Flawless.

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"Se ha visto a la futura señora Bridgerton finalizar las medidas de su vestido color... rosa crema, esta mañana. Usted sí que es única, señorita Olland.

 ¡Ya puedo oír las campanas!

He oído, que luego de la ceremonia en la iglesia de St. George, la señorita Olland y el señor Bridgerton organizarán una fiesta de unos completos cinco días en Aubrey Hall - obviamente la hermosa pareja principal dejará el evento la misma noche, para disfrutar su luna de miel - y ¡Será el evento más grande, organizado y el más ansiado de toda la temporada!

REVISTA DE SOCIEDAD DE LADY WHISTLEDOWN.

30 de Mayo de 1814"

- Whistledown hará que todos esperen que nuestra boda sea parecida a la de la reina - murmuró Ginny, tirando la revista en su sillón mientras miraba a su ventana, afuera llovía terriblemente. 

Anthony sonrió y tomó la revista, leyéndola en silencio.

- ¿La pone nerviosa lo que Lady Whistledown pueda decir, Ginebra Olland? - sonrió burlón acomodándose en el sillón, acercando su cuerpo lentamente al de ella - ¿Quién es usted, y qué hizo con mi rebelde esposa?

Ella sonrió, olvidando todos sus nervios. En esa semana se había dado cuenta que una sola sonrisa de Anthony Bridgerton, bastaba para quitarle cualquier horrenda sensación.

- No - negó - Es solo que, mientras más escriba esta mujer sobre nuestra boda, más tu madre agregará eventos. 

Él soltó una sonora carcajada. La tomó por la nuca, sobre su cabello, y comenzó a acercar su cara hacia la de ella, relajando completamente sus músculos y mirando la boca de su prometida con deseo...

Hasta que la puerta del salón principal se abrió de golpe. Y un Jhon completamente empapado abrió la puerta.

- ¡Cuñado! - bromeó Anthony, separándose de Ginny.

Si bien Jhon ya aceptaba cualquier tipo de trato entre él y Ginny que quizás la sociedad aún no aceptaba, sentía que le debía respeto... Ginebra lo amaba como a un padre, y Anthony debía tratarlo como si fuese su suegro además de su cuñado y mejor amigo.

- Deja de llamarme cuñado de esa manera...

Jhon sonrió chistoso, pero Ginny pudo notar que la mirada en sus ojos era... extraña, y que hacía eso que hace con su boca cuando estaba muy triste. Pero, jamás había visto a su hermano llorar. Siquiera cuando sus padres fallecieron.

- ¿Cómo?

- Como si estuvieras por casarte con mi hermana - hizo cara de desagrado - Ya verás, me casaré con Eloise solo para molestarte.

El lacayo comenzó a ayudar a Jhon a quitarle el saco y Anthony soltó otra muy sonora carcajada, con un tinte irónico.

- Si la soportas, querido amigo, es toda tuya.

Jhon rio por lo bajo.

- Cuando dije que podrías venir cuando quieras para tener un momento a solas con Gin, no me refería a cada maldito día, ¿Sabes?

- Lo siento mucho, una semana parece una eternidad - sonrió Anthony tomando la mano de Ginny.

- Asco.

Los tres rieron amistosamente y ahora Anthony, quien no conocía gestos específicos de Jhon pero sí conocía los de Ginebra, supo que algo andaba mal; así que decidió callar.