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"Queridos Lectores,

Se sabe de primera mano, que esta temporada A. Bridgerton se encuentra en la búsqueda de una esposa, y que B. Bridgerton ama los bailes y otros ámbitos "cercanos" a aquello... y, esta humilde autora cree que, quella dama que consiga la atención de cualquiera de los hermanos Bridgerton, será, muy triunfalmente, la ganadora de la temporada.
Para quien no lo sabe, me encuentro apostando parte de mis ahorros en algunas de las solteras de este año. Todos tenemos la ferviente esperanza de que por fin este año, las misteriosas señoritas Olland se presenten en sociedad.

Y si es así, tomarán la delantera, y harán comer tierra a la señorita Cowper. ¡Confío en ustedes, señoritas Olland! -Mis saludos a su hermoso, hermoso hermano el Duque de Coventry-. Y habiéndoles contado mis apuestas, doy inicio a la temporada.

¡Mucha suerte, y que Dios se apiade de nuestras almas!

REVISTA DE SOCIEDAD DE LADY WHISTLEDOWN.

1 de Abril de 1814"

- ¡Nos nombró!, ¡Nos nombró!, ¡Ginny!- gritó Genevive desde su habitación, comenzando a correr hacia el salón, donde sabía que Ginebra estaría leyendo, al igual que cada tarde.

Su hermaba mayor la oyó. Oyó los pasos en el segundo piso, y en la escalera; y antes de poder voltear sintió su presencia y su agitada respiración en la puerta del salón verde -donde ella solía leer en silencio y a solas-.
Esperó unos cuantos segundos, a que termine su disparatada euforia y cuente todo lo que dice Lady Whistledown sobre ellas. Cerró su libro, ya que no sería capaz de continuar leyendo, y lo dejó suavemente sobre el sofá cuando se levantó a mirar por la ventana.

El endemoniado corsé aún le molestaba, pero se repetía que aquello era lo que debía sentir cada señorita Londinense.

Todavía no había puesto un pie en Londres y ya quería volver a la comodidad que tuvo toda su vida.

Usar corsé era una de las reglas que más resaltaba de todas las que su hermano les habia impuesto si querían presentarse en sociedad; pero la realidad era que a Ginebra Olland no le interesaba en absoluto el amor ni ninguna de aquellas cosas.

No se sentía con la presión de encontrar un esposo, y a aquella altura de su vida no creía encontrar a su Love Match. Pero su adorada, adorada hermana menor, aún estaba a tiempo; y Ginebra haría todo lo que estuviera en sus manos para que Genevive pudiera hallar a alguien que la amara tan fervientemente como ella merece.

- Al igual que el año pasado, mi querida hermana - dijo con ironía Ginebra. La menor hizo un gesto desagradable, la falta de interés de Ginny por la sociedad siempre la sacaba de quicio - Doy gracias a Jhon todos los días porque nos dejó esperar un año más. Y a ti, por supuesto.

Suspiró recordando los acontecimientos que, el año anterior, hicieron que las Olland esperen una temporada más para presentarse en sociedad.

Su hermana menor la miró enojada.

- ¡Ya basta!

Exclamó Genevive, que siempre odiaba cuando su hermana mayor recordaba cosas que quizás no eran siquiera dignas de recordar, Ginny sonrió.

- Yo ya tengo diez y ocho y tú veinte. Estamos perdidas si no encontramos algo esta temporada - se tiró en el sofá, muy dramáticamente - ¡Perdidas te digo!

Ginny mordió su labio inferior y sonrió, haciendo una seña a su mayordomo para que prepare el té. Sabía bien que su hermana menor no tenía cura. Entre las dos se miraron unos segundos y siguieron con lo suyo.

Flawless.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora