Capítulo 14

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Su mandíbula se tensó al ver a Harry entrando a su habitación. Pudo notar rubor en las mejillas del muchacho mientras sus ojos paseaban por el torso desnudo del ojiazul.

—Harry, ¿qué haces acá? —Cuestionó Louis, poniéndose la camiseta verde lo más rápido posible.

—Si me necesitan estaré abajo, Harry ¿comiste cielo? —Cuestionó la madre de Louis mirándolo a los ojos.

—No señora, pero descuide, estoy bien —sonrió cálidamente.

—Te prepararé algo, no me tardo —ignorando lo que le dijo el ojiverde, salió de la habitación canturreando.

Harry quizo negarse, pero la alegría que contagiaba esa mujer era tanta que le dio pena llevarle la contra.

—¿Qué haces aquí, Harry? —Insistió Louis.

—Siento molestarte, pero quería saber si tenías el libro de historia para sacarle fotocopias —esa explicación pareció más una excusa sin sentido, pero a Louis le alcanzó.

—Debería fijarme, quizás lo tenga mi hermana.

Frenó en seco sus palabras al darse cuenta que por primera vez había mencionado a su hermana a alguien que no sea su madre. Y eso le sorprendió, fue un gran paso en un solo día.

—Ah, ¿Fizzy? Estuvimos hablando abajo, creo que quizás necesite de su ayuda en matemáticas —habla Harry con entusiasmo.

—¿Es buena en matemáticas? —Lo que Harry había dicho se repetía en la cabeza del ojiazul una y otra vez. Su hermana era buena en matemáticas y no lo sabía.

—Lou, es tu hermana, ¿no lo sabes? —Cuestiona Harry desconcertado.

—Pues claramente no.

—¿Es que nunca viste más allá de su "discapacidad"? —Los ojos de Harry demostraban un ápice de desconcierto.

—¿Disculpa? —Su ceño se frunce.

—Tu hermana no es "la chica de la silla de ruedas". Y me sorprende que no notes lo maravillosa que es. Digo, no la conozco, pero es muy inteligente. Sería un tonto el que en lugar de eso vea una simple silla de ruedas —Louis sentía cada palabra de Harry como un vaso de agua fría.

—Mira Harry, traje licuado —Johannah volvió a aparecer con una bandeja con licuado y frutas.

—No hace falta, Harry ya se iba —habla Louis con una expresión fría en su rostro.

—Pero si acaba de llegar —objeta la mujer confundida.

—Y ya se va —se apura a hablar—. Un gusto que hayas venido Harry, nos vemos pronto, adiós —habla mientras empujaba a Harry por las escaleras hasta la puerta.

Harry lo miró confundido y, segundos antes de que Louis le intente cerrar la puerta en la cara este la detiene con el pie.

—¿Y ahora qué quieres? —La mirada de Louis era tan profunda, que Harry temió mirarlo a los ojos por un momento.

—¿Me vas a dar el libro de historia o no?

Louis suspiró y cerró la puerta con fuerza en el rostro de Harry.

Corrió escaleras arriba y se encerró en su habitación.

—Maldito niño inglés, hubiera dejado que se lo coman los osos —susurra mientras deparaba que una lágrima estaba cayendo por su mejilla.

Esa noche su alarma sonó a la misma hora de siempre. Se calzó las pantuflas y bajó las escaleras, su hermana estaba sentada sola en la cocina. Con un café entre sus manos. Él por su parte se preparó su café y se mantuvo parado en una esquina de la cocina.

—Fizzy, ¿sos buena en matemática? —Preguntó tomando a su hermana por sorpresa.

—Bueno, me gusta mucho, al igual que historia y literatura —responde bebiendo café.

—Nunca me lo habías dicho...

—Nunca me lo preguntaste —alza los hombros.

"¡Cielos! Harry tenía razón" pensó tratando de evitar ponerse más sentimental de lo que ya estaba.

—¿Pasa algo? —Su hermana sonaba preocupada, y no era para menos. Las mejillas de Louis se llenaron de lágrimas cálidas.

Él no dijo nada, solo dejó la taza en el lavado y luego la abrazó fuertemente.

—Te quiero, descansa —dejó un beso en su frente y se fue.

Fucking English boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora