La tía YoungMi recibió a Felix con un cálido abrazo, lo llenó de besos y piropos, como que era el sobrino más lindo y el más fuerte, y el hijo que nunca había tenido.
—Tae se ofendería— comentó la señora Lee, con una pequeña risita.
—TaeYong es un cobarde— dijo la rubia—. Cree que no me doy cuenta de que está saliendo con su “mejor amigo” Chittaphon y en vez de salir del armario hace bromas homosexuales— YoungMi rodó los ojos.
Deseaba que su hijo tuviera la valentía para ser tan feliz y tan libre como Christopher y Felix.
En la cena hablaron de todos los temas, menos de su salud, y eso alivió bastante a Felix, quién no podía evitar reír por las anécdotas de su tía.
Fue a la cama con una sonrisa, y estaba decidido a cambiarse su ropa por el pijama para dormir de una vez por todas, pero el toque en la puerta lo tomó por sorpresa, aún con su remera, pero sus bóxers a la vista.
Se ruborizó completamente cuando los bonitos ojos de Chris lo examinaron se arriba a abajo.
—Chaaaaaan— se quejó.
—Bien, bien, privacidad— dijo el rubio, entrando rápido al dormidorio y cerrando la puerta detrás de sí.
—No~, tú tam-bién a-fuera— se quejó el peligris, quién no quería que su novio viera su cuerpo.
Era algo que Chan nunca había entendido, el cuerpo de Felix era más que atractivo, bien trabajado pero delicado gracias a la danza, con músculos bien definidos y unas curvas que podían volver loco a cualquiera.
Pero aún así, Felix tenía vergüenza de mostrarlo.
Ignoró completamente las quejas del peligris, se acercó a él para tomar su cintura, pegando sus cuerpos, haciendo que un pequeño suspiró surgiera de los labios de Felix.
Christopher sonrió de lado, antes de juntar su rostro con el del peligris, besando sus labios de forma lenta y profunda.
El rubio avanzó lentamente, sin hacerlo totalmente a propósito, hasta el la cama trabó sus pasos.
Felix separó el beso para sentarse sobre las sábanas, tomó la remera de Christopher para tirarlo hacia él, el rubio se acomodó sobre su cuerpo.
—E-Está tu familia— murmuró Chan, sintiendo su entrepierna comenzar a doler.
Lo había iniciado, pero no creía que llegarían a eso.
—En si-lencio— murmuró Felix, su pequeña y pícara sonrisa hizo a Christopher preguntarse dónde había quedado el inocente chico que minutos atrás le había pedido que se vaya para poder cambiarse.
Y es que Felix ya se sentía más despierto.
Necesitaba una distracción, un desahogo, y la última vez que había sentido al chico dentro suyo la había pasado más que bien, y en serio se había olvidado de sus problemas.
Esperaba que funcionara de nuevo.
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los créditos de la galería a: shantalvarela. muchas gracias, preciosa. ♡︎
