✧ Cincuenta ✧

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—¡Omma Leeeeee!— gritó, subiendo su cremallera con apuros.

La mujer salió a paso apresurado de la cocina, sus húmedas manos delataban que la había interrumpido a medio lavado.

—¿Chan? ¿Qué-?

—Felix, no reacciona— murmuró el rubio, su voz se rompió, se agarraba con fuerza del barandal de las escaleras, sin poder bajar por lo tembloroso de sus piernas.

La señora Lee se quedó con su boca abierta por la sorpresa un segundo, antes de reaccionar, subió las escaleras corriendo, sin detenerse hasta llegar a la habitación de su hijo.

El rubio se quedó atrás, sin moverse, sintiendo la horrible sensación de perder a la persona que más amaba.

Christopher apenas podía ver, totalmente asustado de que Felix realmente esté mal, las lágrimas se acumularon en sus ojos y sólo pudo permanecer congelado en en pasillo por lo que sintió como muchísimo tiempo.

En realidad habían sido poco minutos, hasta que la señora Lee apoyó su mano en el hombro de Chris, sus llorosos ojos se encontraron con los tranquilizadores de la mujer.

—Lixie está bien, Chan— dijo, con una sonrisa maternal.

Hizo un gesto hacia el dormitorio, Chan volvió a entrar en la habitación con algo de miedo, sus pasos fueron lentos y tortuosos.

Encontró a Felix sentado al borde de la cama, cargando con un trapo debajo de su nariz, manchado en sangre.

Los cansados y tristes ojos de su novio se alzaron para mirarlo.

Chris intentó ser suave, pero prácticamente se arrojó sobre él para abrazarlo, intentando contener su llanto, hundiendo el rostro entre el hombre y el cuello de YongBok.

—M-Me asustaste, bebé— murmuró, Chan mordió su labio con fuerza, aguantando los sollozos.

Felix palmeó su espalda, para que se separara, el otro tardó unos segundos en hacerlo.

El peligris sintió su corazón estrujarse al verlo tan devastado, en serio se había asustado.

Es-toy bien— murmuró el peligris, hasta su voz sonaba cansada.

Christopher lo miró unos cuantos segundos, negó.

—No creo que lo estés, Lixie— murmuró.

Unas palabras que ninguno de los dos quería escuchar.

Felix supo que no podría tener descanso durante un tiempo, comenzó a prepararse para los hospitales, y hasta visualizó toda la situación.

Sus ojos comenzaron a lagrimear sin que lo pudiera evitar.

Y ambos se rompieron, abrazando al otro con la fuerza que su llanto les dejaba.

Y ambos se rompieron, abrazando al otro con la fuerza que su llanto les dejaba

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un poco de drama no le hace mal a nadie, ¿verdad?

bueno, con estos dos capítulos, quiero comentarles que ya terminé mis dos semanas de evaluación, eso significa que tengo un poco más de tiempo libre.

cuéntenme, ¿cómo están ustedes?

ya me hacían falta.
muchas gracias por leer.
les quierooooo. <3

² loud ✧ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora