Epílogo.

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*si bien este epílogo es de Flawless, tiene MUCHÍSIMOS spoilers de la novela que viene después de esta, Immaculate; pueden leerlo ahora, o pueden leerlo cuando termine la novela, junto con el epílogo de Immaculate. Lo leen bajo sus propios riesgos. Lxs tkm*

1817.

— ¡John, detente! — gritó Genevive Olland — Lo digo en serio, Bridgerton — reafirmó bajando su tono de voz.

— Uh, cuando habla bajo es cuando sabes que estás en problemas — sonrió un Benedict Bridgerton sentado sobre una manta junto a ella — Detente, peque.

El pequeño John Bridgerton dejó de correr lentamente, mientras miraba a su madre, sabía que su padre tenía razón. Si su madre bajaba el tono de voz, era porque los problemas se acercaban.

— ¿Puedes dejar de reprochar a mi ahijado apenas unos segundos? — preguntó una Ginebra Olland llegando junto a ellos de la mano con Anthony.

Más bien, del brazo, o del hombro. En esa etapa del embarazo, a Ginebra Olland le costaba mucho hacer cosas por su cuenta, cosas como: Caminar, sentarse, levantarse, etcétera.

— Si tu ahijado dejase de correr por todo el maldito prado antes de caerse en un pozo, sería perfecto — murmuró Genevive mirando de reojo a su pequeño.

— No hay pozos aquí — sonrió Anthony por lo bajo.

Tenía razón, no había pozos. Era un prado que quedaba solo a veinte metros de su casa en Coventry, donde ahora vivía John con su esposa, quienes irónicamente estaban llegando tarde.

— Ven, come un sandwich — sonrió mirando a John e ignorando a su cuñado con una sonrisa.

— ¡Voy! — gritaron en su espalda mientras Ginny y Anthony se acomodaban sobre la manta frente a ellos.

No hacía falta ni que voltearan, sabían que siempre que nombraran comida, Colin Bridgerton estaba ahí. Y si Colin Bridgerton estaba, su esposa estaba a su lado sonriendo por algún chiste que él había hecho -que realmente no daba mucha risa-.

— ¿Sabes algo de El y Frannie? - preguntó Benedict — Hablé con madre, dijo que ella llegaría más tarde con George y Hyacinth. 

— Vendrán con sus citas — respondió Anthony pasándole un vaso con agua a su mujer.

— Eloise está casada hace dos años — respondió una Ginebra graciosa.

— Y Frannie está comprometida hace casi dos años, también — habló Penélope, tratando también de molestar a Anthony.

— Son buenos hombres, hermano, tendrás que aceptarlo algún día... — finalizó Colin bajando sus hombros una vez terminó de ayudar a su esposa a sentarse y se sentó a su lado — Ahora solo queda la pequeña Hyacinth.

— Dilo en otro tono — rodó los ojos Anthony — Ahora solo queda la pequeña Hyacinth — murmuró en un tono en el que a todos les quedó claro que no la pasaría bien casando a Hy.

Todos rieron un poco y comenzaron a quitar la comida de las canastas mientras veían como John corría por el prado que estaba frente a ellos. Genevive se había convertido en una madre excelente de un pequeño niño de dos años y un poco más, y sabía que su hijo no caería en ningún pozo -aunque no dejaba de mirarlo cada par de minutos solo para saber si estaba bien-.

Esos domingos junto a todos los Olland y todos los Bridgerton se había hecho una tradición en cuanto las Olland se casaron con los Bridgerton mayores. 

Y todos debían admitir que amaban viajar desde donde sea que se encontraran para charlar sobre su semana y ver al pequeño John.

— ¿Ya comenzó la fiesta?

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