Capítulo 9

95 13 0
                                    

Bep, bep, bep.

Estiró su mano sobre aquella mesita de noche hasta dar con aquel reloj. Una vez que hubo apagado la alarma, sus oídos por fin descansaron.

Con pereza se incorporó, bajando sus pies de la cama. El frío del piso le hizo reaccionar y abrir sus ojos por completo. Tan pronto como pudo se puso de pie, tomando una campera que se ocupó de colocar sobre sus hombros.

Caminó con pasos tambaleantes hacia la ventana, el sol todavía no aparecía, mas estrellas no se veían por la intensa lluvia que golpeaba a la cuidad aquella noche.

—¿Otra vez tu alarma sonó antes? —Interrogó su hermana al verlo bajar aquella escalera.

—No en realidad... —sobó sus ojos, tratando de divisar a su hermana entre las penumbras—. Te debía un café.

—Lou, no te hubieras molestado —lo miró con una sonrisa bondadosa en su rostro.

—¿Quieres el café caliente o super caliente? —No pudo evitar sonreír al mirarla.

—Ya sabes qué me gusta —le guiñó un ojo mientras su hermano se encaminaba a la cocina.

Hizo todo lo posible por preparar el café cuanto antes, tenía mucho que hablar con su hermana. Aunque pareciera raro, ella siempre comprendía a Louis y sabía qué decirle en el momento justo, por eso hablar con ella siempre lo ayudaba mucho.

—Bien, aquí está tu café —dijo el ojiazul poniendo una taza humeante frente a su hermana. Ella solo sonrió y la tomó entre sus manos.

Ambos tomaron un sorbo de café y se quedaron mirando envueltos en un silencio reconfortante. El frío se sentía y unas pocas gotas de agua caían sobre el techo.

—Lou... —pregunta ella de repente, sin alzar la vista.

—¿Si? —Apoya la taza sobre la mesa luego de tragar el café que tenía en su boca.

—¿Nunca te enamoraste? —Su pregunta causó una reacción de confusión en el rostro de su hermano.

—¿Cómo? —Su vista corrió lentamente hacia ella.

—Si nunca sentiste amor por otra persona —veía en sus ojos una chispa de rebeldía, de aquella niña que era antes de aquella fría tarde.

—No, ¿por qué lo preguntas? —Su hermana era totalmente inesperada.

—Bueno, no puedo darme el lujo de enamorarme y lo sabes. Así que quería saber qué se siente, aunque sea de boca de otro —Louis juró que sus ojos se llenaban de lágrimas.

—¿Acaso escuchas lo que estás diciendo? Es una completa estupides. Es que no puedo creerlo... es tan... ¡Ahg! —Deja la taza con fuerza sobre la mesa y la mira fijamente. Se dio cuenta entonces que era la primera vez que le gritaba.

Ambos se quedaron mirando y un silencio incómodo se esparció por la sala. Los ojos de Louis estaban inexpresivos. Era como si dos entes se estaban mirando en aquella extraña sala.

—No me has contado cómo te fue hoy... —suspira su hermana intentando guardar una lágrima que estaba a punto de caer.

Louis apartó su mirada de ella, bajó la cabeza y exhaló todo el aire que había retenido. Se levantó, rodeó la barra del desayuno y se sentó al lado de su hermana.

—Me fue bastante bien, pudo haber sido peor. La casa de Harry es enorme. Tiene una biblioteca, y un perro que huele bien, y su hermana es tan...

Félicité bajó la cabeza, esperaba oír lo que su hermano pensaba: que la hermana de Harry era hermosa. Y por un momento se imaginó a algún amigo de Louis conociéndola y diciéndole a su familia "la hermana de Lou es hermosa".

—Oye, yo... eres hermosa y lo sabes.

—Descuida Lou, no te preocupes... ya creo que debería ir a dormir.

—Pero no te he terminado de contar mi día —interrumpe confundido al ver cómo si hermana se alejaba.

—Durante toda la cena hablaste de tu día con Harry. Si no te conociera diría que te gusta —las palabras de su hermana lo golpearon como un balde de agua fría.

—¿Harry? No, oye, estás equivocada. Me sorprendió su estilo de vida, pero eso no significa que esté loco por él —la mira unos segundos a su hermana a los ojos mientras ella volteaba a verlo.

—Como digas, tengo que ir a dormir, ¿si? Te quiero.

Le tira un beso volador y luego desaparece por el living hacía su habitación.

Fucking English boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora