𖦹 Once 𖦹

704 90 8
                                    

En casa, Chris se sorprendió un poco cuando Felix tomó su mano, sin decirle nada, tomó un par de toallas del estante, dejándolas sobre el pecho del castaño para que las sosteniera.

—¿Qué? ¿Para qué?— Chan dejó de hablar cuando notó que Felix se dirigía hacia el baño.

De repente, la idea de lo que su chico quería apareció en su mente, y quiso irse y a la vez no.

Felix lo hizo pasar al baño, cerrando la puerta detrás de él.

—¿Felix? ¿Q-Quieres que n-nos...?

Felix rió ante lo ruborizado que estaba Chan, quien había apretado las toallas con fuerza sin darse cuenta, todo gracias a lo nervioso que estaba.

El castaño menor tomó ambas toallas para colgarlas en los ganchos de la pared.

Se acercó a Chris para dejar un pequeño beso sobre sus labios, miró a los hermosos ojos del chico nervioso frente a él.

—Baño de novios— respondió simplemente.

—¿Tú... en serio quieres...?— Chan no podía creer a su lindo chico, aquel tímido que lo obligaba a voltearse para cambiarse y que era muy protector sobre su intimidad, hacer algo así.

Felix comprendió la sorpresa de su novio por lo que estaba haciendo, él no era de hacer esas cosas.

Soltó un pequeño suspiro, no quería decirlo, pero se sentía muy nervioso desde que había tenido su ataque de pánico, y la presencia de Chan lo calmaba.

No quería separarse de él por miedo a sentirse tan asustado como lo había estado, pero también se sentía sucio, quería borrar los recuerdos con una ducha, como si pudiera quitárselos así de fácil, necesitaba un baño.

Sonriendo de forma tímida, volvió a alzar la vista hacia Chris.

—Quiero... estar contigo— dijo, bajo—. Y también quiero bañar-me— añadió, sin querer decir más.

Chan respiró profundamente, intentando bajar sus pulsaciones.

—Está bien si así lo quieres, Felix— dijo, acarició un poco el cabello del chico—. Sólo me puse nervioso porque creí que querías... hacer algo.

Felix tardó un momento en entender a lo que se refería, y Chan rió con ternura hacia su inocente novio.

Al comprender, Felix abrió sus ojos como si se hubiera asustado, se ruborizó hasta las orejas y escondió el rostro en el pecho de Chris, quién lo abrazó con algo de gracia.

—Está bien, bebé, no haremos nada, no te preocupes— dijo el castaño, frotando la espalda de Felix.

—Soy inocente— lo escuchó murmurar en su pecho.

—Claro que lo eres amor.

—Claro que lo eres amor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
² loud ✧ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora