SUGAR BABIES (Completa).

CAPITULO 107

Lucía llegó a casa completamente destrozada.

Nunca imaginó que alguien tuviera tanta maldad como para intrigar de esa manera sin pudor alguno con tal de salirse con la suya.

Como había podido ser tan estúpida como para haber permitido que jugaran con ella de manera?.

Porqué no se paró a pensar por un momento en que todo había podido ser una falsa?.

Tanto ella como Nicolás sabían que Teresa estaba dispuesta a hacer lo que hiciera falta para acabar con su relación!!!.

Pero, jamás había imaginado que sería capaz de inventarse una trama tan complicada!!.

Estaba claro, había sido una grandísima idiota por tan siquiera haber permitido que le afectara cualquier tipo de información que viniera por parte de esa mujer.

Desde luego, Teresa no estaba en sus cabales!!!.

Y lo peor de todo, era que si todo lo que Adela le había contado era verdad, cosa que no tenía porque dudar, a lo mejor ya podría ser demasiado tarde.

Nicolás no daba señales de vida por ninguna parte. Y para cuando alguien pudiera contárselo, lo mismo ya habría pasado página o peor aún!!!...ya se hubiera enamorado de otra mujer!!.

En parte también era culpa suya!!! Jamás debió de dudar de Nicolás!! Lo conocía mejor que nadie y él no hubiera sido capaz de engañarla de esa manera!!.

Y si por casualidad así hubiera sido, debía de haberlo perdonado!!. Si realmente la quería tanto como ella estaba más que convencida él nunca lo hubiera hecho estando en plenas facultades mentales.

Se tiró en la cama llorando desconsoladamente. Por mucho que lo pensara, lo suyo con Nicolás ya no tenía solución!! El daño que ambos se habían causado había roto por completo aquella bonita y maravillosa historia de amor.

Ya tan solo...le quedaba apechugar con sus actos y asumir que jamás volvería a tener a Nico de nuevo a su lado.

22 de junio del 2017.

El conde no dejaba de darle vueltas a la cabeza en que podría hacer el para solucionar el problema de su hijo.

Tenía claro que aún consiguiendo localizar a Nicolás y poder contarle todo lo Teresa había hecho y destapar sus mentiras una a una....no sería suficiente.

Por lo que había llegado a comprobar esa mujer no pensaba con total claridad. Con lo cual, estaba seguro que no se detendría en su empeño de acabar del todo con el amor que existía entre Lucía y su hijo.

Después de pensarlo mucho solo veía una solución que tuviera cierta lógica....

No era, precisamente, algo que le agradara hacer pero no veía otra alternativa.

Sabía que el paso que iba a dar le traería consecuencias y con ello se ganaría algún que otro enemigo.

A pesar de que sabía que contaba con el apoyo de personas muy importantes no estaba seguro si sería suficiente para enfrentarse con una familia tan poderosa....

Pero definitivamente tenía que hacer lo correcto y de paso ayudar, como siempre lo había hecho, a su hijo...

Ésto no se iba a quedar así!!!

Alguien tenía que pararle los pies de una vez por todas a esa mujer!!. Costase lo que costase!!.

Quién sabe, lo mismo no llegaba la sangre al río!!.

Todo el mundo sabe de que pie cojea su hijo y si Don Alfonso, padre de Teresa, resultaba tan honesto como siempre había aparentando ser, quizás lograra salir indemne de todo este asunto tan desagradable.

Lo que sí, el conde tenía bastante claro era que no podía permitir que las cosas se quedaran tal y como estaban en ese momento. Si no cortaba ese asunto de raíz, posiblemente, con el tiempo se tendrían que enfrentar de nuevo con algún que otro problema similar.

Antes de marcar el número de teléfono del que durante muchos años había sido, no solo su consuegro, sino también un gran amigo, repasó por última vez lo que tenía que decir...

En primer lugar, apelaría a su sentido común y a su intachable reputación en lo que a sus modales se refieren. Si por desgracia eso no funcionara... esperaba lograr que su padre pudiera pararle lo pies a Teresa amenazándolo con una demanda pública con el escándalo que eso conllevaría, cosa que el conde tenía bastante claro, que conociendo como conocía a Don Alfonso éste estaría más que dispuesto a cooperar. Él nunca permitiría que su apellido se llegase a ensuciar por algo tan vergonzoso.

Solo esperaba que con el tiempo aquel hombre no intentara vengarse convirtiendo un problema familiar en una guerra encarnizada.