Felix continuó sin separarse de Chan incluso hasta el día siguiente, cuando no tuvo más opción que dejarlo para ir a sus respectivas clases.
Sin ganas, fue junto a JiSung a sus clases de dibujos y como tantas otras, el profesor sólo pudo un montón de objetos en una mesa y les dijo que dibujarán lo que quisieran de ese montón.
Felix optó por un simple florero, mientras JiSung quería un reto al intentar dibujar unas buenas zapatillas.
—¿Cómo te fue con tu fonoaudióloga?— preguntó el castaño.
Felix desvío un momento su vista de su hoja para mirarlo.
Dudó un momento en decir la verdad o no, pero al final suspiró un poco para finalmente hablar.
—Algo bien— respondió
—¿Cómo es “algo bien”?
Felix no sabía cómo decirle, tendría que hablar mucho y sólo la idea lo cansaba.
Ante la falta de respuesta, JiSung se giró para mirarlo.
—Larga historia— dijo Felix—. No quiero hablar— añadió por lo bajo, volviendo a concentrarse en el sombreado de su florero.
JiSung asintió, no le iba a insistir, aunque quería más detalles, siempre podría pedírselo a Chan.
Pasaron otro rato en silencio, tiempo en que JiSung ya había terminado su par de zapatillas, y Felix frunció un poco los labios con envidiar él no había terminado su florero y era muchísimo más simple que aquel par.
JiSung se acercó a él, viendo su hoja y cómo estaba yendo su trabajo.
Antes de que pudiera echarlo por el fastidio que le daba que alguien más mirara tanto su trabajo, JiSung rió por lo bajo, de forma aguda.
Notó la mirada perdida del castaño, y las mejillas enrojecidas, supo que estaba recordando algo.
Antes de que pudiera preguntar, JiSung de giró hacia él, con una sonrisa boba en el rostro.
—Lixie, ¿te puedo contar algo?— dijo, hablaba muy bajo, sólo para que él pudiera escucharlo.
Felix lo miró con atención, JiSung mordió su labio, con una sonrisa, antes de soltar la bomba.
—Tuve mi primera vez... con Honnie.
Felix al principio no supo cómo reaccionar, pero comenzó a sonreír sin darse cuenta, y sólo bastó con una ligera sonrisa de JiSung para que él también comenzara a reír, haciendo que varios compañeros lo miraran raro, y tuvieran que cubrirse la boca para intentar callarse a sí mismos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
