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— ¿Por qué tan sola, señorita Olland?

Genevive solo pudo sonreír, cuando al quedarse sola por completo, oyó la voz de Benedict a sus espaldas.

— Benedict, si viniste hasta aquí para decirme otra vez que no quieres casarte conmigo, pero que tampoco debería desposar a William... — ella suspiró y él, por primera vez, notó cuánto la mareaban sus acciones — Sólo... déjalo. No pensaré más en ti, si dejas de aparecerte y...

— ¿Crees que no lo he intentado? — él la interrumpió, abriéndole su corazón. Geni calló. La ira de Benedict consigo mismo, creció notablemente — ¡¿Crees que quiero ser este tipo?!, ¡¿Acaso crees que me gusta sentirme de esta manera?!

Benedict comenzó a caminar de lado a lado en el gran salón, mientras Genevive lo seguía con la mirada.

— ¿Qué tipo?

— ¡La clase de tipo... — comenzó a gritar, pero luego le echó una mirada a ella, que tanta paz le traía sin notarlo — La clase de tipo... — suspiró y detuvo su caminar, apoyando una de sus manos en su cadera — ...que no sabe lo que quiere.

Genevive se levantó y dando un suspiro, sacudió su simple vestido de campo. Se acercó a él, en silencio y mirándolo a los ojos. No quería a nadie, ni al poeta, ni a los condes, ni a los vizcondes... y aunque creía que quizás sí, ni siquiera quería a William. Lo quería a él.

Desde siempre.

Para siempre.

Y él también la quería a ella, pero se sentía extraño queriéndola. Sentía que se aprovechaba de ella, que con todos sus conocimientos, encantaría a Genevive sin siquiera darse cuenta. Y que ella caería, aún sin quererlo realmente.

— Oíste lo que hablé con mi hermana Ginebra, ¿Verdad?

Genevive se acercó aún más, y Benedict iba a hablar, pero ella negó. Él se comió sus palabras y parándose todavía más derecho, asintió lentamente. 

Genevive dio otros pasos, quedando su cara peligrosamente cerca del pecho de Benedict. Cuando ella tomó una larga exhalación, Benedict hizo lo mismo. 

No hacía falta siquiera que se tocasen, ya sentían de todo. Ambos.

— No es tan difícil saber cuando quieres pasar con alguien el resto de tu vida, Benedict...

Genevive subió sus manos lentamente por el cuerpo de el segundo Bridgerton, mientras él tragaba fuerte. Pasó por su abdomen bajo, lentamente... por su abdomen... se detuvo unos segundos para apoyar ambas manos en su pecho y subió su mirada esmeralda, Benedict se dijo que sus ojos podrían lograr lo que quisieran con él...

La menor de las Olland, subió un poco sus manos, hasta entrelazarlas en la nuca de Benedict.

— ... Solo debes de pensar, "¿Puedo vivir sin esta persona en mi vida?"

— No es tan fácil, Geni... — murmuró él — Tienes la edad de Eloise — protestó.

— No soy tu hermana, Benedict — afirmó ella — No nos criamos juntos y ciertamente no te veo de la misma manera en la que veo a Jhon — frunció levemente su ceño — Benedict — suspiró — Siento cosas que jamás había sentido con nadie — ella bajó su mirada, sonriendo y negando — Pero si es demasiado para ti, prometo rendirme y alejarme. Y casarme con William y ser feliz...

Benedict bajó su mirada también, no quería que Genevive se rindiera, ni que se alejara, mucho menos que se casara con William. Sí quería que fuera feliz, y si su felicidad implicaba que él sufriera, que así sea.

Flawless.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora