Capítulo 12

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Harry volteó con tranquilidad, mirando a aquel chico a los ojos. Louis no entendía si Harry no era consciente de dónde se estaba metiendo o si tenían algún súper poder secreto que le salve el trasero.

—Yo te voy a decir dónde te puedes ir —gritó aquel chico alzando su mano.

En ese momento, como un rayo, Louis se puso de pie y corrió hacia allí. No lo pensó, tampoco sabía que iba a decirle a un grupo de 6 chicos que le sacan dos cabezas de alto, solo lo hizo. Y pensó en las consecuencias cuando estaba parado frente a ellos.

—Señores, ¿qué manera es esta de tratar a la gente nueva? —Indaga Louis mirándolos mientras soltaba a Harry del agarre de aquel hombre.

—Tú no te metas enano.

—Ay, Simón, siempre tan inmaduro. Harry es nuevo, no sabe lo que hace, pero ya nos vamos —le pasa la mano por la cintura al ojiverde y lo empieza a empujar lejos de ellos.

—Cuídalo bien, enano, porque cuando lo vuelva a ver no lo perdono —y tras esa amenaza se volvió a meter en el lavado mientras encendía un cigarro.

Harry siguió a Louis por el comedor, entre las mesas, hasta que llegaron a donde Louis se encontraba desayunando antes de que Harry lo interrumpa. Se sentó y tomó su emparedado nuevamente, Harry solo se quedó parado mirándolo confundido.

—¿Qué fue eso? —Pregunta al fin tomándose el atrevimiento de sentarse frente al ojiazul.

Tomando aire y armándose de paciencia Louis le explicó cómo funcionaba todo en aquella escuela.

—Mira, ese chico era Simón, líder de ese grupo al que llaman "los osos" —hizo una pausa y miró a Harry, como si supiera lo que estaba pensando—, no preguntes, nadie sabe por qué. Ese baño abandonado —hizo la señal de comillas con sus dedos— es su territorio. Nadie se acerca a menos que tenga tendencias suicidas. No las tienes, ¿verdad? —Su compañero negó con la cabeza con tranquilidad—. Bien, entonces no te acerques más a aquel baño.

—Oye, y... —se acercó más a Louis, como si lo que tuviera para decir sería una confidencialidad— ¿Nunca nadie los enfrentó?

—Digamos que sos el primero, y ojalá también el último.

—La vida no es nada sin un poco de riesgos —sonríe. Y Louis se sintió hipnotizado viendo aquella sonrisa que se dibujaba en el rostro de Harry. No podía ser tan perfecta, tan real. Se obligó a apartar la vista cuando sintió una mano tocar su espalda.

—¿No me invitan a la fiesta? Me siento despreciado —Niall finge llorar mientras tomaba asiento al lado de Harry—. Louis, ¿eso es emparedado de queso? —Sin dejar que su amigo responda, se lo sacó de la mano y le dio un mordisco—. Mmm, está buenísimo —habla con toda su boca llena, expulsando migas por ella.

Louis y Harry se miraron y otra vez esa sonrisa cómplice apareció entre ambos.

Fucking English boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora