—A ver, di tu nombre de nuevo— pidió el doctor, sentándose sobre su escritorio para ver al chico sentado en la camilla.
—Lee Fenix.
El hombre sonrió con ternura. Tanto su madre como su novio también sonrieron un poco, aunque ya estaban acostumbrados al adorable acento del chico.
—Has mejorado bastante, Lixie, ya no confundes la “X” con la “Z”— lo felicitó—. Sigue así.
El doctor comenzó a abrir cajones en busca de algún dulce para el chico, mientras, le hablaba a la señora Lee.
—Aprecio que quiera enseñarle a su hijo, pero recomiendo llevarlo con un profesional— dijo, con una pequeña paleta y se la entregó al castaño con una sonrisa—. ¿Sigue teniendo el contacto de que le pasé de la fonoaudióloga?
—Sí, si, lo tengo...— dijo la mujer, continuó hablando con el hombre un rato, pero el chico ya no les escuchó, mirando a Chris, quién se acercó a él con una sonrisa.
Terminó de quitarle la envoltura a la paleta para llevársela a su boca.
Pensando en qué podría ser una fonoaudióloga, Felix frunció un poco el ceño, a su lado, Chris no tardó en darse cuenta.
—¿Pasa algo, lindo?— preguntó.
Felix sostuvo la paleta en su mano para hablar.
—Fonoa-... Fonodea-... Fo-de-.— Felix se palmeó el rostro con vergüenza y frustración, haciendo que una pequeña carcajada surgiera de los labios de Chan, quién retiró la mano del chico de su rostro para entrelazar sus dedos, viendo a su novio con las mejillas enrojecidas y un puchero en sus labios.
—Fo-ni-a-u-dió-lo-ga— dijo, Felix sólo resopló, sabiendo que no podría decir esa palabra correctamente—. Es alguien que te ayudará a hablar claramente— explicó—. Y así poder decir esa palabra.
Felix se veía cansado.
Había pasado semanas con su madre, repitiendo palabras y aprendiendo sonidos nuevos, pero parecía que nunca aprendería a hablar.
Parecía mucho más fácil seguir siendo mudo.
Chris apretó ligeramente su mejilla, haciendo que el castaño lo mirara con pocas ganas.
—No te preocupes, Felix, aprender a hablar es díficil, pero lo estás haciendo excelente— dijo el castaño, sonriéndole con cariño, haciendo que el rostro serio de Felix desapareciera, formando una pequeña sonrisa.
—Hijos míos— la señora Lee hizo a ambos voltearse para mirarla—. Continúen sus mimos en casa, vamos.
Los jóvenes se despidieron del doctor y siguieron a la mujer camin hacia el auto.
Para que les fuera más cómodo, el doctor de Felix de Incheon los había mandado con un colega en Seúl, y al menos una vez al mes debían ir para que revisara las cuerdas vocales de Felix y su evolución en el habla.
Por el poco uso que había tenido, sus cuerdas vocales eran muy sensibles, y podían lesionarse su hablaba muy alto o gritaba, además que luego de hablar por largos ratos comenzaba a dolerle, haciendo que volviera a escribir si tenía que decir algo, aunque muchas veces Felix prefería guardarse las palabras.
Con las semanas, se le había ido acostumbrando cada vez más, y podía hablar más alto que cuando había empezado con sus primeras palabras, intentaba no hacer señas mientras hablaba, aunque terminaba gesticulando mucho, podía guardar sus manos y ya no tartamudeaba tanto al hablar.
Aunque seguía teniendo ese lindo y adorable acento infantil que hacía que todos tuvieran ganas de apretar sus mejillas o a veces no escuchaban realmente lo que decía y se quedaban sonriéndole como si fuera un bebé.
Eso lo fastidiaba mucho, pero Felix no tenía la culpa de ser tan adorable.
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aaaah, hi again, ckqlfiwckwlf.
bueno, primero gracias a Junchi95 por permitirme adaptar la segunda parte de mute, graciasss. ♡︎
