Capítulo 3

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—Adiós cielo, cuídate —dijo su madre antes de que Louis pueda bajarse del auto.

Con una sonrisa, puso un pie en aquella tétrica acera repleta de baches. Respiró ondo, frenando ante la gran entrada de la institución. Dio un vistazo rápido, seguía todo como siempre. Habían renovado la pintura y podado algunos árboles, pero nada había cambiado. Incluso él seguía igual que siempre, seguía siendo aquel pequeño miedoso que se aferraba a su mochila y entraba con pasos dudosos a la escuela mientras mordía su uña del dedo meñique.

—¡Lou! —Sintió una palmada en el hombro, lo cual lo hizo entrar en alerta. Pero sus facciones se relajaron cuando se volteó y vio de quién se trataba.

—Hola Niall, ¿qué tal todo amigo? —Contestó mientras estrechaban sus manos.

—Huy, lo siento —susurra un chico que, al pasar, tiró al piso los libros de Niall. Pasaba corriendo muy apurado hacia la zona de los bebederos.

—Con permiso —habló otro chico que venía atrás del anterior, empujándolo contra el casillero para pasar.

Louis alzó los hombros y siguió con lo suyo, abrió su casillero y guardó sus cosas mientras Niall le contaba lo que había hecho en sus vacaciones. Le contó que una pareja con dos hijos se había mudado al lado de su casa, el chico era un adolescente de su edad y la chica parecía más grande que el chico.

—Te juro, son la familia perfecta. Todos rubios de ojos claros, donde va uno van todos, siempre rezan antes de comer y, por lo que me dijo mi mamá, vienen de Inglaterra. Deberías verlos —comentaba Niall con una sonrisa en su rostro.

—Buen día chicos —una voz grave apareció atrás de ellos.

—Liam, ¿qué tal amigo? —Louis lo saludó estrechando su mano.

—Todo correcto, aunque no sé por qué la gente está tan exaltada. Todos van como locos a los bebederos.

—No sé ustedes, yo quiero ver... —Niall habló decidido para luego caminar hacia donde la mayoría iba.

Al llegar, no ven más que una ronda de gente observando algo en modo muy curioso. Una voz dulce y atractiva empezó a sonar y a Louis lo atrapó la curiosidad. Se abrió paso entre el grupo de gente para ver quién tenía a tanta gente embobada. Se sorprendió al ver al dueño de aquella voz... un chico alto, de cabello ondulado atado en una cola y ojos verdes hipnóticos.

—¡Hey, ese es mi vecino! —Exclamó Niall haciendo que todos los presentes ahí se volteen a verlo—. Lo siento, sigan con lo suyo —se disculpó con sus mejillas sonrojadas.

—¿Ese es el chico inglés? —Preguntó incrédulo.

—Pues, para ser inglés, no está nada mal —acotó Liam mirándolo fijamente.

—¡Patrañas! —Exclamó—. No tiene nada que no haya visto antes. Además si piensa que con esa guitarra de porquería y su voz de niño bueno va a ganar a sus amigos, pues está equivocado. Voy al salón, ¿me acompañan?

—Adelántate, te vemos allá —contesta Niall en parte de Liam también.

Revoleó los ojos dando media vuelta, tratando de salir, entre empujones y "permisos" de ese gran tumulto de gente. Cuando por fin lo logró, salió a toda velocidad hacia su salón, si llegaba temprano quizás podría elegir su sitio.

Fucking English boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora