía a la vez que se abalanzaba hacia él y lo besaba con pasión.

Nicolás sacó del bolsillo de su chaqueta una pequeña caja estrecha y alargada y se la colocó entre sus manos.

- Ábrela!! - le dijo entusiasmado.

Por su forma y tamaño Lucía dedujo que aquel regalo que Nicolás le había dado, posiblemente, sería una pieza de joyería.

La chica abrió la caja y comprobó con asombro una maravillosa pulsera que deslumbraba como nunca antes había visto haberlo en una joya.

- Me encanta!!.. es preciosa!!.

- Te gusta? De verdad?.

- Acaso lo dudas? Cari, te juro que es la pulsera más increíble que he visto en mi vida!!! - le respondió ella.

Nicolás la cogió y se la puso con delicadeza.

Lucía no había mentido. Sin duda, aquella joya era lo más bonito que había tenido. La pulsera era de un espectacular oro blanco que combinaba sus eslabones tanto en brillo como en mate con un maravilloso acabado. Dándole un aire de sencillez y elegancia....

- Venga... vámonos - le dijo Nicolás a la vez que tiraba de su brazo para levantarla de la silla.

- A donde? - le preguntó la muchacha.

- Me gustaría que conocieras mi piso de Sevilla. Eres la primera mujer a la que llevo.

- Estás seguro de querer ir?. Te juro que no me importa esperar..

- Completamente. Desde que me divorcié nunca me ha apetecido llevar a nadie... pero sin embargo, estoy deseando que lo veas...

Cuando Nicolás abrió la puerta Lucía comprobó que aquella vivienda de la que tanto le había hablado su pareja era tal y como ella se esperaba.

Un enorme piso decorado estilo minimalista con tonos completamente neutros. Sin duda, todo lo que allí había calzaba a la perfección con el gusto de Nicolás, no le faltaba ningún lujo de detalle...

Nico la condujo a través de aquel largo pasillo enseñándole habitación por habitación. El piso contaba con tres enormes dormitorios, un espectacular salón, cocina americana y tres baños.

- Que te parece? - le preguntó Nicolás.

- Es perfecto...

- Para serte sincero, aquí es donde me encuentro totalmente yo....

- Lo entiendo - le respondió ella.

- Claro está, que mi lugar favorito de todos sigue siendo la cabaña... pero la belleza y la tranquilidad de la sierra ayuda bastante, jajaja - le dijo.

- Estoy de acuerdo...

- Ven, te voy a enseñar lo que más me gusta del piso.

La cogió de la mano y la condujo hacia una enorme puerta corredera que daba paso al exterior.

Lucía comprobó con asombro que aquella vivienda contaba con una espectacular terraza que era sin duda, la guinda del pastel. Decorada totalmente en madera y con grandes maceteros de flores colocados estratégicamente hacían de aquel lugar algo realmente maravilloso.

Y como no cabía de esperar... todo estaba pensando para poder disfrutar de una buena barbacoa con amigos. Aunque según Nicolás le había dicho no se había dado el caso.

Nico la condujo a la derecha de la terraza, giró hacia un espacio que no se veía desde la puerta y le dijo...

- Que te parece?.

La chica sonrió con la imagen que tenía ante lo sus ojos. Un enorme jacuzzi le confirmó que aquel lugar era sin duda, perfecto.

Lucía se giró hacia él y con una sonrisa picarona exclamó...

- El agua estará caliente... imagino... A qué estamos esperando? - le dijo a la vez que se desnudaba con rapidez.

SUGAR BABIES (Completa).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora